Cap.85 Π♦Último Adiós. p-1♦Π

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¡Volví, pequeños Diamantes e Ilegales✨❤!

Se preguntaran: ¿Por qué la ausencia, Marukenzi?
Pues, estaba tomando un momento para organizar un poco mi vida. Además estuve trabajando, idealizando historias para usted. Pero Volví con todo. Mucha magia que expresar. ¡Arte oscura y luces que resplandecen! Próximamente, en un futuro historias que espero y puedan conmocionar tanto como lo hacen conmigo. Escribir es mi pasión, es parte de mí.

¿Quieren capítulos dedicados, mis amores? Las primeras 10 lectoras en votar★&comentar, obtendrán su capítulo con dedicatoria. (Pd: el que deseen)

💓💓💝gracias por todo el apoyo. Disfruten!!!

(Narrador Omnisciente)

Tres meses después...

Han pasado tres meses del  secuestro de Alex, y aún no han dado con su paradero. Desde entonces Jayden no ha pegado ni un ojo, ha realizado viajes con la mayoría de sus hombres por toda Rusia. Afligido por los recuerdos, se queda estático en medio de la pista privada, recibiendo a sus padres, Marco y Angeannette Di'angelo.

Él está de ceño fruncido y brazos cruzados, la relación entre sus padres y él, no es muy buena. En cuento ellos se enteraron el gran altercado con Jannette, que justo él, su hermano atentara contra la su vida, discutieron, le regañaron a ambos tratado de volver a verlos unidos como antes, no ver sus miradas de odio con rencor, tristeza y melancolía. Pero fracasaron en el intento, obligándose asimismo a enviarlos algo lejos el uno del otro.

-Mamá, papá —Dijo en un asentimiento de cabeza, queriendo ser cortés.

Entonces segundos después, tras ese saludo su rostro se inclinó hacia su lado derecho, gracias a la cachetada que su madre le había propinado. Levantó su rostro con aires de grandeza y superioridad, dispuesto a encararla. No se dejaba humillar por nadie y le importaba un cojón que fuera su madre, u que su padre estuviera presente.

-Te quiero hijo mío y siempre te he amado desde que supe de tu existencia Alekséi. Pero, no te creas que te he perdonado por completo Jayden Di'angelo, por tu culpa Jannette está metida allí. Siempre te dije que tus ataques de rabia compulsivos, traerían problemas...—Reprochó su madre, disgustada con la situación.

Sonrió burlón, con una mirada maligna pintada en el rostro. Propia del mismísimo Diablo. Y él lo es.

-Escucharme bien mamá, mejor dicho Angeannette. Te salvas por que eres mi madre y te debo respeto. Yo no tengo la puta culpa de que tu querida princesa le diera la gana de gritar a los cuatro vientos que mi esposa, —Enfatizó esas palabras— es una zorra o de hacer tal cosa, para convertirse en la víctima.

-Esa jodida mujer es quien te mandará al infierno —Le miró desconcertante— Por que si crees que ya lo conociste, este apenas es el comienzo...—Dijo en forma de advertencia. Terminado sus palabras se giro sobre sus talones, subiendo a auto.

La observó meticulosamente, aparentando los puños lo suficiente para que sus nudillos se volvieran blancos, más de lo normal, y para que la vena en su frente se destacara.

«Apenas pusieron un pie dentro de la mansión, supieron que no todo marchaba bien. Pues habían hombres de los Principiato en casa, y por supuesto ellos, Angelo y Alessandra Principiato. Socios y amigos.

Al cruzar miradas inmediatamente se saludaron, las mujeres con un abrazo acompañado de un beso en cada mejilla, y los hombres un apretón de manos junto a un amigable abrazo.

Illegali di Diamanti #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora