Capítulo 34| F is for Frank (Forget the Fight)

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Por Lisey.

Nada más el llanto de Jessica podía oírse por la habitación, y entre el silencio estiré mi brazo para tocar el hombro de Dallon y llamar su atención. Sus ojos me observaron preocupados. Rodeé su cuerpo con uno de mis brazos y él me imitó, haciéndome esconder en su pecho.

Me aparté cuando escuché un portazo que provenía desde la puerta principal.

–¿Pasa algo malo? –susurró Spencer quitándose su chaqueta –, ¿Por qué todos tienen esa...? Lisey, ¿Por qué lloras?

Di un paso a un lado negando levemente, sintiendo un enorme nudo en mi garganta. Mi mentón comenzaba a temblar y debido a eso, pasé una de mis manos por mi rostro, intentando tranquilizarme. No deseaba verme patética, menos frente a Brendon y Jessie quienes me observaban expectantes. Parecía que en serio deseaban verme estallar en mil pedazos.

–Tengo que irme –dije al fin con la voz quebrada caminando hacia la salida–, nos vemos pronto, Spence.

–¿Qué? No –dijo él tomándome de un brazo –, ¿Para dónde vas? ¿Qué haces con esa maleta?

–Tengo que irme, ¿Entiendes? –susurré frente a él observándole suplicante.

Sus ojos azules parecieron conectarse con los míos. Así como había sucedido con Dallon, la expresión medio enfadada y confundida de Spencer cambió rápidamente a una triste, haciéndolo terminar con un suspiro de todo menos tranquilo.

Sin siquiera dejar de observarme, hizo puño sus manos y separó sus labios con duda.

–Brendon, ¿Qué es lo que le has hecho a Lisey? –exclamó duro –. Anda, dímelo.

El nombrado simplemente le observó en silencio con una mueca en su rostro y luego dirigió su mirada a mí, obligándome a apartar la mía. Ni siquiera podía resistirlo, me dolía el pecho, el alma el no ser capaz ni de dirigirle la palabra. A la vez, estaba llena de cólera, me sorprendía su poca capacidad de decir las cosas a la cara, de aceptar que él tenía la culpa.

Si en ese momento me hubiesen preguntado quién era la persona más cobarde del planeta, hubiese respondido que Brendon Urie.

–Pregúntale a Sarah –me desahogué –, y por favor, cerciórate de que esté enterada también.

Todos en la habitación volteamos a ver a Brendon quien se encontraba con la mandíbula apretada y las manos hechas puño, con la mirada clavada en la mía y el cabello más que desordenado. Estábamos estáticos, ahora nosotros expectantes.

Pensé en tomar mi maleta e irme de una vez, pero la reacción de Spencer me sorprendió de tal manera que tuve que soltar todo y correr a tomarlo por el brazo.

–¡Eres un hijo de puta! –alzó la voz, enfadado y acercándose a Brendon dispuesto a golpearlo –, ¿Qué fue lo que te dije respecto a Lisey? Te pedí no te atrevieras a hacerle daño, ¿Lo recuerdas? Dime imbécil, ¡¿Lo recuerdas?!

Dallon se interpuso entre ambos junto con Jessie quien chillaba y lagrimeaba desesperada. Parecía que todos menos Brendon nos habíamos sorprendido por el actuar de Spencer, y cuando éste empujó a Dallon para que se apartara de su camino, los alaridos que soltábamos comenzaron a subir de volumen, armando un verdadero griterío dentro del apartamento.

–¡No te atrevas a tocarlo! –chilló Jessie apuntándole con un dedo –, ¡Brendon no tiene la culpa!

–¡¿Cómo que no tiene la culpa?! ¿Acaso estás bromeando? –esta vez habló Dallon con un poco de dificultad mientras seguía resistiendo contra la fuerza de Spencer –, ¿Es en serio Jessica?

Can't Fight Against The Youth| Brendon UrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora