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| Algún tiempo atrás

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| Algún tiempo atrás. |

  
Los científicos rusos trabajan en su laboratorio secreto en América tranquilamente cuando la voz enojada del barón se hizo presente en la habitación.

—¡¿Dónde están los Nikolaevna?!

     El señor sabía que estaba en problemas y el porqué, pero no sabía la razón por la que llamaba a su esposa. Ella, con la ayuda de su marido, se levantó de la silla con dificultad a causa de su gran abultado vientre.

—Aquí estamos. — Dijo el hombre en ruso.

—¡A mi oficina en este instante!

     La pareja le hizo caso al jefe y se dirigieron a la habitación. La mujer sabía que algo malo sucedería, nadie va a la oficina del jefe sin salir ileso.

—Señor Von Strucker ¿Está todo bien? — Preguntó la mujer con su dulce voz.

—Nada está bien, señora, porque su inútil marido dejó ir al sujeto americano para la prueba del experimento 128. — Dijo Wolfgang claramente molesto.

—¿Sujeto? ¡Era un niño!

— Lo dejaste ir, y por eso, tu primogénito pagará las consecuencias.

Unos hombres vestidos de negro entraron a la habitación sujetando a los Nikolaevna de los brazos e inyectándoles unos sedantes en los brazos. Los gritos de furia del hombre y los llantos de la mujer se fueron haciendo cada vez más inaudibles hasta que se durmieron.

Luego de un mes de tener encerrada a la señora Nikolaevna lejos de su marido, dio a luz a una pequeña bebe. La madre no quería que su bebé naciera, porque sabía lo que significaba.

—Déjenme ver a mi bebé... — Dijo la madre agotada por el parto. — Necesito verla una vez... ¡Quiero ver a mi bebé! — La mujer lloraba desconsoladamente, la tristeza de no ver a su pequeña eran tan grande que los doctores no sabían si la mujer llegaría hasta la otra semana.

A penas el barón Wolfgang Von Strucker tuvo a la pequeña es sus brazos, la llevó a la sala de pruebas y le inyectó en el brazo el suero especial.

— Según las cualidades del sujeto, el líquido debería hacerle efecto en un par de meses. Y si todo sale como lo planeado, las habilidades aumentaran hasta un noventa por ciento para cuando tenga los dieciocho años aproximadamente, pero deberán ir apareciendo y creciendo con el paso del tiempo. Al estar en niveles tan elevados, logrará controlar la gravedad, conexiones mentales y hasta la energía en movimiento.

El barón vió a la bebe con satisfacción. Era el inicio de una nueva raza de mutantes.


     Luego de un mes de estar monitoreando al bebé, una fuerte alarma a las tres de la madrugada despertó a todos los trabajadores que dormían del lugar y puso en alerta a todos los guardias. El barón corrió hasta el laboratorio del bebé en donde encontró la cuna de monitoreo vacía y los únicos ejemplares del suero no estaban.

—¡Encuentren al estúpido bebé!


     La señora y el señor Nikolaevna caminaban lentamente a través del frío Brooklyn, la madre apegando su pequeña bebe a su pecho de manera que pudiera transmitirle su calor y protegerla de la pequeña tormenta de nieve. Era primera vez que veía a su pequeña y que la tenía en sus brazos, pero no sabía si sería la última vez que la vería.

     Eran pasado las tres de la madrugada, para ese tiempo ya pensaban que habían descubierto la desaparición de la niña y que pronto los encontrarían vagando a unos kilómetros del laboratorio secreto.

—Querida, debemos hacer algo. El tiempo se agota y cada vez está helando más. — Dijo el hombre acariciando la mejilla de su bebé que dormía tranquilamente escuchando los latidos de su madre.

—No puedo permitir que se la lleven a ese lugar otra vez.

     Una tenue luz parpadeante les llamó la atención, provenía del pórtico de un edifico. La luz parpadeante les dificultó leer la escritura a un lado de la puerta.

"Orfanato de Brooklyn."

     La pareja, con el corazón roto, sabía lo que debían hacer. A paso lento, ya sea por la tormenta o por querer hacer el tiempo más duradero, se acercó al pórtico. Ambos, con lágrimas en los ojos, abrazaron a su pequeña en lo que podía ser su última vez con ella.

— Espero que alguna vez me perdones, cariño. — Dijo el hombre en un susurro a su hija.

— Todo estará bien, eres fuerte, eres una Nikolaevna. — Dijo la madre, mas para ambas que para  su hija. — Te amamos con todo el corazón.

La mujer dejó a su bebé a un lado de la puerta y, con dificultad, tocó el timbre del lugar. La pareja corrió a esconderse detrás del edificio de al frente y desde allí vieron como una joven señora, sorprendida, tomó a la bebe y la entró.

La señora Nikolaevna lloró en los hombros de su marido.

—Debemos irnos, querida. Entre más lejos estemos de aquí, mejor será para Milenka.

Luego de media hora, los cuerpos de los Nikolaevna fueron encontrados a un lado de la calle entre la nieve por los hombres del barón Strucker. Los hombres no encontraron rastro de la niña pensando en que sus padres la habían arrojado al río.

     Una bebe que se había vuelto una leyenda para Hydra...

•••

Cualquier duda sobre la historia no dude en preguntar, encantada les respondo.

Se acerca el final, pero todavía tengo historias de Atenea para contar.

Que tengan un buen día.

xx, Saturno.

Milenka: Nombre de niña de origen ruso que significa "mi pequeña".

Identity. | Peter Parker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora