Destinados

Cap 22: Meet me on the streets- Alfred García

Narra Amaia:
Me despedí de los Javis con la carta de Alfred en la mano, estaba merviosa por abrirla pero esperé a llegar a casa para poder leerla tranquilamente.
Llegué a mi casa y pensaba que estarian todos reunidos en el sofá, pero no fue así, en el piso aparentaba no haber nadie, pero grité un "hola?" para confirmarlo. Alomejor Aitana estaba en su habitación.
-Aitana?
Alguien abrió la puerta, y esa era mi compañera de piso y mi mejor amiga, mas bien dicho mi hermana. Tenía los ojos hinchados, me sentía un poco culpable, había pasado algo y yo no había estado con ella para poder abrazarla, ultimamente siempre que abría esa puerta veía a Aitana destrozada.
-Amaia, donde has estado?
-En casa de Alfred me quedé a dormir allí, pasa algo?
-Nada, simplemente que Cepda no me habla.
Le abrazé fuerte ella me contó todo lo que había pasado, le prometí que hablaría con él y que todo se arreglaría. Sin darnos cuenta se nos icieron las 12 de la noche y Aitana decidió irse a dormir. Se me había olvidado por completo la carta de Alfed así que me dispuse a abrirla, Para Amaia, tenía una letra preciosa.
Hola Amaieta,
El jueves me voi para Madrid durante un tiempo y bueno quería aprovechar nuestra última noche como nunca, mañana te espero a las 10:16 de la noche en la azotea de mi piso.
T'estimo
Alfred.
Tube sentimientos encontrados con esta carta, por una parte Alfed no me había contado nada de su ida a Madridy no emtendía porque, pero por otra parte seguramente me esparaba una de las noches más mágicas de mi vida.
Sonó el despertador, una, dos hasta tres veces pero no conseguía despertarme, estaba muerta. Esa mañana volví a releer la carta con una sonrisa dibujada, tenía unas ganas tremendas, pero sino llegaba a tiempo al bar Ana no me dejaría librarme de limpiar las mesas para poder ir a mi cita, si se podía deciar así. Pasó una mañana cualquiera en el bar, nada diferente a todo el mes que llevaba ya allí adentro, que rápido pasa el tiempo y como todo había cambiado, para mejor y esa noche se confirmaría.
Me fuí a casa una hora antes de lo habitual, esa noche tenía que arreglarme y no lo podía hacer sola.Al llegar a casa el panorama era increible: Agoney sacando toda la ropa de mi armario para decidir que me pondria esa noche y Miriam y Aitana maquillandome y peinandome.
El resultado fue espectacular, estaba irreconocible, Agoney se decidió por un vestido largo de tintantes azul oscuro con pequeños detalles brillantes que parecían estrellas. Miriam se decidió a llevarme ya que ella tenía coche, también se unieron Aitana y Agoney que no querian perderse el momento.
Tenía que admitirlo, estaba nerviosa, que sorpresa habría echo Alfred? Llamé al telefonillo y nadie me contestó simplemente me abrió la puerta, antes de que llamara al timbre, ví una nota pegada a la puerta "te espero en la azotea". No lo pude evitar, la felicidad estaba augmentandony con eso los nervios, subí las escaleras hacía la azotea y me encontré con toda la ciudad frente a mí, todas las luces de los edificios y las estrellas que se veian desde el cielo, felicidad.
Noté como unas manos taparon mis ojos, reconocía su olor así que no me sorprendí para nada, era Alfred.
-Estas preciosa.-no pude evitar sonrojarme.
-Tu también vas muy guapo.
Nos besamos, un beso dulce y sincero, le quería o le amaba.
-Bueno, acompañame.
Me llevó otra vez hacia su casa pero esta vez se dirigió a una habitación en la que nunca había entrado, estaban todas las paredes repletas de posters, pero lo que mas llamaba la atención, un piano blanco en medio de la habitación y un par de guitarras y una mesa repartidas por el espacio que sobraba.
-Concierto exclusibo de Alfred García con la invitada especial, Amaia Romero.
No pude evitar reirme y él antes de que me diera cuenta empezó a cantar. Cantó Londres, Meet me on the streets, las canciones que había compuesto para mi y aún seguía alucinando con el talento que tenía.
Acabamos como siempre, cantando nuestra canción City of stars, al piano y al acabar nos dimos un beso que fue a más, lo hicimos por toda la casa y acabos en su sillon yo encima de él, adentrandose en mi cuerpo como nunca, esa noche lo habíamos sentido como nunca y lo habíamos echo como nunca, disfrutando el uno del otro y al acabar una pregunta me daba vueltas a la cabeza.
-Porque te vas?