Capitulo 10

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Narra Cecile: 

Salimos de ese lugar en silencio, cada una con la carpeta que le pertenecía y su tarea en ese lugar. Íbamos a ir al galpón pero no podíamos no pasar por nuestra antigua casa. Las cinco subimos al auto de Emelie y nos fuimos a la casa donde crecimos, donde fuimos felices, donde reímos y lloramos, donde nos peleamos, donde nos amamos.

-¿Alegra estara en la casa? -Dije

-Seguro si, esperemos, tengo ganas de verla

-Yo tambien -Dijo Emelie

Condujo hasta la casa y frenamos en la casa de enfrente. Al bajarnos, nos quedamos mirando la enorme casa, la cual estaba hermosa como siempre. Marie salio casi corriendo a tocar el timbre y las demas la seguimos. Estabamos nerviosas. Podía sentir ese silencio y tensión entre nosotras, ansiosas por verla. Desde adentro se escucho un ruido extraño y luego unos pasos, mi corazon iba a mil y sabia que el de las demas también. En eso se escucho una llave y la puerta se abrio lentamente. 

-¿Si? -Dijo Alegra

La mujer frente a nosotros seguía igual de hermosa y elegante que siempre, con unos años mas que cuando la vimos por primera vez, pero era la mujer mas hermosa y perfecta que alguna vez conocimos en este mundo. Ella nos trajo a nuestra vida, a nuestra casa un poco de risas y amor de una madre casi biológica. Ella fue la que rompió con las barreras del dolor y con las lagrimas acabo con todas ellas. Ella nos quedo mirando fijamente a cada una, como si se hubiera olvidado quienes eramos, pero sabia quienes eramos. Y de sus hermosos labios rojos, salio ese apodo que siempre nos decía cuando nos veía a las cinco juntas

-Mis princesas

Abrió los brazos y, como cuando eramos niñas, la abrazamos las cinco juntas. Lagrimas de felicidad y abrazos eternos comenzaron aparecer en la puerta de esa enorme casa. Ella estaba feliz, se podía ver en su mirada

-Mis chicas. Volvieron 

-Hola... mama -Dije

La tarde junto a ella fue la mas hermosa de todas, parecíamos cinco niñas pequeñas sentadas en la mesa del comedor, tomando una chocolatada y galletitas recién salidas del horno, como siempre nos hacia cuando llegábamos del colegio. Estuvimos charlando un montón de nuestras cosas y obviamente del testamento. Ella nos dijo que ya sabia lo del negocio que nuestro padre nos dejo

-¿Crees que podremos con esto? -Dijo Emelie

-Sonriendo- Claro que si. Cada una tiene una tarea distinta, escrita por su propio padre en esas carpetas que tienen en su poder

-La miramos-

-El sabia que ustedes eran y son muy inteligentes. Van a poder con todo lo que se les presente. 

-Bien -Dijo Emelie y se puso de pie-

-La miramos-

-Mañana a la mañana iremos al galpon a verlo y comenzar con las reformas. Asi que lean esta misma noche las cartas de papa, necesitamos saber que es lo que nos dejo

-Pero ahora.. vamos a organizarnos nuestros equipajes -Dijo Yvonne-

-Y a la noche podemos ir a cenar las seis -Dijo Ann

-Me encantaria -Dijo Alegra- Me pone muy feliz verlas bien, mis princesas 


Hermanas TERMINADAWhere stories live. Discover now