Todo por un Touchdown °|ADJ#1|°©

¿Sólo fue un beso?

Cada roce, de sus labios con los míos es mágico, electrizan te diría yo. Quien iba a decir que el alcohol sabría tan bien en Tyler, en sus besos, en sus labios.

Decir que perdí el juicio es poco, ¿pero cómo no hacerlo con Tyler devorando mis labios?, por un momento me sentía tensa, no soy experta besando, sólo he besado un par de veces en mi vida, pero para mi sorpresa, sus labios y los míos se mueven con tanta sincronía, como si ya conociéramos los besos de ambos.

Me separo de él e intento estabilizar mi respiración, busco la mirada de Tyler, pero no me observa.

—Es mejor que te vayas a dormir Bree.

—Tyler— lo intento tocar pero toma mi mano y la baja.

—Vete.

La crueldad de sus palabras es hiriente, realmente hiriente. Trago grueso y sin más dignidad por perder me retiró.

Entro a mi habitación y me recargo contra la puerta, mientras deslizó la yema de mi dedo indice sobre mi labio inferior. Sigo sin creer lo que paso, bese a Tyler. Pero también fui botada por él mismo. ¿Tan mal habré besado?, ¿fue tan asqueroso?, o tal vez, simplemente lo único que buscaba era besarme y tirarme como todas las demás, pero que manera de hacerlo. Una más a su lista, si, soy una más de su lista de chicas besadas.

Me adentro en mis sábanas e intento no romperme la cabeza pensando. Este sólo fue un beso Bree, no deberías de ilusionarte, él estaba ebrio, no sabe lo que hace. ¿Pero cómo mierda no involucrar algún sentimiento si ese estúpido besucon me gusta?.

Busco la forma de reconciliar el sueño, pero no, demasiado tarde. Luego de ese beso y de haber sido una más del resto para Tyler, no volveré a reconciliar el sueño, no esta noche.
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La alarma inicia a hacer su escándalo y la apago de inmediato. Me desaguo de las sábanas y camino en dirección a mi baño. Me miro en el espejo y el jodido cansancio en mi rostro es bastante notable. Unas horribles ojeras adornan mis ojos, sumándole a esto lo hinchados que están por la falta de descanso. Lavo mi rostro y me cepillo los dientes para luego ir a vestirme y hacer lo que tenga que hacer para tener un "futuro exitoso".

Salgo de mi habitación y en silencio camino por el pasillo, el mismo donde anoche Tyler me beso, ¿seguirá aquí?.

Recargo mi oreja sobre las puertas de mis hermanos, pero aparentemente hoy no tienen planes de asistir a la escuela.

Salgo de casa y pensar en el trayecto de ida me da una pereza fatal. Debí haber llamado a Charlotte para que pase por mi o algo así.

Cuando por fin llego a la escuela, lo primero que hago es ir por mis libros a mi casillero. Cuando lo abro una nota cae por el.

<<Te extrañe, enana>> cierro el casillero y veo a Estefan frente a mi, grito y brinco al procesarlo todo. Mi primo Estefan vino desde Dios sabe donde hasta acá.

—Maldición eres tú— me lanzo a sus brazos y las miradas, o mejor dicho, todo a nuestro alrededor desaparece.

Estefan es mi primo el cual tiene sólo 2 años más que yo, sin embargo, parece menor cuando lo escuchas hablar o actuar. Crecí con él casi toda mi infancia, hasta que un día cuando yo tenía tan sólo 8 años, sus padres se separaron y su madre se llevo a Estefan lejos de mi "família", y también lejos de mi. Desde entonces siempre me pregunte como estaría, que sería de él, si seguía por lo menos con vida.

Y hoy, hoy es todo un hombre hecho y derecho.

—También te extrañe, enana— la melancolía en sus palabras me desalma, no quiero ni soltarlo.

—¿Cómo me encontraste?— pregunto al borde de las lágrimas.

—Me entere que el abuelo estaba mal, en cuanto lo supe vine para acá, lo vi ayer, hable con él, y me hablo de ti, de su pequeña.

—Gracias mi viejito— susurro.

—Te traje algo— menciona y me pongo recta, con los ojos cerrados y las manos estiradas.— ¿Recuerdas cuando te dije que jamás te abandonaría y que te volvería a encontrar?— asiento triste— ¿y también recuerdas aquella hermosa obsidiana que me lanzaste cuando nos conocimos?.

Vuelvo a asentir, y siento algo en mis manos, abro mis ojos y veo un collar con una pequeña piedra en el, es una.....

—Obsidiana— digo en voz alta— es una obsidiana.

—La misma que me lanzaste, yo tengo el otro cacho, saca el dije de su camisa y me lo muestra, ambas partes encajando a la perfección.

—Gracias— lo vuelvo a abrazar con más fuerza, y cuando siento una mirada sobre mi abro mis ojos para encontrarme con unos furiosos ojos.

Tyler..... Dejo salir un suspiro y todas las dudas vuelven a mi, junto con una porción extra de osadía.

—Tengo que hacer algo— suelto a Esteran y me acerco a Tyler.

—Necesito hablar contigo— digo estando frente a él y me lanza una mirada incrédula.

—Estoy ocupado.

—El noventa y cinco por ciento de lo que dicen estos estúpidos no te interesa, así que si, vamos a hablar, ahora.

Molesto me toma y me jala lejos de sus amigos, o más bien de todos. Nos introducimos en un aula vacía y por fin me libera.

—Listo, di lo que tengas que decir.

—Tyler, yo...... No quería sonar grosera, sólo que necesitaba hablar contigo.

—Ve al grano.

—De acuerdo— acomodó mi falta y busco las palabras correctas— no se que fue, o como, o por que paso lo de ayer, yo simplemente iba por un.....

—Te besé, y tú me seguiste el beso, estaba abrió no estaba consiente de lo que hacia, es todo.

Me da la espalda y esta por irse cuando me interpongo en su camino.

—¿Es todo?— lo hago retroceder— no logré dormir el resto de la noche por tú maldita culpa, ¿y dices que es todo?.

—Mira Bree, sabes que no eres la primera a quien beso, y no serás la última, fue sólo un beso, tómalo o déjalo.

No, no fue sólo un beso, no para mi, no como lo sentí, y no por quien fue.

—No puedes ir por la vida besando a quien quieras.

—No debería de afectarte, en fin, nadie se a quejado por que las beso o las uso para una noche, deberías de hacer lo mismo y dejarte de dramas.

Un ancla parece caer en mi estómago y un nudo en mi garganta se forma.

—Con que ahora soy una más del resto, una más de aquellas que usas y ves como objetos haciéndolas perder su seguridad, y confianza en si mismas.

—Exacto, eres una más, y ese fue sólo un beso, uno más o uno menos— auch.

—Eres un asco de persona Tyler.

Le paso por un lado golpeando su hombro con el mío, y salgo de aquel lugar.