Capitulo 8

244 25 0
                                    

Narra Cecile:

Estaba tomando un café en una de las cafeterías que mas me gustan de aquí de Berlin, mi favorita debo decir, hacia años que no venia a tomar algo y leer una revista a este lugar. Como llegue temprano, decidí parar aquí mientras se hacia la hora, cuando algo me llamo la atención. Una voz que conocía de algún lado, hablaba en la mesa detrás mio con la moza. 

-Quiero un café cortado y unas tostadas con queso

Voltee y la rubia detrás mio tenia una figura que podía reconocer en muchos lugares, hacia mucho que no la veía y su voz seguía siendo la misma de cuando eramos pequeñas. Me puse de pie y tome mi taza para moverme a su mesa y sentarme frente a ella. Su mirada fría y sus pocas ganas de hacer sociales, desaparecieron al verme sentada frente a ella.

-Hermana mía -Dije

-Media sonrisa- Hola Cecile

-Lindo verte de nuevo, Yvi

-Si, igual 

-¿Sabes por que nos dijeron que viniéramos?

-No tengo idea. Tampoco me gustaría saberlo. 

-¿Por que?

-No quiero que aparezca una hermana desconocida ahora

-Riendo-

Yvonne y yo, al ser hermanas casi seguidas, eramos unidas, mas unidas que con las demás. No importaba que yo fuera un poco mas chica que ella, eramos casi inseparables. Tomamos el café juntas y charlamos un poco de la vida y de los últimos años sin vernos. Luego nos fuimos al estudio del abogado de papa, al que seguramente, las demás estarían ahí también. 

Al llegar, el edificio donde la oficina del abogado de papa estaba, permanecía igual que hace muchos años, cuando todas veníamos acompañarlo y jugábamos en la sala de juegos del lugar. Un taxi paro detrás nuestro y tres rubias mas, salieron de el. Marie fue corriendo casi hacia nosotras y nos abrazo. 

-Que bueno volver a verlas -Dijo

-Sonriendo- Estas enorme, hermosa y brillante

-Igual que ella -Dijo Emelie

-La miramos- 

-Es mejor que entremos. No quiero perder mas el tiempo -Dijo Yvonne

Subimos juntas en el ascensor hasta el quinto piso, donde la sala de juegos seguia intacta que hace muchos años atras, donde la puerta era la misma, y su secretaria tambien. Nos dio la bienvenida y nos hizo entrar. El abogado de papa ya estaba ahi sentado con cinco carpetas. 

-Bienvenidas, hermanas Kelinsky -Dijo mientras se ponia de pie- 

Hermanas TERMINADAWhere stories live. Discover now