Cap 33: El Patio- Pablo López

1.4K 72 2
                                    

Narra Amaia:
Me desperté mas temprano que ayer, hoy si que tenia ensayo, faltaba menos de un mes para el estreno del musical, y también faltaba apenas una semana para mi cumpleaños, aunque nadie me había comentado nada de fiestas. Deje a Alfred durmiendo, parecía un bebé y no pude resistirme y le di un beso y me marché corriendo hacia el teatro.
En el descanso de los ensayos me llegaron bastantes mensajes, miré el de Alfred: Me voy a casa, esta noche supongo que estaré allí, si quieres te pasó a buscar.
Le respondí aprobandole la propuesta y luego miré el mensaje de Mati: ¿Podemos quedar en el descanso? Estaba un poco enfadada por lo de ayer, pero tampoco quería decirle que no, alomejor queria disculparse. Y por último otro mensaje del número oculto: Veo que no me haces caso, tendré que hacer algo. A ese tio/tia se le iba la pinza bastante, como podía saber tanto de nosotros sin darnos cuenta, es increíble.
Quedaban 10 minutos de el descanso, así que fui al bar donde había quedado con Mati, ya estaba sentado en una mesa y con dos cafés.
-Hola Amaia.- dijo con cara de circunstancia.
-Hola.
-Simplemente te quería pedir perdón por lo de ayer, no sé en que estaba pensando.
-No pasa nada, Alfred tampoco izo bien.
-¿Tiene mucha herida?
-Nada, solo la ceja. Bueno creo que tengo que irme, empiezo otra vez.- dije levantamdome de la silla.
-¿Nos vemos en el bar esta noche?
-No ya no trabajo durante un tiempo, por los ensayos y eso. A parte había quedado con Alfred. Otro día.
-Nos vemos.
Último pase del día, en las sillas del teatro ví una sombra a lo lejos,
pero no sabía distinguirle, hasta que acabé de cantar y se encemdieron las luces. Los Javis aplaudiendo, había sido uno de los mejores pases sin duda, ya podian irse a casa con buenas sensaciones de que todo iba a salir bien.
-Amaieta, has estado increíble.
-Muchas grácias.- y nos dimos un beso.
-Alfred! Cuanto tiempo!.- dijo Javi Ambrossi que no se había dado cuenta de su presencia de lo concentrado que estaba en la obra.
-Me lo he encontrado por la calle y lo he traido de espectador.- dijo Calvo.
-Os podrias venir a nuestra casa y cenamos todos juntos!.- dijo Ambrossi entisiasmado.
-Yo encantado, ahora la señorita manda.
-Por mí perfecto.
-Pues vámonos.
Recuerdo la última vez que pisé la casa de los Javis, sin Alfred. Esa casa siempre me había parecido la más bonita sin duda de todas las que había visitado, era como un museo de la música. Mientras los Javis preparaban la cena, fui a dar una vielta por la casa, a echar un vistazo a una habitación que no había visto, aún mas llena de carteles y discos de vinilo, y muchos libros, me quedé embobada mirando los diferentes carteles, hasta que alguien me abrazo por detrás.
-¿Te gusta?.- me dijo sin dejar de abrazarme.
-Me encanta, hay tantas cosas.
-Nuestra casa puede ser así, o mejor.
Ese comentario me pareció tan tierno que se merecia un buen beso y así fue.
Nos sentamos en la mesa y empezamos a comer, hablamos de la música, la carrera de Alfred, las diferentes obras de los Javis y nuestra vida en general, hasta que Javi Calvo se salió del tema.
-Últimamente pican mucho los mosquitos,¿No Amaia?
-¿Por qué lo dices?
-Nosé, tienes como una picadura en el cuello o algo así.- Mierda, todos sabiamos que no era una picadura.
-Si, esque tengo la sangre muy dulce.-dije intentando arreglarlo y mirando a Alfred
-Hay una nueva espécie, se llaman Alfred o algo así.- dijo Ambrossi.
Todos reímos, alfin y al cabo estabamos de coñas pero no me había podido dar mas verguenza esa situación.
Nos propusieron quedarnos a dormir, ya que entre tanta charla, se habían echo las tantas de la noche, y estabamos todos muy cansados. Al meternos en la cama , recordé el nuevo mensaje del número desconocido, y decidí contarselo a Alfred.
-Oye Alfred, que me ha escrito el número oculto.
-Y ¿Que te ha dicho?
Fui a buscar mi teléfono, que mw lo había dejado en el salón y luego le enseñe a Alfred el mensaje.
-Este tio nos espia o algo.
-Pues se ve que si, tendriamos que buscarlo o algo, haber si para ya con los mensajitos. A por cierto, Mati me ha pedido diculpas por lo de ayer.
-Que bien.- dijo sarcasticamente.
-Alfred, a mi Mati tampoco me entró la primera vez, pero es buen tio, te lo prometo.
-Sigue sin entrarne, anda vamos a dormir.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
Otra vez, la misma habitación, todo oscuro yo atada, pero atada con mucha más fuerza, sin poder desatarme la cuerda que paralizaba mis manos, y así sin tampoco poder deshacerme de la conta que tapaba mi boca. Esta vez me fijaba en la ropa que llevaba, de discoteca.
Intenté gritar, o emitir sonidos para que alguien me escuchara, pero solo conseguí escuchar los mismos pasos que la otra vez. Empezé a dar pataletas y a emitir sonidos más fuertes, y otra vez él.
-Tranquila pequeña.- me sacó la cimta de la boca.
-Que nos soy tu pequeña! SOCORRO!
-No hace falta que grites, nadie va a venir a buscarte, ni tus amigos ni Alfred NADIE
-Que le has echo.
-Me he encargado de hacerle un trabajito y que quedé incapaz de venir a buscarte.
-Estas loco joder! Le has pegado?!
-Se podria decir que le he pegado jna buena paliza, ¿lo quieres ver?.- se encendió una televisón y pude ver un montón de pantallitas, en una estaba Alfred, con la cara llena de heridas y medio imconsciente atado en una silla como yo. Y empezé a llorar como nunca.
-Joder Alfred! Alfred!
-¿Amaia estás bien?
Me desperté otra vez sudada y llorando, y con Alfred a mi lado.
Hola,
Se ve que ha habido un problema con un capítulo y se ha borradl o algo y nosé como recuperarlo pero bueno, si alguien sabe esto...

DestinadosWhere stories live. Discover now