EL LEGADO

1. Cuando la Magia da Comienzo.

-P.Longbottom: Es un placer, señora Digna (sonríe amable). Con gusto les explicaré el contenido de esta carta, pero desearía que la niña estuviera presente.

-Emma: Primero explíquenos qué quiere con ella (con severidad. Se cruza de brazos). Si no es un profesor de la escuela donde Jenna estudia, entonces...

-P.Longbottom: Trabajo en el Colegio Hogwarts, y he venido a ofrecerle a su hija una plaza (manteniendo la calma).

-A.Digna: ¿Una plaza? (No entiende)

-Emma: Y, ¿por qué precisamente a Jenna? (sigue desconfiada)

-P.Longbottom: Pues, porque Jenna cumple con las cualidades necesarias para estudiar allí (les sonríe).

Ambas mujeres se miran entre sí, confundidas.

-Emma: (Vuelve su mirada hacia Neville con recelo) ¿Cualidades?

-P.Longbottom: Como bien deben haber notado, la niña no es como cualquier otra (mira a ambas mujeres). Ella es especial...

Las mujeres miran al profesor Longbottom con cada vez más nerviosismo.

-P.Longbottom: ... Y Hogwarts ayudará a Jenna a sacar todo su pontencial.

El profesor se notaba cortés y educado, e intentaba utilizar un tono de voz amable. Aunque las mujeres se notaban a la defensiva, en especial la madre de la niña. Ésta mira de soslayo a la abuela y vuelve a fijar su mirada severa en Neville.

-Emma: Creemos no entender (dijo al fin).

-P.Longbottom: Bien... (ligeramente nervioso, respiró profundamente) Hogwarts, es un Colegio de Magia y Hechicería.

-Emma: (Abre mucho los ojos) ¿De magia...?

-A.Digna: ¿...Y hechicería? (desconcertada)

La abuela mira al profesor con expresión de miedo. Emma, la madre, lo piensa.

-A.Digna: No es posible...

-P.Longbottom: De hecho, sí lo es, señora (con calma). Jenna... la señorita Esparza, es una bruja.

-¿Bruja?

Los tres adultos se vuelven hacia la puerta de la sala. Allí asomada, se hallaba una niña con expresión de desconcierto. Jenna era delgada, y un poco más alta que cualquier niña de su edad, su cabello ondulado era largo y oscuro, su piel color caramelo, como la de su madre, y sus grandes ojos chocolates demostraban temor.

-Jenna: Las brujas son malas, no puede ser (niega con la cabeza, incrédula).

-P.Longbottom: (Se vuelve hacia ella con voz dulce) Hola, ¿tú eres Jenna?

-Jenna: ¿Mami? (nerviosa)

-Emma: (Se levanta y se posa delante de su hija) ¿Qué le hace pensar que creemos en semejante disparate? ¿Cómo puede decir que Jenna es...?

-P.Longbottom: Porque yo también lo soy (la interrumpe con una sonrisa).

-Jenna: ¿Usted es un brujo? (con ojos muy abiertos)

-P.Longbottom: (Sonríe con dulzura) Un mago, sí.

-Jenna: ¿Usted también puede hacer flotar las cosas?, ¿o que desaparezcan?, ¿o que exploten sin querer? (atemorizada)

Neville suspira y sonríe, saca de su bolsillo un pequeño palo de madera delgado: su varita mágica. Jenna observa todo y sus ojos brillan de curiosidad. El profesor agita la varita y al instante hace aparecer un ramo de Girasoles. La niña se lleva las manos a la boca, sorprendida. Las mujeres mayores abren mucho los ojos y se miran entre sí.