12. ¿De Dónde Viene la Magia?

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21 de Septiembre de 2017.
Hora: 3:27pm.

Nos encontramos en la clase de vuelo.

Habían pasado ya dos semanas desde que las clases en Hogwarts habían iniciado. Los niños encontraron en sus Salas Comunes un comunicado informándoles que el próximo Jueves comenzarían sus clases de vuelo.

Jenna casi grita de emoción, aunque la verdad era que se sentía nerviosa. Había leído muchos cuentos e incluso visto caricaturas sobre brujas que volaban en escobas. Ella nunca hubiera pensado que tendría la oportunidad de hacer lo mismo.
Scorpius ya había volado antes, y les contó que en su casa tenía su propia escoba, una Starbuster, la mejor escoba del mercado, pero los de primero tenían prohibido tener su propia escoba en Hogwarts, así que debió dejarla.

Al parecer, cada niño que había crecido en el Mundo Mágico había volado antes, incluso jugaban al Quidditch en sus casas. Por supuesto, siempre habían excepciones. Albus nunca había sido un apasionado al Quidditch, e incluso había intentado volar sin mucho éxito, ganándose siempre las burlas de su hermano y primos. Albus era el que más se hallaba nervioso de entre todos. No quería seguir siendo el hazmerreír de todos, y algo que le fastidiaba era que muchos esperaban que fuera un amo de la escoba, como su hermano James y su padre antes de él. 

Habían llegado al prado que se encontraba al otro lado del Bosque Prohibido, Gryffindor y Slytherin compartían la clase. Las viejas 20 escobas del colegio estaban acomodadas sobre el césped y cada alumno de Primero se encontraba a la espera del instructor. Llega entonces Madame Hooch, la instructura de vuelo y árbitro de los partidos de Quidditch del colegio, una mujer con rostro severo y ojos como de halcón.

-M.Hooch: ¿Qué están esperando? Colóquense justo al lado de sus escobas. ¡Rápido!

Los niños corren a colocarse cada quien en la posicion indicada.

-M.Hooch: Extiendan su mano sobre la escoba (les muestra cómo), y luego griten: "¡Arriba!" Muy claramente. De acuerdo, ¡háganlo!

Los niños hacen inmediatamente lo que la instructora les indica. Como muchos lo esperaban y para sorpresa de otros, algunas escobas acudieron inmediatamente al llamado, entre ellas la escoba de Rose y la de Scorpius:

-Rose: ¡Sí! (celebra mirando a todos con suficiencia)

Scorpius, emocionado, sonríe satisfecho por lograr elevar la escoba rápidamente hasta su mano y mira hacia su amigo Albus, quien aún no había logrado siquiera mover su escoba ni un centímetro del suelo.

-M.Hooch: ¡Vamos! ¡Con energía!

Al cabo de unos minutos la mayoría de los niños ya tenían en mano sus respectivas escobas, a excepción de dos niños: Craig Bowker Jr. y Albus.

-M.Hooch: ¡No tenemos todo el día!

-Albus: ¡Esto no puede ser! (susurra frustrado)

Sus compañeros comienzan a murmurar a su alrededor.

-¿Un potter que no sabe andar en escoba?

-No se parece a su hermano James.

-No es como su padre.

-Definitivamente es un Squib.

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Más tarde, en el Gran Comedor, los dos niños se reúnen con su amiga.

-Albus: ¡No puedo creerlo! (molesto tomando asiento) ¡No quiero volver a ver una escoba en mi vida!

-Scorpius: ¿Cómo te fue a ti, Jen?

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