Capítulo extra final: el reencuentro.

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—Lo siento, Issy —Fue lo único que salió de sus labios.

No obtuvo respuesta. Miró de reojo a Isabel y notó que tenía los ojos firmemente cerrados y los puños apretados; se estaba conteniendo, él lo sabía. Detuvo el auto a un lado de la carretera.

—¿Issy? —pronunció con suavidad. Ella finalmente abrió los ojos y le miró iracunda, con una mezcla de rabia y dolor. Zack tragó con pesadez, decidió posar una mano en su mejilla y acariciar a éstas con las yemas de los dedos. Ella se mantuve inmóvil, sin inmutarse en lo más mínimo—. Lo siento, Issy, sabes que suelo ser un imbécil a veces, soy un jodido celoso que odia a cada chico que se acerqué de forma pretenciosa a ti, sé que seguramente quieres golpearme, y créeme que eso no está mal porq...

Entonces, sin darle un segundo más a Zack para hablar, Isabel hizo lo que él menos se esperó; en un movimiento rápido atrapó los labios de Zack con los suyos, besándolo con furia, no era un beso pasional como los que solían darse casi siempre; no era un beso tierno como acostumbraban: era un beso exigente, un beso rabioso que sorprendió a Zack a tal punto que no pudo seguirle el ritmo los primeros segundos.

Se separaron e Isabel volvió a recargarse en su asiento, dejando a un muy confundido Zack en el aire.

—¿Qué fue...? —dejó la pregunta en el aire sin poder hablar con normalidad.

—Guarda silencio y conduce, aún estoy enojada contigo —contestó ella, sin un tono establecido de voz.

Zack aún abrumado por lo que acababa de pasar, hizo lo que su novia le dijo y puso el auto en marcha nuevamente. No entendía qué había sido ese extraño arranque de Issy por besarlo de ese modo, en ese momento quiso saber qué pensaba la chica, cada día entendía menos a las mujeres, él la conocía: ¿es que acaso no lo golpearía o lo haría sufrir ni nada? La miró de reojo, y vio cómo de repente formaba una sonrisa de suficiencia. Oh no, eso indicaba cosas malas, muy, muy malas. 

—Hoy no habrá nada de sexo —soltó ella, como si hubiese leído sus pensamientos.

Zack abrió los ojos desmesuradamente.

—¡Issy! —se quejó, haciendo que la chica sonriera aún más.

—No pienso cambiar de opinión, fue tu culpa por comportarte como un imbécil —explicó ella.

Zack comenzó a gemir como un niño de tres años, pero no dijo nada, sabía que Isabel estaba hablando muy, muy en serio. El resto del camino se pasó en silencio.

Una vez hubieron llegado al lugar acordado apagó el motor y se dedicó a observar la reacción de Isabel. Ésta miraba al frente sin dar crédito a lo que veía ¿esta había sido la idea de James?, no sabía por qué se sorprendía tanto; debió haberse supuesto que la convocaría a ese lugar especial, pero eso no evitaba que su corazón se oprimiera con los recuerdos y la lágrimas se acumulasen en sus ojos. Ese era un lugar especial: el sitio en el que James y ella solían ir cuando querían salir a algún lugar.

Zack miraba cómo las lágrimas descendían de los ojos de su novia, anonadado, ¿acoso ella estaba llorando porque se iba a reencontrar con todos sus amigos, o había algo más en todo eso?: no supo encontrarle respuesta a esa pregunta y siguió mirándole por otros segundos con el ceño fruncido, luego echó la vista al frente y de nuevo a ella. No sabía por qué Isabel se ponía así por ese simple parque de diversiones, no obstante, decidió no preguntar, envés de eso pasó los dedos por las mejillas de Isabel quitando las lágrimas y le dedicó una sonrisa de apoyo cuando ésta le miró.

—Vamos —le animó él—, ya nos deben estar esperando adentro.

Ella se quitó cualquier resto de llanto del rostro y sonrió entusiasmada. Al único que había visto en menos de un año había sido a su querido Matt, Stephanie, James y Lucas eran otro cuento.

Insoportable [Sin editar]Where stories live. Discover now