Cap.76 Π♦No te vayas♦Π

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Maratón 14/?


DEVIL.

Un estruendo proveniente del pasillo, me hizo reaccionar. ¿Qué mierda estoy haciendo? ¿Quién diablos es esta mujer?

Sólo date cuenta de que no es tu hermosa "Barbie".

Me quité a esa mujer que tenía encima, nunca antes la he viste y no sé ni me importa quien sea. Me puse pie y tomé lo que fuera ese " Vestido" que lleva.

-¡Largate de mi casa. Si te vuelvo a ver por aquí me aseguro de joderte la puta vida! —Le lancé el pedazo de tela. Llamado vestido.

Ella sonrió con malicia, como todo lo que es. Una perra.

Me acerqué a ella a la velocidad posible, lo tomé de cuello recargándola contra la pared.

-Como mi esposa se entere de esto, y haga alguna estupidez. Te juro por toda la familia Di'angelo que te voy a matar ¿¡Entendiste!? —Grite exasperado.

Cada vez más apretaba más su cuello, y ella se movía queriendo sacarse del agarre, su rostro se estaba haciendo de un color morado y la vez rojo.

—Transpiró— Suéltame, por favor —Rogó.

La solté dejando que cayera al suelo. Ella comenzó a darse contra el pecho y a toser, intentando respirar.

—Me di la vuelta mirando al ventanal— Tienes 1 mísero minuto para desaparecer de esta casa. Sé que piensas irte. Podrás escapar de mi, pero, de ella no. Es peor que yo cuando quiere venganza —Avise.

Escuché la puerta cerrarse, y entonces supe que ella se había ido. Yo por igual bajé las escaleras —Antes observé que fue eso que provocó el ruido. Un jarrón chino—. La puerta principal está abierta y junto a esta alcancé a ver algo brillar, me acerqué. Cogí el objeto en manos y lo observé.

Es la cadena con el dije de una llave de ¿Alex?

¿Ella estuvo aquí? Miré hacia afuera, y en la entrada de la mansión está su camaro blanco, sin embargo su Lamborghini gris, no. Recapitulé. El jarrón chino, no se cayó sólo, algo ó alguien logró que resbalara. Uno de sus autos aquí y su colgante de cadenas en medio del umbral de la puerta. Ella había estado aquí y vio todo.

Estreché mi puño hacía la pared. No debí de haber bebido tanto, claro que no. Tenía que haber esperado que ella volviera para contarle sobre la pesadilla que había tenido.

Pero, no es momento de lamentarme. Voy a buscarla.

-¿Hacia dónde fue? —Pregunté, en un intento de no gritarle a todos.

-Se ha ido al parecer, sin rumbo alguno, señor. La velocidad fue excesiva desde un inicio —Informó uno de mis hombres.

-¿¡Cómo mierda se les ocurrió dejarla ir!? —Ahora si les grité.

Monté en uno de mis Maserati, avanzando a la velocidad máxima.

Sólo quiero encontrarla...

Por así decir, en 30 segundos ya iba lejos de la mansión.

Frenó en seguida, casi tirándome del auto, bajé. Había marcas de neumáticos en el asfalto de la carretera, estas iban hasta una desviación. Corriendo me deslice por lo que es un pequeño barranco.

No. No puede ser cierto. El Lamborghini gris, se había virado, esta destrozado, no se pueden identificar cada parte. Una línea de sangre se ve descendiendo del asiento del conductor. A paso rápido me dirigí hasta allí, después de jalar un tanto la puerta, logré que se despegara. Mi corazón dio un vuelco al ver la imagen, siento que estoy solo, sin fuerzas de vivir. Si ella no está junto a mi ya mi vida no tendrá valor.

Illegali di Diamanti #RedQueenAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora