Cap 26: Por tu olor- El Kanka

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Abrí la puerta y no me encontré a nadie, escuchaba risas y una guitarra en la casa de al lado, así que supe que estarian todos reunidos, sin mí. Últimamente me sentía culpable por no estar con ellos, trabajo, Alfred, y eso me hizo pensar en la pesadilla otra vez, no estaban, no vendrian, simplemte solo me podía salvar yo. Porqué no me podía olvidar de la maldita pesadilla, cada cosa que pensaba aparecía. Dejé mis pensamientos a un lado, me decidí a abrir la bolsa.
Para Amaia
T'❤️
Solo podía ser de Alfred, y por sorpresa me encontré con sus sudadera gris, esa sudadera que se ponía siempre por las noches, para componer o simplemente para mirar una pelicula. Su olor inundó toda la casa, me recordaba a él, no pude evitarlo y decidí llamarlo, pero también acordé que las llamadas estaban prohibidas, se centraria 100% en el trabajo para volver lo más pronto posible.
Me pusé el pijama y luego su sudadera, otra vez el olor de él, lo inundaba todo.
Decidí irme a la casa de los vecimos, me apetecía estar con ellos, nunca quería perder esa costumbre que teniamos siempre de reunirnos en un sofá, simplemente para estar juntos, como en Friends.
Llamé a la puerta y me abrió Cepeda.
-Hombre, Amaia, hacia tiempo que no te veiamos por esta casa, bueno ayer estuvieste dos minutos pero eso no cuenta. Anda ven aquí!.-Dijo entre risas y me estrechó entre sus brazos fuertemente, cuanto tiempo había estado sin recibir uno de esos abrazos que tamto me gustaban.
-Bueno Amaia quieres algo?
-Pues una cerveza si tienes.
Me trajó la bebida y luego se sentó otra vez en el sofá, Miriam y yo como no cabiamos nos pusimos en el suelo, y notaba su mano rodeando mi espalda, estaba conmigo. Improvisamos un par de canciones, y acabos cantando como siempre Viva la vida de Coldplay, faltaba Aitana y Ana, pero seguía sonando icreible junto a las dos guitarras de Cepeda y Roi, que más tarde me cederian una para que yo también tocara con ellos. En esos pequeños momentos, te dabas cuenta de la suerte que tenias encontrandolos, personas desconocidas, en un simple hotel de Barcelona, que luego serian vecinos y tenian un bar donde se podian reunir siempre que querian, y luego aparecerian nuevas personas, que simplemente con unas pocas palabras sabias que estarian siempre o no? Eran verdaderamente hermanos para mi.
Me quedé a dormir en su casa, la verdad lo menos que quería era dormir con la casa vacía, sin nadie, sola. Así que improbisamos una mini acampada con Cepeda y Roi, no paraban de tirarse pullitas entre ellos y yo no podía evitar reirme, eran increibles. Cepeda se quedó dormido segundos después, así que aprobeche para hablar con Roi de un tema que tenía pendiente.
-Oye Roi, tu ayer donde fuiste con Miriam?
-Oye Amaia y esa sudadera que llevas de quien es?
-Roi no evites mis preguntas, se te nota nervioso.
-Nada, pues simplememte nos liamos y ya está. A mi me gusta mucho pero creo que yo a ella nada entonces.
Le abracé, en dos noches ya había hablado de desamor dos veces con personas diferentes, vaya caos.
-Y tu Amaia, me vas a contar lo del músico o que, porque no aparece y como te haya echo daño.
-Roi, no pasa nada, pues nosé, no tenemos etiquetas, simplemente nos queremos.
-Amaia esta enamorada! ay el musiquete.
No paraba de hacer bromas de Alfred y mías, no podía ser más icónico y pues entre risas nos quedamos dormidos los dos en el sofá.
Ya eran las siete de la tarde del dia siguiente, otra vez sola, ya que Ana no aparecía, otro día normal, sin mucha gente, hasta que otra vez la visita de Mati. Se acercó la barra, dónde yo estaba limpiando.
-Hola Amaia.
-Hola, quieres algo?
-Nada, solo venía a pedirte disculpas por la noche anterior, no empezamos muy bien y quiero que seamos amigos, trato echo?.- Alargó la mano hacia mí y por primera vez no ví nada raro en sus ojos.
-Trato echo.- estreché su mano con la mía. Luego empezabamos a hablar sobre su trabajo, lo que hacía , la verdad era un chico muy majo, más de lo que esperaba, nos dimos los números de teléfono y todo.
Al llegar a casa, me encontré a una Aitana apoyada en la mesa del comedor, seria y sin decir nada.
-Hola...
-Ahora Amaia me vas a contar todo.
-Todo?
Y así fue, conté la pesadilla, el porque de la escapada de la noche del karaoke y mi estado de ánimo. Aitana se sorprendió, Mati era un chico nuevo en Barcelona y le había contado que intentaria hacer amigos, pero siempre le resultaba díficil y no sabía porqué. Antes de ir a dormir, recibí un mensaje de alguien que no esperaba para nada:
-Todo bien por Barcelona?
Era Alfred, si me escribia es que algo pasaba.
-Si todo bien y tú?
Y antes de que Alfred pudiera contestar, algo me despistó.

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