Capítulo 17| Twisted Oil Painting

247 16 0
                                    

Por Brendon

Desde ese día en el restaurant no vi a Lisey en un par de semanas, casi un mes y es que nadie le había visto tampoco; parecía estar casi completamente desaparecida.

A través de mensajería virtual contestaba poco y a veces nada, ¿Llamadas? Ni hablar, y cuando se trataba de visitarla, la casa vista desde afuera parecía haber sido abandonada hace tiempo; ¡Teníamos la llave, claro! Pero cada vez que le preguntábamos si podíamos visitarle ella nos daba una respuesta negativa excusándose con lo ocupada que se encontraba. No podíamos llegar y entrar así como así, teníamos la llave pero también teníamos respeto hacia su espacio personal.

Luego me encontraba caminando por la acera, con las llaves girando en mi dedo índice y con mis manos congeladas en el frío. Lisey por fin había contestado una de mis llamadas accediendo a una visita sólo mía; me había pedido que fuera por la tarde, casi anocheciendo pero yo, insistente y preocupado salí del apartamento antes, alarmado también por su tono de voz. Se oía bastante deprimida.

Mientras colgaba mi abrigo en la entrada me di cuenta de un detalle más que obvio, por dentro la casa se veía igual de mal que por fuera; el living estaba sucio y es que los envoltorios de comida chatarra eran los que más destacaban entre todo, el sofá parecía estar fuera de lugar, casi en un rincón del salón y con algunas prendas de ropa repartidas por encima.

Guardé las llaves en mi bolsillo para evitar el ruido innecesario cuando escuché que en la ex habitación de Jessie una canción de un estilo casi punk ochentero retumbaba en toda la casa. Y decidí averiguar por la cocina sólo para encontrarme con más envoltorios de comida y platos sucios desde, aparentemente, hace siglos que no eran lavados. Opté por buscar lo que realmente interesaba.

La habitación de Jessie estaba completamente cambiada respecto a la imagen con la cual me había quedado hace un tiempo; estaba completamente vacía. ¿Dónde se encontraban los muebles, la televisión? El lugar completo irradiaba el color de las paredes de una manera casi cegadora gracias a la luz que entraba por el ventanal. Paredes blancas y el suelo cubierto por un plástico el cual antes parecía ser transparente y que luego sólo se encontraba completamente salpicado con pintura y con sus respectivos botes a un lado.

Radio, live transmission.

Lisey estaba en medio de la habitación, dándole la espalda a la puerta junto con un atril y un lienzo. Jamás le había visto de esa manera; lucía un jean el cual parecía estar roto y sucio, estaba descalza, con una camiseta recortada por el cuello y con el cabello completamente tomado. Movía sus brazos en el aire y sus caderas intentando seguir el ritmo de la música mientras sostenía un pincel grueso en su mano derecha.

Listen to the silence, let it ring on...–le escuché cantar bajo tratando de imitar la gravedad de la voz del vocalista.

Sonreí leve y me apoyé en el marco de la puerta con los brazos cruzados; no podía ver el rostro de Lisey pero pude jurar que se encontraba con los ojos cerrados, dejándose llevar completamente. De forma repentina lanzó una pincelada y luego otra, cabeceando leve y moviendo el pie al ritmo de la música. Tarareó y se acercó más al lienzo dando una pincelada cuidosa con un color anaranjado fuerte, luego cambió de pincel y un color rojo le siguió al anterior, luego un color parecido a un rosa fuerte apareció. ¿Era algo parecido al fuego lo que veía en su lienzo? Lisey rascó su nuca con la parte trasera del mango y dejó el tubo de lo que creí, era óleo a un lado. Revolvió una caja llena de tubos de la misma especie y sacó del color azul y del gris, destapando uno con los dientes, creí, sin dejar de tararear.

Dance, dance, dance, dance, dance to the radio –cantó fuerte y luego repitió dejando caer los pinceles sin ningún cuidado –. Well I could call out when the going gets tough... –siguió y apretó un tubo dejando salir la pintura y caer sobre su brazo, repitiendo lo mismo con el otro color.

Can't Fight Against The Youth| Brendon UrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora