19. Etapas

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Beso los cachetes de ella y la levanto entre mis piernas. Sus pies sostienen su peso y chilla fuertemente.

-¿Es normal que ella haga eso? -pregunta Axel, lo veo por encima de nuestra hija y él sonríe mientras digita algo en su computadora, estamos en su oficina, pensé que era bueno venir a verlo.

-Pues porque no lo sería.

-Es solo que nunca ha estado tan emocionada.

-Siempre se emociona cuando te ve.

-Cristel ya la hablamos, no puede ser que estés celosa de tu hija.

-No estoy celosa.

Su ronca risa resuena y lo veo empezar a imprimir algunos papeles. Llama a su asistente por el teléfono y pide lleven los documentos hacia su destino. Quita su leva de finas telas y extiende sus brazos hacia su hija.

-¡Paaapááá!

Los dos nos quedamos helados ante sus sílabas. Mi esposo se detiene y una pizca de emoción renace, solo que esta vez es impresionante, nunca pensé que se sentiría tan bonito.

Axel con un poco de miedo me la quita de mis brazos y besa su cabeza. Ella lo mira sosteniendo su quijada, repite la palabra algunas veces más, él la sigue sosteniendo junto suyo, los miro de lejos y río.

-Está bien, si hay un poco de envidia, pero es el más bonito sentimiento por ahora.

******

-Luá, ven -menciono. Ella gatea hacia mí con un juguete en la mano, me lo estrecha mientras su pequeño diente de leche se asoma.

>>Hola, amor.

-Maaa

Sobo sus cachetes con amor y ella ríe corriendo de nuevo hacia la pila de sus juguetes, sigue su juego y tengo algunos de sus chinescos conmigo. Quito mis zapatos de taco y juego con ella.

-¿Cómo se ha portado?

-¿Dime cuando Luá me da que hacer? -responde Maite con un poco de jugo en la mano, lo bebo despacio y miro a mi hija.

-¿Segura que no quieres ayuda?, no puedo sabiendo que talvez estés muy cansada.

-No lo estoy, Luá es una buena niña, además Camila viene casi todos los días para ayudarme.

-Está bien, mi hija te va a adorar cuando crezca.

-Yo creo que ya lo hace, ¿verdad bonita? -Luá le estrecha un juguete a ella también y sigue así.

Beso su cabeza ya un poco llena de cabello marrón.

-¿Crees que cuando crezca se parecerá a mí?

Ella ríe y Luá la sigue también.

>>Es un poco cruel.

-No creo, Cristel. Son genes Lehner al cien por ciento.

-Tan cierto.

Levanto a mi hija en brazos y la llevo hacia la estantería donde me señala. Ahí agarra alguno de los tantos osos de peluche que tiene, la llevo de vuelta al lugar donde estábamos.

Maite demora en irse unos minutos más, mientras tanto juego con ella y bajo las escaleras cuando presiento Axel llega, él no ve ahí y lo saludo aun cuando siento que algo anda mal con él, suele ser más expresivo cuando llega, supongo que en la noche hablaremos de eso.

Pongo a nuestra hija en su comedor y llevo los platos a la mesa, mi mirada se desvía a la suya, él solo soba su cien y le preocupación invade un poco.

3.Mr. & Mrs. Lehner®Where stories live. Discover now