Prólogo

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Luces destellantes, el rechinar de unas llantas, unos gritos ahogados por el sonido de vidrios rompiéndose y el metal partiéndose y deformandose, una joven de cabello afro alzando su mano para alcanzar a su acompañante, sangre desparramada por el suelo una bocina que no para de tocar y luego un silencio sepulcral el cual tras varias horas es opacado por un molesto pitido el cual marcaba la ida de este mundo de aquella joven...

Una lagrima que dar [1° Parte Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora