Una Mulan Moderna - Adrinette [AU]

Capítulo 7: Mala suerte

Nathaniel me dejo frente a la puerta de la cafetería donde mi amiga se encontraba y se marchó para encontrar donde aparcar el coche. Entre al local y con una rápida mirada encontré a la castaña sentada casi al fondo con su celular entre sus manos.

—Vaya, mira a quien tenemos aquí —Susurre sobre su hombro, provocando que se sobresaltase.

Su teléfono resbaló de su agarre y cayó de mqnera estrepitosa sobre la mesa.

—¡Marinette! —Exclamo llevándose una mano al pecho con sorpresa —Casi me matas del susto, torpe —Me dio una sonrisa, luego se puso de pie para rodearme con sus brazos y estrujarme fuertemente —¡Estoy tan enfadada y feliz de verte!

En cuanto nos separamos, tome asiento frente a ella y me recargue sobre mis codos en la mesa.

—Cuéntame todo —Pedí con ansiedad —¿Cómo es él?

—Está por llegar, me acaba de decir que uno de sus amigos tuvo una "crisis amorosa" y que se retrasó un poco —Apoyo su mentón sobre su mano, acto que acompaño con un largo y empalagoso suspiro —Nino es el hombre de mis sueños, Mari.

Aquel nombre me sonaba un poco familiar pero no me moleste mucho en tratar de identificarlo ya que mi amiga continuaba hablando con entusiasmo.

—Ahora está viviendo en una residencia universitaria pero ya está listo para mudarse a un apartamento más cerca de mi —Sus ojos brillaban con fervor mientras hablaba casi sin respirar —¡¿Y sabes que me dijo?! —No llegue a negar con la cabeza antes de que continuase —¡Quiere que me mude con el!

—Oh... —Me quede un poco sin habla —Alya, sabes que te amo y me emociona verte tan feliz por un chico pero, ¿No crees que van un poco rápido? Llevas menos de cinco meses saliendo con él y ya hasta se fueron juntos de vacaciones... Mudarse juntos es un paso muy grande y... —Me interrumpió con tranquilidad.

—Es que él es un hombre de verdad—Explico —Quiere que vayamos en serio... ya sabes, una relación formal y libre de actitudes infantiles.

Me removi incomoda en mi lugar, no podia mentirle y celebrar su alegría sin sentir que estaba metiéndose en algo grave.

—Eso es increíble pero, ¿No deberías esperar un poco más? —Su expresión se contrajo con confusión —Solo me preocupo por ti y no quiero qu...—Me callo de pronto.

Ella puso rápidamente una mano sobre mi boca y por un momento creí que fue por enfado o algo similar pero en cuanto un chico se detuvo frente a nuestra mesa comprendí que lo hizo para que no dijera algo demás.

—¡Cariño! —Exclamo poniéndose de pie y rodeándolo con sus brazos para plantarle un sonoro beso en la mejilla —Que bueno que llegaste.

Ambos se sentaron frente a mí y él chico me dio una sonrisa casual para  luego saludarme.

—Déjame adivinar —Dijo con diversión —Tu debes ser Marinette, la cómplice del mal de esta demente.

Asentí de mala gana, le di una mirada de pies a cabeza antes de continuar.

—Y tú debes ser Nino, el roba amigas —El soltó una carcajada como si hubiese sido un chiste.