Peligrosa Seducción| disponible hasta 2/jul/21

Pt.2/ 22. Problemas

–¿No te quiso decir?– pregunta Sofía tomando de la raza de su café.

Estamos en una cafetería esperando que Clara termine de chismar con la decoradora.

–Si, y el quiere un regalo muy especial.– nada más de pensarlo me da un tanto de vergüenza –¿Cómo cárajo sabré?

–¡Oh no! ¿Es lo que estoy pensando?– grita/ susurra.

–Necesito un buen trago de whisky para crear valor.–

–No seas tonta, te encantará.– dice y la miró raro, no quiero saber si la quién habla es la experiencia.

Clara sale y chocó con Chad.

–Hey!– lo saludo y luce candado –¿Pasa algo?–

–Luego te hablo, linda.– dice y me sonríe sin ganas.

Qué raro.

Las chicas me dejan en el departamento de James donde él insistió que me mudara, cosa que me negué rotundamente porque uno: tengo mi propia casa, dos: tengo el departamento vacío de Sofia. Pero claro, quien se iba a recistir.

Entro y veo a James quien está recostado del mirar con los brazos cruzados y sonriendo. Camino lentamente hacia él y le sonrió –Hola.–

–Luces preciosa.– dice y besa mis labios, quiere seguir pero lo corto.

–¿Porque tienes esas maletas a tu lado?– pregunto dándome cuenta sobre la existencia de esas maletas.

–Es que Holly...te tengo una noticia...– el dice sonriendo pero mi celular lo interrumpe.

–Disculpa...– cojo la llamada –Buenos días.–

–Benas, Holly.– dice Emma –Los de Alaska quieren negociar, tienes que viajar.–

–Sabes que yo no viajo...– digo y observó a James que luce serio –Manda a J, él sabe qué hacer en eso.– digo.

–Se lo diré.– contesta Emma –Tienes que tener en cuenta todas los correos que llegaran a partir de hoy, estas hasta el tope.–

–De nuevo...– suspiro –No te preocupes y gracias como siempre Em.– cuelgo.

–¿Pasa algo?– pregunta James preocupado, niego.

–Cosas de trabajo.– sonrío para tranquilizarlo.

–Bueno, está bien. Como te estaba diciendo...– mi celular llega un mensaje y ruedo los ojos. Lo ignoro y le pido que continúe –Quiero que venga conmigo a visitar a mis padres, se pondrán muy felices.– sonrío de oreja a oreja pero luego mi sonrisa se desvanece –¿Qué ocurre?–

–¿Cuándo?– el asiente.

–Todo está semana.– dice.

–Oh, no.– digo –No puedo...y si iría, tendría que estar metida en el computador y atendiendo llamadas.– hago una mueca y el frunce el ceño.

–¿No puedes librarte del trabajo? Estamos en vacaciones, Holly.– parece enojado.

–Si, pero, es algo muy importante, digo, todo es importante en esta empresa, depende de mí.– digo tratando de mantener la calma.

–Pero yo solo quiero unos días, no toda la vida.–

–Pero James, tú no entiendes.– respiro –Solo eres un simple profesor y nunca va a entender el cargo mío.–

–Con que un simple profesor.– el entre hambre su boca y rasca su barbilla.

–No quise decir...–