C a p i t u l o 1:

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Apunté y disparé.

–Bien hecho, Sky –Max palmoteó mi hombro.

Me encontraba practicando puntería. Tal vez podía ser la mejor en esto, pero aun así, no podía dejar que mi talento se dejara de lado.

Dejé la pistola en la mesa de un lado y sonreí.

–Gracias.

–¿Quieres ir por unas malteadas a la cafetería? –Me sonrió.

–Claro –Asentí y él me tomó de la mano.

–Vamos.

Caminamos hasta la cafetería, y por alguna extraña razón, el presidente de todas nuestras empresas estaba ahí. Abrimos los ojos rápidamente y soltamos nuestra manos haciendo una reverencia, ya que el presidente era coreano.

–¿Sky Parker? –Preguntó mirándome y yo asentí. –Venga conmigo.

Tragué saliva y miré a Max, quien estaba muy sorprendido.

–Sígame. –Volvió a hablar y yo asentí haciendo lo que dijo.

Primero que nada: ¿Qué hacía el presidente de todos nosotros en latinoamérica, buscándome? Bueno, la respuesta era obvia.

Entramos a una habitación de juntas y él se sentó frente a un escritorio.

–Siéntate –Indicó el asiento que estaba al otro lado.

–¿Sucede algo?

–Sí.

–¡Juro que no he hecho nada malo! –Coloqué mis manos juntas en forma de suplica. El presidente me miró por arriba de sus lentes de cristal con una mirada seria.

–No has hecho nada, lo sé.

–¿Entonces?

–Te tengo una misión.

–¿Para mi?

–¿Ve a alguien más en esta habitación? –Preguntó aún con su mirada seria y yo negué.

–Ya que eres la número uno de todos nuestros agentes menores de 30 años, decidí ponerte a cargo de mi nieto.

–¿Nieto? ¿Quién?

–Déjame explicarte. –Dijo y asentí.

–Tengo un nieto en Corea, la base de nuestra empresa. He estado muy al tanto de tus misiones, Parker. Sé que tienes la mejor puntería de todos. Sé que aprendiste del agente número uno de los mayores. Sé que eres lo que eres ahora por un secuestro en Londres -Se acomodó en su silla.

–¿Investigó sobre mi?

–Debo saber sobre la mejor.

–¿Quién es su nieto, presidente? –Pregunté después de un momento. –¿Por qué lo debo cuidar?

–Mi nieto es Jeon Jung Kook, un Idol coreano. Últimamente ha sido seguido por fans sospechosas.

–¿Sassaengs? –Pregunté.

–Peor que eso. Al decir verdad, ni siquiera son fans; son chicas que quieren matar al Jungkook o secuestrarlo –Comenzó a mirar una carpeta que descansaba en el escritorio. Yo asentí suspirando.

–¿Debo protegerlo?

–Sí, te lo dejaré en tus manos.

Sentí una gran presión en mi.

–Lo haré.

–Te irás a Corea conmigo, hoy mismo.

–¿Hoy?

Agente N°1Where stories live. Discover now