Identity. | Peter Parker.

3.9

     El timbre de la escuela sonó por todo el establecimiento indicando la hora de entrar a clases. El pasillo comenzaba a vaciarse, dejando a la chica sola junto a su casillero. Ella buscaba su libro de álgebra cuando escuchó que no quería oír.

— Atenea, por favor, escúchame... — Dijo el chico llegando a su lado.

— Déjame en paz, Parker, voy tarde a clase.

— Solo escúchame un minuto, yo... — El cuerpo de la chica cayéndose interrumpió al chico. Peter, gracias a sus sentidos arácnidos, logró sujetarla antes de que tocara el suelo. Atenea aún no controlaba esa nueva habilidad, y al tocar el libro de álgebra que Tony había comprado, hizo conexión con él. Sucedía de vez en cuando, no con todas las cosas que tocaba. — Oh dios ¿Estás bien? — Preguntó él muy preocupado.

— Si lo estoy, Parker, sólo déjame sola. — Dijo volviendo a levantarse.

— Lamento no habértelo dicho, yo quería decírtelo, pero...

— ¡Eso no entiendo, Peter! ¿Porqué no lo hiciste? Dios, sabes absolutamente todo de mi, te lo he dicho todo. Conoces hasta ese lado de mi del que no estoy orgullosa, ese lado que intento ocultar seis pies bajo tierra ¿y aún así no pudiste decirme sobre tu identidad?

— Quería protegerte, eres muy importante para mi y no quiero que nada te pase.

— Gracias por salvarme en Washington, pero no necesito que me protejas, puedo hacerlo sola.

— Lo sé, pero eso no impide que no me preocupe.

     Realmente le había dolido que Peter no confiara en ella lo suficiente como para decirle la verdad.

— Creo que será mejor que no vayamos juntos al baile de bienvenida. — Dijo ella con el nudo en la garganta.

— ¿Qué?

     Atenea, con el corazón hecho trizas, se alejó del chico de ojos oceánicos.

— Atenea... por favor... — Dijo Peter en voz baja. No lo oyó, ya se había alejado.