Una Mulan Moderna - Adrinette [AU]

Capítulo 19: Huída

Buenas buenas, llegó día de actualización! Espero sus estrellitas comentarios bellos (sin pelear porfis) uwu

El sábado por la mañana fue muy duro, luego de la noche anterior apenas había pegado un ojo y lo único que mi cerebro procesaba una y otra vez era la situación... ¿Por qué lo nombré?

Me cubrí el rostro con las mantas ahogada en mi propia vergüenza, obligándome a creer la excusa que le di a Luka y repitiendo una y otra vez "Ví la chaqueta y solo se me vino su nombre a la cabeza".
Estaba segura que así fué, se trataba solo de un malentendido ya que jamas podría imaginar una situación así con mi amigo... Pero allí entraba mi malestar general, el motivo de mi gran duda y angustia.

¿Por qué me sentí tan bien al disfrutar de las caricias de Luka mientras me hundía en el perfume de Adrien?

Necesitaba de mis amigas para que me ayuden a eliminar estás dudas, pero no me atrevía a marcarle a ninguna de ellas ya que me avergonzaba demasiado la situación.

—¿Piensas bajar a desayunar? —La voz de mi madre me sobresaltó, obligándome a sentar en la cama.

Podia notar que se veía algo preocupada, no me creyó demasiado que Luka no estaba molesto... Principalmente porque escuchó los gritos y el gran portazo.

—Si, mamá —Conteste forzando una sonrisa.

Ni bien ella se marchó me arrastre al borde de la cama y baje sin ánimos de convivir con nadie, pero los sábados solía darle una mano a mis padres.
Me vestí lentamente y acomode mi cabello en un moño alto, al echarle un vistazo a mi celular ví que no había ni un solo mensaje de Luka. No podía decir lo mismo en cuanto a Alya y Chat, de ellos si habían los suficientes para distraerme un largo rato pero los reservaría para más tarde cuando las deberes de la panadería se terminen y mi mente regrese a el recuerdo de anoche.

Deje mi celular allí y me fui a desayunar para poner manos en obra.

—🐞—

Se acercaba la hora del cierre cuando mi madre se acercó al frente del negocio para conversar unos minutos, como suele hacer cuando yo los ayudo. Trajo sus rutinarios panes de miel y me ofreció uno, aún tibios eran lo más suave y delicioso que uno podia degustar.

—¿Como te estas en la facultad, cariño? —La pregunta hizo que deje de masticar.

Comunmente ellos no me presionan o preguntan sobre mis estudios, sabía que era una simple pregunta pero la sentí como una intromisión a mi vida privada.

—Bien... —Conteste sin más que decir —Tranquilo.

Ella asintió como si no supiera que preguntar, tal vez solo está intentando entrar en alguna zona delicada y empieza tanteando el área.

—¿Mañana te irás de nuevo en la mañana? —Siguió ella dando un mordisco a su pan.

Al pensar que ya mañana debía marcharme me dió una gran pesadez en el pecho, no sabía cómo afrontar la situación en mi residencia... Los hombres se volvieron salvajes y eso me aterraba, si me atacaron de esa forma aún siendo Marinette que seguiría en la lista.

—Si... Pero yo eh... Creo que no —Force una sonrisita tímida —Por está semana no pienso asistir... Rose está muy enferma y no quisiera contagiarme —Mi madre asintio pensativa.

De todas formas aquello pareció sentarle muy bien a mi madre, que regresó alegremente a la cocina donde oí murmullos entre ella y mi padre.

Para hacer algo de tiempo me ocupe de asear un poco el mostrador y el piso, concentrada en la radio que emitía música disco. Cuando ya se aproximó la hora del cierre me acerque a la puerta a voltear el cartel, pero mi madre me interrumpió.