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Capítulo 10: De vuelta a la universidad

-Bueno, vine aquí para entregar esto -me extendió un sobre.

Yo lo tomé entre mis manos y leí el contenido.

-Son los resultados de tus últimas pruebas de sangre -se me adelantó- La cantidad de glóbulos rojos en tu sangre es bajo, es puede ser señales de anemia, Owen...

-Lo sé -dije- Siempre es lo mismo, por eso es que tengo que tener una caja de pastillas a la mano -mi voz de oyó más decaída. Era un poco desalentador saber que tu cuerpo necesita más atención por no ser o tener el mismo rendimiento que el de los demás.

-¿Siempre? -me miró sorprendido.

-Si, desde pequeño mi sangre nunca ha tenido buenas defensas, y mi hermano no quiere arriesgarme a una transfusión de otra sangre...

-¿Por qué?

Por unos momentos hice una pequeña pausa.

-Porque casi muero la última vez...

La expresion de Dean cambio completamente a una de impresión, sus ojos se abrieron de par en par y su respiración pareció detenerse por un momento. En su mirada pude saber que quería saber más acerca de lo que dije. Así que empecé a contar.

-Cuando tenía doce años mi hermano y yo nos mudamos a una nueva ciudad, nueva casa, nuevo instituto... En ese entonces ya estaba en segundo año...

Él me miró prestándome más atención.

-Nos mudamos por...bueno, creo que ya te puedes imaginar la razón...

Dean asintió.

-Bien, cuando entré a clases nuevamente me ocultaba de todo el que que me rodeaba e intentaba tener el menor contacto posible con los demás... Un día unos chicos de mi salón de clase me jugaron una broma...mi capucha se salió, y todos tenían la misma desagradable expresión que todo el mundo ponía al verme... Cuando mi hermano se enteró el mismo día intentó hacer que nos mudasemos nuevamente, pero él estaba en medio de un proyecto muy importante de modo que no podíamos irnos... -suspiré haciendo una breve pausa- Cosas pasaron...cosas...malas... -no quise decir mucho más para no traer recuerdos desagradables- Entonces mi cuerpo era más débil, mucho más débil, de modo que...terminé inconsciente en una cama de hospital... En ese momento no detestaba tanto los hospitales como ahora, pero...

Todos esos dolorosos e incómodos recuerdos vinieron nuevamente a mi mente, para alejarlos desvié la mirada y cerré con fuerza los ojos. Dean pareció preocuparse un poco, pero seguí.

-Me hicieron muchas pruebas, y concluyeron lo mismo que las de ahora  dicen...los glóbulos rojos de mi sangre no eran los suficientes como para mantenerme sano... Necesitaba más defensas... -hice una pausa para respirar- Encontraron un perfecto donador para mi tipo de sangre... Hicieron todos los procedimientos,  tomaron todas las precauciones posibles y comenzaron la transfusión... Cuando desperté me sentí mejor, estaba relajado...todo el mundo pensó que había funcionado, pero cuando intenté levantarme...mi cuerpo empezó a convulsionar de manera descontrolada... Mi cuerpo había rechazado la sangre...

Dean pareció no poder creerse lo que acababa de decir.

-Estuve casi un año completo en tratamiento intensivo hasta que me recuperé... Mi sangre volvió al mismo resultado...bajo... Mi hermano no lo pensó dos veces y decidió tomar la segunda opción...

Él me miró con curiosidad

-Quieres decir...

-Toda una vida yendo a consultas médicas constantes, con medicación controlada hasta que llegase un milagro...