Capítulo 11

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La suave melodía de la orquesta llenaba el gran salón, acompañado de risas y las charlas de todos los invitados vestidos de gala

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La suave melodía de la orquesta llenaba el gran salón, acompañado de risas y las charlas de todos los invitados vestidos de gala. Mientras las chicas de mi edad bailaban con sus novios, yo estaba sentada, sola y con hambre. Mi frustración siempre volvía cuando recordaba a Nicolás y su rechazo. ¡Intenté invitarlo mil veces pero no podía! Siempre me ponía nerviosa, me daba miedo su rechazo... al final, tenía razón. No debí ni siquiera considerarlo.

Mejor sola que mal acompañada...

-¿A quién espera, jovencita?

Miré a mi compañero de mesa sentarse al lado mío. Su cabello estaba brillado del sudor por el esfuerzo que puso en bailar una canción junto a una de las enfermeras del asilo. Sus manos temblaron cuando intentó agarrar el pichel de agua, rápidamente le ayudé, sirviendole un vaso de agua helada.

-Gracias, cariño. Este pobre viejo ya no es tan fuerte como antes -tomó un trago de agua y sonrió- ¡Está deliciosa! El agua de los ricos es la mejor.

Yo tomo agua embotellada, la que compra mamá en el super...

- Me alegro que le guste porque ha de haber costado una fortuna el llenar todo el salón con picheles de agua de ese tipo. -moví mi copa con unos pocos tragos de vino en ella- Por el momento, prefiero el vino.

- El vino se deja para el momento en el que tu acompañante está contigo -puso su mano encima de mi brazo- Así lo emborracha y terminas teniendo una noche loca. Ah, esos buenos tiempos -dijo el señor con melancolía

-Lamento decepcionarlo, pues no tengo un acompañante, solo a usted - le Guiñé el ojos, haciéndolo reír.

-Gracias, linda pero una joven cómo tú, necesita a un príncipe y no a un dinosaurio.

Pero yo no tengo principes. Pasé toda mi vida diciéndome que no necesitaba de ningún príncipe, que siempre puedo ser fuerte, independiente y no depender de un hombre para vivir y ser feliz. Es por ese pensamiento, la razón por la que estoy aquí, sola y aburrida. Dejé atrás mi orgullo para invitarlo y él me rechazó. A este paso, tener gatos es la mejor opción... ellos no te rechazan.

- Soy feliz siendo la reina fría, rechazando el amor y sólo preocupandome por el bienestar de mi familia. Es lo que importa, ¿no? - me escogí de hombros, restandole importancia a mi corazón entristecido- La familia es lo más sagrado.

- La familia es una mierda -chasqueó la lengua, dejando el vaso vacío de un golpe contra la mesa- Por mi familia acabe en ese asilo. Los mal agradecidos de mis hijos me fueron a tirar ahí cuando les di su herencia. ¿Familia? ¡Ja! Me la comen. -ese fue un comentario sorprendente viniendo de un señor con una dulce sonrisa- ¿Te digo que importa? La felicidad. Si tu eres feliz, que lo demás te importe un pepino. Entonces, ¿Eres feliz?

¿lo soy? Tengo fama, dinero, una gran familia y trabajo en lo que más amo, que es escribir. Debería ser la chica más feliz del mundo, pero estoy triste por culpa de un idiota arrogante que sólo quiere meterme en su cama. ¿Qué clase de futuro me espera si sigo viéndome con Nicolás? ¿me desvirga y me corre de su vida? Ya eh comprobado que no es alguien de relaciones y que él romance para él es decir unas palabras sucias. Le funcionan, mi cuerpo reacciona a su deseo, pero no al deseo de mi cobarde corazón. Un corazón que desea amar y ser amado, al igual que mis primas son felices con sus parejas, al igual que mis tíos y en especial, al igual que mis padres. Tener algo real y propio, lleno de emociones magníficas, una relación llena de amor al igual que de amistad. Quiero escribir mil historias de amor inspiradas en el hombre de mi vida, que sea el primero en leerlas, imprimirlas con una dedicatoria que diga "Para el amor de mi vida, el que me inspira día a día". Pero sólo tengo a un hombre necesitado, con deseos de hacerme gritar su nombre de placer.

Me valoro, soy valiosa. No soy una cualquiera, no soy un objeto... Soy una mujer con sentimientos que al igual que todas, merece ser amada. Merezco un detalle de amor, merezco perder la cabeza, estar locamente enamorada sin miedo a no ser correspondida. Merezco mucho más que a un hombre que sólo quiere meterme en su cama por una noche.

- Tiene razón - Me levanté de la silla, mirándolo con una gran sonrisa en mi rostro- La felicidad es lo único que debe importar y por eso, buscaré mi felicidad.

El señor asintió de acuerdo. Estaba buscando a mi víctima para un baile cuando las luces del salón se apagaron. Unas mujeres gritaron de la sorpresa, otros sólo empezaron a susurrar preguntándose que había pasado. Entonces un fuerte trueno se escuchó y un relámpago alumbró el salón por unos segundos, a través de las ventanas y las puertas de cristal que daban a los balcones. Di un paso hacia atrás, mi pie chocó contra la pata de la silla y luego... unos brazos rodearon mi cintura.

-Llevo toda la noche tratando de encontrar el momento para acercarme a tí y disculparme por ser un idiota -susurró en mi oido, pegando mi espalda a su pecho. Me relajé cuando olí su loción y su ronca voz hizo que mi cuerpo reaccionará a él, como si fuera dueño de cada célula- Y aprovechando este momento, quiero decir que te ves hermosa está noche, al igual que siempre, sólo que está noche... esta noche me has abierto los ojos, dulce dama. Por qué ninguna mujer interesada pasaría toda la noche en compañía de un señor, cuando hay miles de hombres queriendo aprovecharse de tu soledad. Pero pobres ingenuos -acarició mi mejilla con su nariz, haciendome suspirar- Porque no pienso compartiré, no ahora que te tengo entre mis brazos. ¿Y sabes qué? No pienso dejarte ir, nunca más.

Mi discurso motivacional se fue al desagüe con sus palabras, con sólo su presencia más bien dicho.

Pedí algo de romanticismo y aquí está, proviniendo del hombre que no es romántico. Entonces, ¿qué tengo que hacer? ¿Dejar de temer y averiguar si puede haber algo romántico y único en el fondo de su apariencia de arrogante pervertido?

Las luces volvieron a funcionar, Las personas aplaudían felices de poder regresar a la fiesta, pero mi fiesta a cambiado. Lentamente me dio la vuelta, aún con sus manos en mi cintura, me miraba esperando una respuesta de mi parte. Estoy confundida... Mi parte sensata me dice que no puedo hacer eso, no puedo sólo confiar en él cuando ya conozco ese lado arrogante que tiene. Pero a la vez, ¿No es mejor ahora que ya conozco más lados de él?

-¿Quieres bailar conmigo?

Su pregunta, su mirada llena de temor y su sonrisa dudativa fue como un interruptor en mi cerebro, Que hace contacto con mi corazón. Todos merecemos una segunda oportunidad... especialmente cuando se trata del amor.

-Solo si prometes no soltarme nunca. -respondí y él soltó el aliento, volviendo a sonreír con seguridad.

-Siempre te sostendré, Hollie. Ya sea para no alejarnos o para no dejarte caer.

Puedo arriesgarme a conocer más de él, puedo darle poco a poco mi corazón, con el objetivo de que ambos podamos ser felices.

Puedo arriesgarme a conocer más de él, puedo darle poco a poco mi corazón, con el objetivo de que ambos podamos ser felices

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Hamilton Lover |Serie Hamilton| #2 (TERMINADA)Where stories live. Discover now