One Last Time » jb & ag (Completa)

22;✧ Days in Canada

ArianaPOV's

Al despertar lo primero que veo es la cruz tatuada en el pecho de mi chico, recuerdo la espectacular noche que pasamos juntos y reparto pequeños besitos en su pecho, me incorporo en la cama y escucho ronquidos por su parte, sus cadenas aún adornan su cuello y au cabello está un poco despeinado.

Un escalofrío me recorre de pies a cabeza por lo cuál decido levantarme del todo para no tentarme más de lo debido, tres rondas en una noche -contando mi embarazo- no cualquiera lo logra. Entro al baño y me observo al espejo, me encanta el aspecto que tengo luego de estar con mi prometido, mis mejillas lucen más sonrojadas de lo normal y siento un cosquilleo a causa de la felicidad, incluso me siento un poco más madura.

Me coloco mi ropa interior y una bata para luego hacerme un moño alto desordenado y finalmente salir de la habitación con el propósito de hacer el desayuno. Me percato que la habitación de Pattie está abierta y en cuanto paso frente a ella la veo vacía, bajo a la segunda planta y no hay rastro de ella ni de su esposo.

Con un poco más de confianza tomo la cafetera y la relleno con agua para poder hacer algo de -valga la redundancia- café.

—Buenos días, nena —una voz ronca me toma por sorpresa y al voltearme veo a Justin con tan solo un par de boxers los cuales no dejan nada a la imaginación y se nota perfectamente su erección mañanera, sin vergüenza.

—Buenos días mi amor ¿quieres desayunar? —trato de ignorar hormigueo que siento encaminándome a la alacena para sacar algo de harina.

—Pero desde luego que sí, eso no se pregunta —se acerca y me toma por las caderas para subirme a la encimera para luego colocarse en medio de mis piernas—. La noche de ayer fue tan...

—Asombrosa —termino su frase y el asiente.

—Cómo todas las demás noches a tu lado —susurra y me besa—. Sabes, ya se que quiero de desayunar, mamá anda corriendo con Mike por lo cuál tenemos 20 minutos exactos.

Dice mientras observa el reloj de marmol que decora la pared. La idea me tienta por completo así que decido bajar de la encimera pero el me detiene.

—¿Quién dijo algo sobre ir algún lado? —dice y abro unos ojos como platos, quiere que lo hagamos aquí mismo y ahora. Sin dejarme responder comienza a besar mi cuello (sabiendo que es mi mayor debilidad) abre mi bata y acaricia por encima del sostén mis senos.

Por instinto propio enredo mis dedos en sus cadenas y lo jalo hacia mi para profundizar el beso ardiente en el que estamos, subo mis manos a su cabello y doy leves tirones en cuanto siento un apretón en mis piernas.

—¿Te he dicho lo mal que me traen estas bellezas? —hace referencia a mis piernas y siento un leve rubor cubrir mis mejillas, ¿cómo es posible que luego de tanto aún logre sonrojarme?.
En un rápido movimiento se deshace de mis bragas y sus dedos hacen maravillas en mi sexo, un gemido gutural abandona mi cuerpo cuando acelera los movimientos con su mano.

—Demonios, ya estás tan lista para mi —gruñe y siento que voy a desvanecer en cualquier momento, me jala de las piernas para que logre quedar en el filo de la mesa y observo cómo baja sus boxers liberando su erección.

Se acerca y me tortura un momento con la punta para finalmente hundirse lentamente en mi. Me abraza para sentirlo totalmente y araño su espalda en medio del acto, la excitación aumenta más cuando lo escucho jadear y gemir mi nombre.

Sus movimientos son mis favoritos, lentos y profundos, por más tortura que sienta son los mejores, sus embestidas aumentan un poco ya que no contamos con mucho tiempo y luego de tres empujes más por fin siento mi liberación a la vez que el.