Capítulo 16: La fiesta

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Para mi mala suerte, Kim decidió acompañarnos a cenar y el muy desgraciado no tuvo mejor plan que cuestionar todas mis opciones. Alya me miraba cada diez minutos desde su mesa, donde se sentaban ellos tres ya que Nino le había dado la grandiosa idea a Kim de que nosotros necesitábamos un poco de privacidad para "conectar".

Mire mi plato de pasta, completamente intacta. No había dado mas de unos bocados antes de ceder a los comentarios crueles de Kim, aunque probablemente no era su intención ofenderme, pero en cada bocado él argumentaba algo irritante.

"—¿Realmente vas a comer todo eso? Todas esas harinas... Directas a tus caderas, muñeca —Dijo mientras masticaba su ensalada —Debiste elegir algo más saludable, te recomiendo prohibir las harinas en la noche ya que no quemarás esas calorías... —Continuó hablando pero decidí hacer oídos sordos. "

Aún lo escuchaba argumentar un centenar de cosas acerca de él mientras yo me dedicaba a empujar un trozo de fideo de un lado al otro en mi plato, hasta que vi que Nino pidió la cuenta para su mesa. Rápidamente hice lo mismo, temía que tal vez me abandonasen aquí con Kim.

—¡Vaya! que poco comes —Gritó Kim en cuanto salimos del restaurant —Que desperdicio... —Agregó con un chasqueo de lengua.

Inspiré profundamente, intentando contener los fuertes impulsos de echarle en cara que él no me había dejado tranquila en toda la noche pero sabía que si lo hacía solo lograría incomodar a todos.

—Es que no me gusta comer frente a cualquier idiota —Murmuré lo suficiente alto para que escuche.

Alya soltó una risa, la cual ahogo en el mismo instante en el que esta se escapó.

Me subí al coche, esta vez con Kim entre medio de Adrien y yo... Nuevamente con su brazo sobre mis hombros, con una confianza inexistente.

—Si, a mi tampoco me gusta comer en publico —Respondió a mi comentario, sin tener idea de que lo había insultado.

No me molesté en responder, me quede completamente en silencio el resto del trayecto sin un poco de interés de meterme en la conversación. Hasta que por fin llegamos, ese fue mi momento de huida.

—¡Debo ir al baño! —Anuncié empujando la puerta con tanta fuerza que casi caigo de rostro en el asfalto.

Me dirigí a grandes zancadas a la casa de la cual emanaba la música y las voces de docenas de personas.

—¡Marinette! —Gritó Alya quien apenas bajaba del coche —¡No debes separarte!

«Al demonio con todos ellos» Pensé al momento en que golpeé la puerta principal.

Una joven mujer me abrió y sin siquiera preguntar, me dejó entrar. Me perdí entre el resto de las personas con la clara intención de no soportar mas a mi compañía.

Salí al jardín, donde se amontonaban las personas con vasos o botellas en sus manos y todos conversaban animadamente.

Me senté entre un arbusto y saque mi teléfono, sin dudar envié un mensaje a Luka.

Solo fueron minutos antes de que responda.

"En camino".

Suspiré con pesadez y observé a la gente, no conocía a nadie y tampoco tenia interés en socializar... Pero no quería ser la rarita de los arbustos. De mala gana me puse de pie, sacudiendo la tierra de mi trasero y me encaminé al interior de la casa, topando a medio camino con Adrien... Literalmente.

Chocamos uno con el otro, él ya llevaba una botella entre sus dedos y estaba tan concentrado en sus pensamientos que siquiera me vio hasta que impacte contra su pecho.

Una Mulan Moderna - Adrinette [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora