El Valor de La Información

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—mmm, no, supongo... —contestó Harry entre divertido y no sabiendo que contestar —. ¿Y cuando estamos en la habitación, en la cama o bañándonos, no cuenta? —preguntó mientras salían del castillo con dirección al campo de quidditch.

—No es lo mismo... —Daphne vio a Luna que los estaba esperando a ambos y rápidamente soltó a Harry y dándole un rápido beso en los labios —. Mientras elegís al equipo voy a estar pasándote las anotaciones a tu libro de pociones, suerte, te amo.

—Yo también... —contestó Harry mientras veía como Daphne se alejaba unos pasos de él, tomaba el brazo de Luna y esta el de ella y ambas comenzaban a caminar delante de suyo, riéndose y cuchicheando entre ellas sobre algo de una carta picante de Angela que la Ravenclaw había recibido durante la mañana.

Harry entró en el campo de quidditch y suspiró al ver a tantas personas, al menos la mitad de la casa había asistido. Miró un momento hacia atrás, no muy lejos, en las gradas bajas estaban Luna y Daphne ya sentadas hablando y riendo muy animadamente. Vio, cuando se dieron cuenta que las había visto, como Luna lo saludaba con la mano y Daphne le lanzaba y beso haciendo que ambas se rieran a carcajadas. Harry volvió a mirar al frente y con nuevo suspiro comenzó la selección. Caminando a paso rápido y se puso delante de todos; Katie Bell, cazadora del equipo desde siempre, que a pesar de todo había insistido en tomar la prueba se rio divertida al ver Harry actuar seriamente.

—Bien... —dijo Harry ante la mirada de todos y señalando a un grupo continuó —, ustedes de Ravenclaw y Hufflepuff, fuera de campo, estas son las pruebas de Gryffindor. Todos los demás, den una vuelta al campo de juego. Ahora. —agregó haciendo sonar un silbato.

Con un movimiento de varita Harry hizo aparecer un anotador y su pluma y como había pensado los aspirantes de primer año a ser elegidos como él lo había sido hacía ya 6 años, fueron los primeros en caer al solo poder mantenerse en el aire unos pocos segundos. Unas cuantas risitas, no muy lejos de donde estaba, le hicieron mirar hacia otro lado, solo para ver Romilda Vane y a un grupo de alumnas riéndose y mirándolo seductoramente. Harry se giró un momento para ver a Daphne y vio que su esposa y su mejor amiga, no reían ni hablaban, solo miraban fija y seriamente hacia su dirección. Con un escalofrió en la espalda y queriendo evitar una guerra campal entre ellas y su esposa, rápidamente las mando fuera del campo.

Después de dos horas, muchas quejas y varios berrinches, Harry anotó a tres cazadoras ya elegidas: Katie Bell, que seguía conservando su puesto en el equipo, Ginny Weasley, que había volado tan excelentemente como siempre y, además, había marcado 17 goles; y Demelza Robins, una alumna que había visto a veces en la sala común que tenía un buen tiró y una extraña forma de esquivar bludgers. Pero a pesar de ya haberlas elegido al igual que Jimmy Peakes y Ritchie Coote, decidió no dar a conocer los resultados y cuando le comenzaron a insistir solamente se limitó a decir que iba a dejar la lista en la cartelera de la Sala Común de Gryffindor. Cuando la selección de guardianes llegó, al final, Harry vio que las gradas bajas se habían llenado de alumnos que habían participado de la prueba como otros que se unieron con el transcurso de las horas. Ninguno de los cinco primeros aspirantes detuvo más de dos lanzamientos. Harry vio un momento a Ron a los ojos; no se habían hablado desde hacía tiempo, pero estaban en buenos términos desde que Arthur Weasley había muerto. Ron detuvo los cinco tiros seguidos. Cormac McLaggen, que también se había presentado había detenido la misma cantidad y a pesar de que había repetido varias veces lo mismo ambos seguían deteniendo todos los penaltis. Sin embargo, cuando el sol estuvo en lo alto marcando el inicio del medio día Harry dijo.

—¡Bien, la prueba termino! ¡Mañana voy a dar a conocer los resultados!

Luna y Daphne no tardaron mucho en unírsele en el campo de juego y los tres sin apuró comenzaron a caminar hacia la salida.

Obsoleto - El Orden Natural De Las Cosas - ObsoletoWhere stories live. Discover now