Día |10

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EN LA CUEBA DE LOS LEONES

A M I S T A D

Notas: Alternative universe Harry Potter, powerpuff girls.

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Para Brick, esa temporada de Navidad era una completa locura. Primero, había dejado atrás a su preciada gorra muggle por un gorro de lana que lo hacía parecer un tonto gryffindor por su brillante color. En segunda, es el hecho de que para las festividades navideñas regresaba a casa junto con sus hermanos, pero, con la repentina y extraña amistad que se formó ese nuevo curso con las inesperadas chicas que habían sido sus enemigas desde su inicio en hogwarts. Siendo así, ellas el motivo para quedarse.

Todo en su vida dio giros, y visiblemente positivos.

Está bien, justo ahora no era nada positivo. Lo admite.

La cueva de los leones no es de su agrado. Porque vamos, son los rivales número uno de su casa, tiene que decir odio odio odio en todo su ser aunque mucho rojo y dorado le gusta más que el verde y plata de su sala común.

Que dilema para una serpiente de Slytherin como él.

- ¡No volveré jamás a comer en mi vida otra rana de chocolate por la mañana! -Bubbles hace sonora su queja desde el sofá donde se encuentra recostada y adolorida. Llorando por una muerte futura que jamás pasara por las golosinas. O bueno, de eso puede estar segura ya que la profesora de adivinación de las tantas veces que le ha dicho de que morirá nunca llego a decir por una rana de chocolate.

- Te lo dije -dice gustosa Blossom por a ver tenido la razón-. Aunque, creí que habías dicho que fue de gran suerte porque obtuviste el cromo que te hacía falta, ¿y ahora te quejas? -inquiere Blossom a su lado, a la que la rubia le puso los pies sobre el regazo.

- ¡Fue un milagro navideño con triste desenlace!

- ¡Ya deja de lloriquear por estupideces!-Buttercup se abre paso en la conversación irritada por el mismo tema que le colmo la mañana, ya tenía con a ver dormido en la alcoba de la otra babosa gryffindor con la que compartía habitación Bubbles- No sigo durmiendo a estas horas porque quiero abrir los regalos...¿Qué tanto esperamos?

- A Butch -Responde Boomer rodando los ojos conociendo tanto al tonto de su hermano- Ya mejor comienza a destapar los obsequios, ya cuando Butch se digne a bajar ya hasta seré parte de uno de los fantasma del castillo -Buttercup estuvo a punto de tomarle la sugerencia a Boomer. Sin embargo, Blossom detuvo cualquier futuro acto.

- ¡No! - la autoritaria voz se hizo a escuchar en la sala- Tenemos que estar todos juntos. Es parte de la tradición. Por lo tanto, tenemos que esperar a Butch.

Por inconsciencia, una sonrisa ligera apareció en los labios de Brick que desde que todos empezaron a reunirse, habían permanecido sellados, y tan parece que seguirán así.

Fue extraño ese gesto de su parte, causando que frunza el ceño para sí mismo. Había sonreído al ver a la aburrida leona sabelotodo hacer su rabieta de defensora de lo correcto. Definitivamente estaba cayendo.

- ¡Va! ¿Quién le regalaría un obsequio a Butch? Nadie lo quiere - Buttercup se cruza de brazos y hace una mueca que causa la risa de Boomer a su lado. La chica estaba tan inmersa en insultar al azabache no presente, que se olvidó por completo del minúsculo detalle de que ella le dio un obsequio. Que de seguro está entre los demás.

- ¡Apostaría 4 galeones a que el mismo se regalaría uno!

- ¡Y sería un espejo!

Buttercup ríe sólo con Boomer. Tal parece que a ellos dos le causaba mucha gracia el narcisismo del Gryffindor.

30 días de azúcar, flores y muchos coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora