Aquellos recuerdos que viviran

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Querido Papá:

Hace más de dos días que he tratado de encontrar las palabras adecuadas para expresar todos los sentimientos que últimamente me han invadido por días hasta que me encontré con esta pequeña frase:

"Quien llegue quien tenga que llegar, que se vaya quien se tenga que ir, que duela lo que tenga que doler... que pase lo que tenga que pasar"
Mario Benedetti

Es increíble como una pequeña frase te hace recordar, analizar y recapacitar en el mismo momento que terminas de leer. Puedo recordar las frases que mi madre solía colgar sobre los muros de la casa, era fastidioso, pero al final del día te daban ánimos de seguir adelante.

Durante el transcurso de mi vida han llegado personas que hoy en día siguen estando junto a mí a pesar del tiempo, sé que me ayudaran en todo lo que me proponga.

Siempre he creído que cada persona que entra en nuestras vidas es por un simple propósito, enseñarte una lección, no importa si es importante o no, si dolerá o valdrá la pena, lo que importa es que siempre, siempre recuerdes cada una de ellas.

También habrá aquellas que se vayan, aquellas que simplemente se rindan, aquellas que nunca volverás a ver pero que al final del día siempre las recordaras, no importa los días, los meses o los años que pasen, los recuerdos seguirán vivos.

Dolerá, lo hará. Al final del día las cicatrices nunca cierran por completo, pero ellas son las que nos recuerdan las lecciones que cada persona nos ha dado. Te estaría mintiendo si te digo que después de algunos años cicatrizan, pero se más que nadie que no es así, solamente aprendes a vivir con ella, entiendes que aquellas cicatrices tienen un significado, el cual créeme nunca olvidamos.

Pero al final de la vida, las cosas pasaran como realmente estaban destinadas a pasar, siempre he pensado que el destino es el mejor jugador de toda la vida. Nunca se le escapa nada ni nadie, siempre está atento a que todo salgo como él lo ha predicho, no hay ser humano en esta tierra que pueda ganarle. Pero al final nos enseña que todo valdrá la pena, que el dolor nos dará las fuerzas necesarias para sobrevivir esta prueba, recordando cada lección, cada persona que hemos dejado atrás y aquellas que nos impulsan día tras días sin importar nada.

No importa si me has dejado atrás, yo no lo he podido hacer, no importa si no soy la persona que te impulsa cada día y no importa si soy la causante de que tus heridas vuelvan a sangrar. Lo que importa es que ambos aprendamos esta lección, la lección que no solo el destino nos ha impuesto, sino tu esposa y mi madre aquella que conocía más de la vida que nosotros mismos.

Con amor: Mia. 

Cartas a PapáWhere stories live. Discover now