—No, pero tengo tanta hambre que podría comerme a sus gatitas —retrocedieron asustadas, haciéndome reír—. Estoy bromeando, pequeñas.

— ¡Te acusaré con Hollie!

Hollie anda en una reunión importante sobre la editorial, algo sobre aumentar el número de aprendices o algo así. Me siento mal al no haberle prestado atención pero estaba demasiado ocupado viendo su trasero en ese ajustado pantalón que se puso. Pensaba en bajarlo, apoyar esos pechos en el tocador, y entrar en ella por atrás, mientras miro su rostro de placer a través del espejo. Mmm... Necesito decirle a ver si se ánima.

— ¡Comida! —Wen se colgó de mi brazo, parecía un cerdito colgado.

— Ya voy, impaciente.

Comimos en silencio en el comedor, ellas hacían muecas divertidas, encantadas con la comida que les preparó Hollie mientras yo pensaba en cómo podré seguir manteniendo mi figura si ella cocina exquisito. ¿Quiere engordarme? De seguro ese es su plan malvado. Bostezo algo cansado ya que anoche no dormí muy bien. ¿Quién puede dormir con una mujer durmiendo sólo con una camiseta sin nada debajo? Así qué desperté a Hollie a las dos de la mañana para que me ayudara a dormir. Fue algo cómico como aceptó sin ser consciente de lo que estaba aceptando, hasta que entré entre esas deliciosas piernas y me fundí en ese caliente... ¿Cómo lo puedo decir para que no se escuche muy vulgar?

—Nicolás, tengo que advertirte que Hollie puede abandonarte si no le prestas atención —Wen me señaló con su tenedor mientras que Wendoly sólo me miraba confundida— Así como no me estás prestando atención en estos momentos.

¿Por qué está pequeña me recuerda tanto a Hollie?

—Está bien, lo siento—tomé un sorbo de soda antes de seguir con nuestra "conversación"— ¿Dijiste algo sobre el matrimonio?

—Sip —hizo un "pop" al decir la "p"— Sé que los matrimonios es cuando una pareja se casa y luego tienen bebés —llevó su dedo índice a su boca, pensativa- Hollie y tú nos tienen a nosotras pero... ¿Tendrán más bebés?

Ah... eso me pregunto yo. Hollie está tomando pastillas anticonceptivas y no me molesta pero ya estamos casados y... ¡Demonios! Quiero tener un hijo con ella. No hay nada más lindo que verla con las niñas pero también quiero ver su faceta de embarazada con las hormonas alteradas, los antojos raros, sus ojos brillantes y una panza de embarazada. Quiero besarla, sentir las pataditas de nuestro hijo, hablarle aunque parezca idiota... quiero experimentar eso. Pero no puedo apresurarla, todo está llenado muy de prisa y eso puede asustarla, lo menos que quiero es que entre en pánico.

— Tal vez en un futuro, cuando ustedes estén más grandes —respondí, terminando de comer mis macarrones.

— ¿Cómo se hacen los bebés?

Dios, era imposible que este día fuera más tranquilo.

— Se hace con amor y ya estuvo —me levanté de la silla y fui a dejar mi plato al lavaplatos— ¿Quieren postre?

Por suerte olvidaron el tema de los bebés y embarazos o me hubiera vuelto loco.

En algún momento de la tarde, las pequeñas se quedaron dormidas mientras mirábamos una película infantil. Aprovechando el momento, bajé al salón por mi laptop y suspiré cuando no vi respuesta de papá. Necesito ser paciente pero a la vez siento que tengo todo mi derecho al sentirme tan ansioso.

La puerta principal se abrió y casi tiró la laptop al piso cuando una llorona Hollie apareció en mi vista. La dejé en la mesita y me apresuré a rodear a Hollie con mis brazos, abrazándola con fuerza.

— ¿Qué pasó, amor? ¿Estás herida? —pregunté preocupado. Hollie no llora sólo porque sí.

—Tuve una entrevista con una revista de moda y belleza, me hicieron mil preguntas sobre mi vida de casada y ahora... —sollozo, enterrando su rostro en mi cuello— solo tenía criticas y mas criticas por ser una interesada que busca tu fama porque ya no sé cómo vender mis libros, que nuestra boda fue una farsa y que adoptamos a las niñas como capricho para hacer todo mas creíble. ¿Puedes creerlo? Yo nunca podría usarte, ni a ti ni a las niñas. Son mi vida entera, Nicolás... ustedes son mi familia y tu sabes que lo más importante para mi es mi familia.

Malditos desgraciados sin vida. ¿Quién se creen que son para criticar nuestra vida? ¿No pueden meterse en sus propias vidas y dejarnos en paz? Ah, el lado horrible de la fama.

—Vamos, mi dulce esposa — la cargué en brazos al igual como la cargué cuando la llevé a mi apartamento después de nuestra "boda"—Te daré un baño caliente y te voy a mimar un poco, ¿Si?

— ¿Y me darás una paletita? —preguntó con una voz de niña muy adorable... me sentí peor cuando me excitó.

—Te daré una gran paleta de leche, mi amor.

Me quité un peso de encima cuando rió por mi comentario con doble sentido. ¿Doble sentido? No, fue un comentario muy directo y completamente erótico. No soy bueno consintiendo a las mujeres, nunca he tenido que hacerlo, así que sólo puedo hacerle el amor con dulzura hasta que olvide todo lo que esos malditos le hicieron pasar.

 No soy bueno consintiendo a las mujeres, nunca he tenido que hacerlo, así que sólo puedo hacerle el amor con dulzura hasta que olvide todo lo que esos malditos le hicieron pasar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)Where stories live. Discover now