Cap.48 Π♦Promesas♦Π

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Hice un esfuerzo, y les actualice doble en esta noche, como recompensa de los cuatro días sin actualizar, también por el echo de que gracias a ustedes mis amores❤ ¡ya casi son 5k lecturas! Y por igual la historia se ha mantenido en puestos de acción entre #44 a #17😍🙏 les estoy muy agradecida. No pensé que esta historia fuera a progresar tan pronto💖 gracias. -Marukenzi.

¡Que disfruten del capítulo😘😘! Espero que les guste.

-¡No estoy para caprichos Alex! ¡Como ya dije quieras ó no, vivieras bajo este techo, y mis reglas! ¡Así tenga que amarrarte para que estés segura lo haré! ¡No cometeré el mismo error! —Me gritó.

Otra vez recuerdos de mi niñez, me habían inundado. No sé de que Jayden sería capaz en estos momentos, esta furioso. Por primera vez en cuatro años, estaba otra vez aterrorizada.

Aceptaría a sus consecuencias. Tenía miedo, los nervios me traicionaban.

Trague seco. Y respiré profundo.

-Esta bien Jayden. Tu ganas haré lo que digas. Sólo por favor, dejame ir a casa, sólo por un tiempo, cuando quieras aquí estaré, sin negarme. Te lo imploro por favor. Te prometo que si vendré a vivir aquí —Dije tratando de sonar calmada.

-Esta bien Alex. Tienes una semana —Dijo seco y distante.

-Gracias. Quisiera irme ahora.

-Vistete, ordenaré que un escolta te llevé —Ni siquiera dirigía su mirada a mí.

Seguía dándome la espalda.

Asentí, entre al baño.

Minutos después salí, sobre la cama había un conjunto de ropa interior un pantalón de chándal, un suéter y unas zapatillas Nike, a un lado mi móvil y las llaves que traía en el bolso.

Jayden había dejado esto allí.

Me vestí y salí de la habitación, caminé por el largo pasillo, bajé las escaleras, cabizbaja.

Al llegar al salón, encontré a un hombre vestido de traje.

Sólo estaba él en el lugar. Pero ¿Qué esperaba? Jayden estaba enojado conmigo, creo que por un momento no lo entendí. No entendí su punto de vista, y por esto no podría ahora estar dolida, me lo había buscado.

-Señorita. El señor Jayden me ha ordenado llevarla a casa —Asentí mordiéndome el labio, para reprimir un sollozo.

Realmente no entendía el por que de mi tristeza. Después de todo, yo había armado un berrinche ¿No? Tampoco yo le estaba siendo sincera.

DEVIL.

Las palabras de Alex me hacían daño, así ella no lo creyera. Sé que soy un monstruo, sin sentimientos, me merezco que ella actuara de esta manera, fui un bruto.

La miré a los ojos, esos ojos que alguna vez me miraron llenos de alegría ó simplemente me daban una mirada asesina. Ahora reflejaban tristeza y miedo. Miedo que yo provocaba en ella. Estaba asustada y por esto accedió.

No me importaba el que me tuviera miedo, prefería esto a que algo le pase.

Salí de la habitación y le ordené a Bernardo, que llevará a Alex a su casa.

-Ya sabes que hacer. Estaré en mi despacho no quiero que nadie me moleste, a menos que sea algo muy importante. Hasta luego —Asintió.

Entré en mi despacho. Me acerqué al pequeño bar, tomo un vaso de cristal (Old fashioned) eché Whisky en el. Bebí de el, me quedé mirando a la nada.

De un instante a otro, cristales se habían esparcido por la habitación y mi mano sangraba. Sin darme cuenta había rompido el vaso, por tanta ira.

ALEX.

Prometeme que estarás junto a Jayden. Él es diferente a tu lado, ha vuelto a ser aquel niño de apenas 12 años que perdió a su mejor amiga, al mirarte sus ojos toman aquel brillo que hace años perdió, esta a tus pies Alex, él te ama. Aunque él no lo demuestre, es una gran persona. Sólo date cuenta de las miradas que él te lanza

Las palabras de esa chica pelirroja, que conocí en la "reunión" se hacían presente en mi mente una y otra vez.

Sacudí mi cabeza, tratando de despejar mi mente de aquello.

Apenas voy entrando al colegio, y como todos los días estoy distraída. Literal.

-Chicas, lo siento. Pero me iré —Les dije a Jannette, Nicol y Alessia, que me acompañaban.

-¿Qué? Apenas entras y ya te vas —Dijo Alessia.

-Hace ya unís días, estás cambiada, vives en las nubes Alex. ¿Qué te ocurre? —Preguntó Jannette.

Alexa me miró preocupada, yo la miré esperando que negará a la idea de las demás, pero ella asintió, dándoles la razón.

-No se preocupen por mi chicas. Estoy bien, sólo necesitó despejarme, tantas clases me estresan —Mentí.

-¿Y como te irás? Si quieres te llevó —Se ofreció Alexa.

-No esta bien, gracias. Me iré en un taxi, nos vemos —Sin escuchar nada más, salí.

Tenía la suerte de que taxis pasan por estas calles a menudo.

Un taxi, se detuvo frente a mi, de allí salió un señor, abrió la puerta trasera, le agradecí y subí.

Estos son de los pequeños detalles por los que me gusta Italia, la gran mayoría de su gente sin agradables y mucho de sus hombres son unos caballeros.

-¿A dónde la llevo señorita? —Dijo amable.

¿Sera que me ven cara de confundida al escucharlos hablar italiano? Ya aprendí algunas cosas, pero aún no me acostumbro.

Le di la dirección al gimnasio, al que había ido con las chicas.

-¿Segura señorita, es una lugar peligroso? —Miró por el retrovisor.

-Gracias. Pero estoy segura —Asintió y yo seguí observando por la ventana, el paisaje.

Prometeme que estarás junto a Jayden.

No sé que ganaría esa chica con que estuviera junto a Jayden. Sólo sé que cumplo mis palabras.

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Voten★ &cometen.

Mis más cálidos saludos!❤

Cap.#48

Illegali di Diamanti #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora