― Pues tú lo has dicho ―dije soltando un suspiro. ―Pasé por cosas horribles. Pero creo que… creo que estoy empezando a mejorar.

De repente, el tomó mi mano derecha entre sus dos manos. ―Sé que no te gusta cuando te digo este tipo de cosas pero, lo único que quiero es que estés bien. Me importas ―levanté la mirada de nuestras manos a sus ojos azules.

― Estaré bien― susurré.

― Quisiera ayudarte con eso pero…

― Dohran ―dije en advertencia.

― Lo sé. Lo sé ―soltó mi mano y suspiró ruidosamente. ―Niall Horan ―dijo con la voz más alta. ―Él anda contigo todo el tiempo, siempre tratando de sacarte una sonrisa. Siempre tratando de traer de nuevo a la Dian de antes pero no lo consigue.

― ¿De qué hablas? ―dije frunciendo el entrecejo. No entendía de qué hablaba ahora.

― ¿Es que no te has dado cuenta? ―yo lo miré con expresión obvia. ―Niall ha estado estos dos meses tras de ti siempre tratando de que mejores pero… tú sigues igual. Y eso lo frustra tanto. Lo veo en su rostro.

― Yo… ―de repente los últimos dos meses vinieron a mi cabeza con rapidez. Tenía razón. Había estado tan ocupada en mi estado pos-traumático por todo lo sucedido que había pasado por alto todos aquellos momentos con él. Él siempre me acompañaba afuera, me llevaba a comer, intentaba pasar el mayor tiempo posible conmigo y yo nunca… lo noté. Ni siquiera recuerdo cuándo fue la última vez que lo besé. ―Tienes razón.

― La tengo ―dijo contento al escuchar mi confirmación. ―Él no sabe cómo arreglarte. Tal vez yo… si me das la oportunidad… ―sus manos tomaron la mía otra vez.

― Dohran, creo habértelo dicho ya ―dije quitando la mano de su agarre. ―Niall es… él es todo. Él me salvó tantas veces. Física y emocionalmente. Y si esta vez le ha costado más trabajo es por mi culpa, no por la de él.

Me levanté del césped y comencé a limpiar mi pantalón negro.

―P-pero…

― Te agradezco tus intenciones, sé que son buenas pero… No va a pasar ―me dio algo de pena decírselo así, pero tenía que hacerlo. ―No mientras Niall esté aquí.

Él frunció el ceño y yo comencé a trotar de vuelta a la Aldea.

Desde que vivíamos aquí, Niall había sido completamente un apoyo para mí. Es verdad que yo estaba muy ausente pero no creí que fuera tanto. ¿Por qué había dejado que influyera así en mi comportamiento? Sólo sabía que siempre me la pasaba pensando en qué pasaría si yo no me hubiera ido del Refugio cuando discutí con Elena. Y a mi cabeza siempre se venía como flashes la imagen de una enorme bestia mirándome desde alto, mostrando sus dientes listos para destazarme.

Cerré los ojos borrando el recuerdo y me detuve en la entrada de la Aldea una vez que entré. Apoyé mis brazos sobre mis muslos para recuperar un poco el aliento y desacelerar mi ritmo cardiaco.

― ¿Dian? ―levanté la mirada y vi a Niall enfrente de mí a unos metros en el patio principal de la Aldea. Él y más personas llevaban algunos trozos de madera en los brazos. Me miraba confundido. ― ¿Estás bien? ¿Pasa alg…?

No lo dejé terminar la oración porque rápido corrí hacia él y me lancé a sus brazos, besándolo con prisa.

Alejé de mí cualquier pensamiento que hubiera dejado entrar hace días y me concentré en lo que sentía mientras tenía los brazos de Niall en mi cintura una vez que reaccionó y soltó la madera. Sus labios comenzaron a jugar con los míos y yo pasé mis brazos a su nuca mientras me pegaba más a él.

Sin darme cuenta, me encontré a mi misma dándome cuenta de lo mucho que había extrañado la suavidad de su boca, la humedad de su lengua y lo tibio de su piel. Mi corazón palpitaba desbocadamente y sentía el pulso hasta en las orejas. Me separé sólo unos segundos para tomar aire y rápidamente volví a besarlo haciendo el beso más intenso.

Él prácticamente tuvo que separarme de él aplicando un poco de fuerza.

― ¿Qué… q-qué fue eso? ―dijo cuando apoyé mi frente sobre la suya. Reí un poco al escuchar su voz en inestabilidad. Me resultaba fascinante el hecho de ponerlo nervioso.

― Lo siento.

― ¿Por qué? ―dijo ahora separándose un poco de mí para ver mis ojos.

― Por todo. Estuve tan distante a ti estos días a pesar de que siempre estabas a mi lado. Lo siento muchísimo. No fue mi culpa, no me daba cuenta. Te amo. Te amo y te extrañé inconscientemente aunque no lo creas. ¿Me perdonas?

Él rio esta vez. ―Está bien. Sólo quería traer a mi Dian de vuelta ―yo asentí. ―Te amo, mi vida.

― Te amo ―volví a repetir.

― Te amo ―dijo el riendo. Entonces apretó su agarre en mi cintura y me elevó del suelo con facilidad mientras me daba vueltas.

Mi risa brotaba de mi garganta sin esfuerzo y parecía causar un efecto contagioso en él. Hacía mucho que no reía así y hacía mucho que no lo escuchaba a él reír así.

Niall había cambiado tanto desde que lo conocí. Pasó de ser ese Niall hostil y frío a ser un hombre tan tierno y dulce conmigo. Me encantaba este lado de él.

Tomó mis piernas y me cargó esta vez en forma nupcial. Entonces me di cuenta de que todos a nuestro alrededor nos miraban.

― ¡Niall! Todos nos miran ―dije mientras me aferraba a su cuello para no caer.

― No pareció importante cuando me besaste ―respondió con una risa. Yo me sonrojé, no lo había notado.

― No me di cuenta ―comenté.

― ¿Importa? Todos saben que eres mía ―dijo gesticulando. ―Y si no, ahora se los haremos saber. ―Se acercó a mí para besarme otra vez y yo no pude evitar soltar una pequeña risa sobre sus labios.

― Okay, Romeo y Julieta del amazonas, separen sus caras ya ―volteé a mi izquierda y vi a Claire caminando hacia a nosotros. Niall me puso en el suelo a un lado de él.

― ¿Qué pasa? ―pregunté con una sonrisa.

― Ahora que parece que mi amiga regresó a la vida, ―dijo alzando las cejas ―es hora de hablar sobre lo que está pasando en la Tierra.

Cualquier rastro de sonrisa desapareció de mi rostro. ¿Me había perdido más cosas importantes?

Destiny. | fanfic. (libro ahora disponible en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora