Una Mulan Moderna - Adrinette [AU]

Capítulo 12: De mal en peor

—¡Marinette! —Grito mi amiga lanzándome un cojín y varias risas le siguieron a aquella acción —¿Qué te sucede? Estas más perdida de lo usual...

Parpadee varias veces antes de ver a mis tres amigas, las cuales se encontraban sentadas frente a mí de piernas cruzadas. Alya había traído con ella a Rose, Juleka y Alix para intentar "animarme" pero vaya sorpresa se llevaron al verme bajar del coche de Nathaniel con una leve sonrisa reflejada en mi rostro.

—Comienzo a sospechar que fue todo un truco para que no te regañe —Dijo cruzándose de brazos la castaña —Si fue todo fue una mentira vas a estar en problemas... —Advirtió con un dedo.

—No, no lo fue —Agregue rápidamente —Pero luego de pensarlo un poco me di cuenta de que tal vez estaba exagerando... Después de todo Luka y yo no somos nada.

—Pero él te gusta... —La voz de Rose salió cargada de pena y lastima —Debió ser difícil ver eso.

—S...Si pero... —Fui interrumpida por la chica de cabello negro.

—¡Yo te advertí que mi hermano es un idiota con las mujeres! —Soltó un gruñido y golpeó el suelo —¡Le supliqué que no te hiciera nada cruel y mira lo que provocó!

—Está bien —Reí y levanté las manos en señal de que se calmen —Como dije antes, él y yo no somos novios así que no debería de... —Volví a ser interrumpida, pero esta vez fue por parte de Alix.

—¿Solo a mí me extraña que estés de tan buen humor? —Me miro pensativa, ocasionando que las otras dos chicas en la habitación imitaran su acción.

Una sonrisa nerviosa se reflejó en mis labios mientras trataba de pensar que decirles, el problema de todo esto es que ni siquiera yo sabía por qué estaba tan relajada cuando debería estar tirada en el suelo llorando como una niña caprichosa.

Antes de que alguna idea surgiera de mis labios, el pelirrojo que estaba sentado en la cama con una revista entre sus manos hablo con tranquilidad, casi aburrimiento.

—Debe ser por el idiota ese —Murmuró lo suficientemente alto para que todas escucharan.

—¿Idiota? —Juleka me miro confundida —¿Qué idiota?

—¡¿Ohh?! —Exclamó Alix acercándose demasiado a mí, con los ojos brillantes de la emoción —¡Apuesto a que está hablando de ricitos de oro!¿Verdad? —Sentía que las mejillas comenzaban a arder debido a toda la atención que estaba recibiendo.

—¡No! —Exclame avergonzada, abrazándome a mí misma.

—¡Claro que sí! —Nathaniel arrojó la revista y se puso de pie —Claro, él te da una galleta y ya eres la persona más feliz del mundo, pero luego están los idiotas como yo a los cuales apenas llamas si algo sucede. ¡No soy más que tu chofer últimamente! —Se quejo muy enfadado.

Por un momento me sentí avergonzada, Nathaniel tenia razón en cuanto a eso.

—No digas estupideces, Nath —Lo regañe, intentando ocultar mi vergüenza —Tú sabes mejor que nadie que eres mi mejor amigo, nadie podría quitarte eso —Agregué poniéndome de pie para verlo a la cara.

Pareció como si mis palabras solo fueran para peor ya que puso los ojos en blanco y se dio la vuelta para tomar su abrigo de la cama.

—Ese es el problema —Susurro para sí mismo —Mejor me voy, Marinette.

Lo mire confundida, últimamente ese chico estaba teniendo unos cambios de humor más extremos que los de una embarazada.
Lo acompañe si decir ni una sola palabra más, por miedo a empeorar las cosas, hasta la puerta donde lo despedí.