EL LEGADO

5. El Colegio de Magia y Hechicería.

Una vez ocupados todos, los botecitos comenzaron a deslizarse por el lago por sí solos.
Los niños contemplaban el Castillo que se acercaba a ellos. Algunos niños temblaban, uno que otro lloriqueaba, otros señalaban todo muy impresionados.
Rose se veía segura de sí misma. Scorpius y Jenna estaban encantados y Albus se notaba algo nervioso. Llegaron a una especie de muelle, donde bajaron de los botes y treparon por entre las rocas para subir, y entraron por un pasadizo por entre las rocas que salió finalmente hacia un césped suave y húmedo a la sombra del Castillo. Se encontraron entonces ante unas grandes puertas de roble y Hagrid llamó tres veces tocando en ella. Al abrirse las puertas, un diminuto hombrecito los recibió, vestido con una elegante túnica de gala y una expresión amable en su viejo rostro.

-Hagrid: Profesor Flitwick, los alumnos de Primer año.

El pequeño profesor los hizo pasar.

El vestíbulo de entrada era inmenso, las paredes eran de piedras lisas de distintos tonos oscuros, algunas partes parecían extrañamente más envejecidas que otras, e iluminadas con grandes antorchas. El techo era tan alto que no se veía el final y una magnífica y gran escalera de mármol se posicionaba frente a ellos.
Jenna no lo podía creer, estaba en un Castillo de verdad.

El pequeño profesor Flitwick les pidió que lo siguieran hasta una habitación vacía. Al entrar, los tres niños se colocaron hasta el fondo.

-P.Flitwick: Bienvenidos a Hogwarts, alumnos de Primer curso (con una voz graciosamente aguda). Soy el profesor Filius Flitwick. El gran banquete de inicio de año comenzará dentro de poco, pero antes deberán ser seleccionados para sus respectivas Casas.

El profesor pasó a explicarles y darles pequeños detalles sobre cada Casa. Su nueva Casa pasaría a ser como su familia. Les explicó las normas básicas: Cómo sus logros sumarían puntos a su nueva Casa y cómo sus infracciones a las normas le restarían puntos. Al final del año, la Casa con más puntos sería premiada con La Copa de las Casas.

-P.Flitwick: Espero hagan sentir orgullosas a las Casas donde sean seleccionados y cumplan las reglas como es debido. Ahora, espérenme un momento aquí, manteniendo por favor un buen comportamiento mientras esperan. En un minuto, cuando esté todo listo, vendré por ustedes.

El profesor salió por la puerta, y nerviosos murmullos comenzaron a recorrer la habitación. Rose se presentaba con todos, siempre seguida por la otra niña pelirroja con anteojos. Jenna notó que varios niños murmuraban mientras veían fijamente a Scorpius, y otros tantos a Albus. Éstos se notaban incómodos y Scorpius buscó algo de qué hablar para distraerse mientras volvía el profesor.

-Scorpius: Albus... conoces también al guardabosques, ¿cierto? (le susurra)

-Jenna: ¿A quién? (confundida)

-Albus: (Asiente) Hagrid (le explica a Jenna), es el guardabosques y guardián de las llaves del Castillo. Es un viejo amigo de mi padre.

-Jenna: ¡Genial! Es enorme. ¿Será una especie de gigante?

-Albus: Es un semigigante.

-Scorpius: Los verdaderos gigante son aún más grandes.

-Jenna: ¡Uau!

-Scorpius: (Sonríe y mira a Albus) Y el niño de lentes que se acercó a saludarlo, es tu hermano James, ¿no?

-Albus: (Asiente de nuevo) Está en Segundo curso ahora.

-Jenna: ¿Era tu hermano, Albus? Y, ¿tienes más hermanos? (curiosa)

-Albus: (Vuelve a asentir) Una hermana pequeña, Lily. No entrará a Hogwarts hasta dentro de dos años.

-Jenna: ¡Es genial! (susurra con emoción) ¿Y tú Scorpius?

-Scorpius: (Niega con la cabeza) No tengo hermanos o hermanas, solo estoy yo.

-Albus: Eso debe ser realmente fascinante.

-Scorpius: Es algo... solitario, a veces (con una mueca bajando la cabeza, luego la sacude y mira a la niña). ¿Y tú, Jen?

-Jenna: Tengo un hermano pequeño (con una sonrisa).

Pero la sonrisa de Jenna se transforma en una expresión de terror, sus ojos se abren como platos y ahogó un grito con las manos al ver aparecer sobre las cabezas de Albus y Scorpius una fila de figuras transparentes y perladas: Fantasmas. Los dos niños se sobresaltaron al oír el grito de Jenna, pero no fue la única; varios niños y niñas se sumaron a los gritos. Jenna temblaba y caminaba lentamente hacia atrás viendo a los fantasmas deslizarse frente a ellos. Albus alarmado toma a Jenna por los hombros y la zarandea.

-Albus: Jenna... (preocupado) Tranquila.

-Jenna: Son... son... (aterrada)

-Albus: Está bien, no debes temer.

Jenna trata de relajarse y se impresiona al ver que un par de esos fantasmas les daban la bienvenida muy amablemente.

-Scorpius: Son tranquilos, no te harán nada.

-Albus: Mi hermano dijo que el problemático aquí es Peeves. Papá me dijo que tratara de no meterme en líos con él, pero por ahora no debemos preocuparnos por eso (se convenció a sí mismo).

El profesor Flitwick vuelve a entrar a la habitación y llama a los alumnos a seguirlo.