El espacio entre tu cuerpo y el mío

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- Ayuda, ayuda somos una nave de refugiados - Los ecos de las súplicas - Está no es una nave militar, repito, está no es una nave militar - Retumbaban - Los pocos soldados que nos acompañan no son una amenaza, repito, no somos una amenaza - En el espacio - Somos una nave de refugiados Asgardiana - Recordando - Auxilió! Nos atacan! Nos atacan - La primera de las batallas perdidas contra Thanos.

Lo que algún día sería la civilización más poderosa del universo, ahora no era más que cadáveres pudriéndose lentamente en el espacio. Asgard, su realeza, inclusive el mismo Odín fueron reducidos a cenizas.

Un pueblo masacrado por la furia de Hela, por más que Thor, Loki, Valkiria y Hulk lucharán hombro a hombro en la guerra escrita desde el inicio de todo, Asgard no pudo ser salvada, algunas veces las profecías son más poderosas que sus héroes.

O por lo menos, eso era lo que todos creían... ¿Quien los culparía? Era cosa de ver cómo los restos de toda una civilización flotaba inhertes en la más profunda oscuridad, tantos seres que algún día se pensaban Dioses, hoy desaparecían esparcidos y congelados en el frío del espacio, sin otro destino más, del que a la larga sus cuerpos compactados volvieran a ser polvo de estrellas y regresaran a la vida en forma de algo más, hasta entonces no serían otra cosa que basura espacial.

Terrible final para los protectores de los nueve reinos. Asgard, tierra de valientes, dejaba atrás su gloria y pasaría a ser nada más que simple mitología nórdica.

Pero siempre existe alguien dispuesto a cambiar el rumbo de los hechos, inclusive si ese cambio se realiza a costa de su propia vida, fue así como el portal dorado rasgó las capas del tiempo y espacio, apareciendo junto a los restos terrenales de un ser odiado en sus días de gloria, bastó apenas un parpadeo para sacar de un brazo al príncipe de Asgard, el portal se cerró, la luz dorada se extinguió y el olvido y la muerte se quedaron con el pueblo Asgard.

Ashhh shaaaa saaaa maaaaaa haaashhh - Sobre un lecho de roca negra tallado en cientos de runas, fue depositado el cuerpo sin vida del príncipe de Asgard - Ashhhh shaaaa saaaaa maaaaaa haaashhh - El ronco canto tribal despertaba de alguna forma la magia encerrada - Ashhhh shaaaa saaaa haaaashhhhh - La tenue luz verdosa bajo la pálida piel se encendió - Levántate gigante de hielo - Dos filosos colmillos se hundieron dolorosamente en la carne del Dios, el cuerpo de Loki convulsionó violentamente, la luz fluyó desde la muñeca abierta alimentando a su salvadora, comenzando un ritual capaz de traer al Dios del Valhalla o jalarlos a ambos al tormento eterno.

Los mismos colmillos se clavaron esta vez en su propia piel, rasgando las impenetrables fibras de las que se componen su poderosa forma carnal, liberando su propia magia.
Bajo sus piernas el cuerpo se tenso dolorosamente, deteniendo las convulsiones y abriendo la boca muerta, dos gotas cayeron a la seca garganta, pronto la muñeca rasgada fue succionada con desesperación, tal cual succiona un recién nacido desde el seno de su madre, completando el circulo, comenzando con la resurrección.

La magia fue lavada y la sangre limpiada de muerte, devolviendo de forma tortuosa la vida al cuerpo de Loki.
Los ojos verdes del Dios se abrieron de golpe cuando todo terminó clavándose en los de su salvadora...

- De... t..todos los se...seres en este uni...verso, jamás pensé que fueras tú - Los filosos colmillos manchados de sangre real se mostraron en una sonrisa canalla

- Bienvenido a la vida hijo de Odín - El gesto de recogimiento en el rostro de Loki fue de puro dolor.

- Sabes que él no él mi padre Andriade - La mestiza se recargo contra la pared de roca tallada en las mismas runas que el lecho de roca que se transformara en la cama de Loki, buscando algo de soporte a su frágil estado. La frente perlada de sudor se pego a la fría roca buscando consuelo al potente dolor de cabeza golpeando de frente a la casi desfallecida inmortal.

- Entonces... ¿Porqué estabas en el Valhalla? - Touché, Loki admitía su derrota, era capaz de conceder la victoria a quien la mereciera y esa Mestiza la tenía ganada con glorias y Vítores incluidos.

- Tú sabes porque - Una risa mágica lleno la pequeña habitación, eran los labios de la mestiza los que se encurvaban hacia arriba liberando ese agradable sonido, mas el Dios de las mentiras no encontraba gracia al estado de su amiga, fastidiado le dirigió una de sus miradas mas cargadas, levantó medio cuerpo desde el lecho de roca y le gritó - Casi mueres por este acto de resurrección - Loki no pudo evitar el tono de reproche, estaba agradecido, más el miedo de verla en ese estado, moribunda, lo superaba.

- Estamos vivos... funcionó - El pelinegro asintió de forma ceremoniosa.

- Eso no quita el que fueses una estúpida por intentarlo, mírate... luces terrible - El dedo anular erguido ante los ojos verdes fue suficiente respuesta, Loki sonrió altivo, cuanto adoraba las formas de esa extraña mezcla de razas a la que ahora llamaba su salvadora - Debes descansar...

- Ya tendremos tiempo para descansar - La poderosa inmortal levantó ambas manos en un intento vano por abrir otro portal

- Esa es una idea suicida... es estúpida - Loki no le temía, por más que intento no generar ese jodido lazo estaba perdida, el príncipe sería por siempre su amigo.
- Ven aquí - La cama de rocas se transformó bajo los trucos del ilusionista, ahora descansaba sobre una mullida capa de pieles y almohadas gitanas las que sabía tanto adoraba la mestiza, Andriade enarco una fina ceja castaña en un gesto de fastidio
- ¿Crees que con ese truco me forzaras a descansar? - Loki le dedico una de sus impecables sonrisas encantadoras, esas que reservaba solo para los seres superiores a los que quería o necesitaba agradar.
- Está mucho mejor que esa cosa de la edad de piedra en la que me recostaste - La mestiza se lo pensó un segundo debatiéndose por discutir al Dios o tomar su oferta.
- Córrete - Le contesto al final, era poderosa más no infinita, debía descansar, gateando por la fría roca cubierta por las pieles llegó hasta el costado del Dios, Loki suspiró más calmado al ver que Andriade no seguiría con su maratón.

- Buena chica... aosush! - Ese golpecito en su costado fue suficiente para cerrarle la boca al dueño de la afilada lengua de plata.

Loki sujeto su capa, cubriendo con la verde tela el cuerpo semidesnudo de la mestiza, luego se acomodó dejando que Andriade se acurrucarse en su costado, sin decir nada y entendiendo que esa escena sería borrada de su memoria o le costaría la vida revelarle a alguien que la temida Andriade mostró debilidad durmiendo entre sus brazos.

- Buenas noches bella durmiente - susurro el Dios al ver como las runas mágicas a su alrededor se encendían de un dorado tenue - A lo menos yo tendré en algo en lo cual entretenerme.

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