Capítulo V

154 19 2
                                    

Llegamos al restaurante con mí familia para festejar el cumpleaños de mi papá. Me senté entre mi mamá y mi hermano. No tenía con quien hablar, mi mamá hablaba con sus hermanas mientras que Connor, mi papá y mi tío Roberto discutían sobre futbol. Agarré mi celular para no aburrirme y vi que me había llegado un mensaje de Luchi en What’s App. Me preguntaba si nos juntaríamos esta misma tarde. Tuve que decirle que no, la verdad era que no tenía muchas ganas de verla pero, más allá de eso, no podía. Termine de responderle a Lu y todos comenzamos a cantarle el feliz cumpleaños a mi papá mientras un mozo se acercaba con una tortita. Luego, nos acercamos hacia él y le dimos un beso, nos sacamos varias fotos y nos sirvió una porción a cada uno.

Pasó como media hora y, por fin, sucedió algo interesante justo al lado mío.

-Eu, ¿cómo anda Chiara?- Mi tío Roberto le preguntó casi susurrando a mi papá. –Susana me contó un poco sobre el tema.

Vi como la cara de alegría se le desvanecía al escuchar lo que Rober le decía. Hizo una pausa y respondió.

-No se, pero yo la extraño muchísimo- Dijo con la voz casi quebrada.

Nunca había visto a papá así, ¿Qué le pasaba? ¿Por qué estaba tan mal por mí tía desaparecida? ¿Ellos eran amigos? Necesitaba que Connor escuche esto para que juntos tratemos de descifrar que había pasado, pero justo se había ido al baño. Pensé en grabar la conversación con el celular, pero había mucho ruido por la cantidad de gente que había en el resto.

-No te pongas mal, ¿por qué no hablas con ella?

Y antes que respondiera, mi papá me miró y no me quedo más remedio que desviar la mirada rápidamente fingiendo que no había escuchado nada. Traté de hacer fuerza con el oído para escuchar lo que decían luego, pero ambos se pararon y se fueron. Quería seguirlos pero seguramente iba a quedar muy obvia así que le dije a mí mamá:

-Ma, voy al baño, ya vengo.

-Sí, sí. Hace lo que quieras- Dijo media distraída.

Vi que salieron del restaurante y se dirigieron al auto. ¡Mierda, se iban a ir!

-¿Espiando?- Dijo Connor riéndose.

-¡Me asustaste tonto!- Dije enojada.

-Y… ¿A quién mirás? 

-A papá. Vení, mirá. Estaba hablando con el tío y justo tocaron el tema de Chiara.

-¡No! –Connor me interrumpió. –¡Me la re perdí!

- Sí, no entiendo nada, pero papá se puso re mal. Ahora dejame escuchar.

-Bueno, pero acerquemosnos más.

-No nene. ¡Nos van a ver!

-No, vayamos atrás de esa camioneta. Ahí no nos van a ver. –Me dijo Connor señalando una Trafic blanca.

-Bueno ok, hace silencio.

Ambos nos agachamos y dimos unos pasos hasta llegar a la camioneta. Lo único que podía escuchar era el llanto de mi papá, escuchaba voces pero no podía descubrir que decían. En ese momento, mi papá se seco las lagrimas que le caían por el rostro y dijo “tengo que ser fuerte”. Roberto le dio un abrazo amistoso y ambos entraron al restaurante. Connor y yo nos quedamos en el estacionamiento.

-¿Qué raro porque a papa le importaría tanto Chiara?-Dijo Connor.

-¿Habrá estado en algo con ella?- Sugerí.

-¿Vos decís que era su amante?

-Si, que se yo, ¿podría serlo no?

-Mmm… no se. No creo.

-Sí, tenés razón. ¿Por qué papá se pondría a llorar en su propio cumpleaños por una hermana de mamá? A parte, hasta donde yo se, ella nunca vino para acá, siempre vivió allá, en Santa Fe-Dije

-¿Y si…? –Preguntó pensante sin terminar la idea y, a los segundos, repitió – ¿Y si no es la hermana de mamá?

InimaginableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora