Pt. 2/ 1. Mi vida

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4 años después,
20 años.

Aquí estoy abuelo, aquí estoy mamá, aquí estoy papá, aquí estoy tío, aquí estoy tras un escritorio dentro de la empresa que crearon con tanto esfuerzo y dedicación. Es difícil, muy difícil ser jefa y estudiante adolescente, pero todo por su voluntad, todo por ustedes.

El teléfono de la oficina suena de nuevo, coloco el retrato en su lugar y tomo el celular.

–Dime Emma.– digo.

–Tienes una llamada entrante en la línea cuatro, es la encargada de la línea de ropa.– dice Emma con ese tono de profesional de siempre.

–Gracias Emma, pásamela.– digo y espero a que se conecte –Buenas tardes señora Anderson.– digo fingiendo emoción, sinceramente esa vieja es el diablo, y no es es la primera vez que alguien de mi trabajo no me cae.

–Oh, querida Holly.– dice con ese tono inglés –Iré directo al punto como siempre.– suspira exageradamente –¿Donde están mis modelos? ¡Necesito modelos!–

–Oh, mierda.– susurro por lo bajo –Señora Ander...– me interrumpe.

–Señorita.– corrige con autoridad y ruedo los ojos.

–Señorita Anderson, no se preocupe por los modelos, tendrán sus modelos antes de la pasarela.– digo buscando un bolígrafo y apuntándolo en mi agenda completamente llena.

–¡De los mejores o no hay negocio!– chilla y suspiro frustrada.

–Discúlpeme, tengo otra llamada en la línea.– digo y la tomo –¿Hola?–

–Holly, soy yo.– dice Sofía.

–Sofía estoy trabajando.– digo –¿Qué pasó?–

–¿Donde as puesto el pañuelo de Maya?– pregunta a regañadas.

–Mierda, está en mi auto.– digo tomando mi cabeza frustrante.

–¿Qué? Holly, sabes que Maya nunca se dormirá sin su pañuelo.– me regaña Sofía.

–Lo sé, lo sé, es mi falta pero tampoco me regañes ¿eh? Estoy muy ocupada.– digo.

–Siempre lo estás.– suspira liberalmente –Maya no tomará su sienta y Sofía no podrá descansar del trabajo.– dice Sofía hablando en tercera persona.

–Prometo que llegare temprano y se lo daré.– digo.

–Eso espero.– dice y cuelga.

–Señorita Anderson ¿sigue ahí?– pregunto.

–Si, y me molesto completamente que me aya dejado esperar.– hace un "jum" enojado –Hasta luego y espero que cumpla con su palabra señorita Holly.– y cuelga.

Y es aquí cuando sobo mis cienes y respiro agitadamente por la frustración. Todo depende de Holly ahora.

Toco el teléfono y le pido Emma que le avise a Nico que lo necesito.

–¿Pasa algo Holly?– pregunta Nico al entrar, luce cansado pero me regala una tierna sonrisa.

–Pasa mucho pero uno de ellos es los benditos modelos de la vieja botox.– suspiro tres veces.

–Me an llamado de Miami, an cancelado la pasarela.– dice Nico con temor.

–¿Me estás jodiendo?– pregunto poniéndome de pie y señalándome.

–Negativo.–

–Estamos muertos.– arrojo el bolígrafo al escritorio y tapo mi rostro –Okay, esto es lo que haremos.– Nico se acerca más a mi –Hoy buscaré un lugar lindo, lujoso y con estilo, luego te lo diré y tu junto a Emma se encargarán de regarlos por todos los lugares ¿entiendes hasta ahora?– el asiente –Bien, luego tenemos que pensar alguien quien pueda venir y atraer a la prensa.– camino en círculos por la oficina –Pensare eso luego.– suspiro –Mierda, los reflectores, la decoración.– ahogo un grito.

Peligrosa Seducción| disponible hasta 2/jul/21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora