CUENTA SALDADA. - PARTE 3

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Quizás mi estupidez de abrir la bocota antes de tiempo fue un gran error, sin embargo, debía de aprovechar que estaba furioso, que estaba fuera de sus casillas. Tenía que hacerme de aquel extraño artefacto y así eliminar toda ventaja posible que el pudiera tener. Kym se interpuso entre el gigante y Joseph como si eso sirviera para algo. De un empujón arrojo a Kym hacia su costado, como si de un trapo viejo se tratara, inmediatamente tomo a Joseph por el cuello con una sola mano y lo levanto, era como si careciera de peso, no le costo ningún esfuerzo. Kym desde el piso dio un grito horrorizada de inmediato corrí hacia ella. Estaba bien, solo tenía una pequeña cortada en la frente, pero Joseph, el quizás solo tuviera diez segundos de vida sino hacia algo ya... Enfurecido me puse de pie dispuesto a continuar la pelea donde la habíamos dejado, aun sabiendo que la diferencia física no estaba a mi favor, pero Kym me detuvo.

- Jonh... Vete. Tan solo vuelve a tu tiempo.

- Jamás, de ninguna manera los dejare solo, salvare a Joseph , te salvare a ti.

- Jonh, es que ¿no te has dado cuenta? ¡Ya me has salvado! Ahora vete

Era increíble lo que Kym me pedía. Ella simplemente quería que me fuera y los dejara con el problema en que quizás yo los había metido al saltar hasta aquí en el tiempo y revivir esta escena la cual estaba a punto de tener un final distinto al original. Mi alma nunca podría volver a descansar en paz, jamás podría dormir tranquilamente si yo simplemente me fuera. Hice caso omiso a Kym. Mire a André Wilson y aun con el rostro sangrándome producto de la gran paliza que me había propinado, comencé a avanzar hacia él.

- Está bien Jonhy, si ya tomaste tu decisión por favor ayuda a Joseph, te lo ruego. En el buro, junto a la cama hay un cuchillo, por favor, no dejes que le pase nada a mi hijo, a tu hijo te lo suplico.

Los ojos suplicantes de Kym me penetraron hasta el fondo de mi alma. Hacia tanto tiempo que no la miraba tan directamente a la cara. Y de pronto como una descarga de adrenalina, docenas de recuerdos comenzaron a galoparse en mi cabeza. Días mejores en que ella y yo sonreíamos ¡juntos! Es verdad que Kym se veía mayor y con varias arrugas en su rostro pero no por ello deje de amarla un solo momento. Mientras tanto Joseph estaba morado, sino hacia algo ya, ¡el moriría! la historia cambiaria por completo, el nunca podría haber viajado a mi tiempo, ni yo haber recuperado mi habilidad. Pero entonces ¿el destino no contaba con esto? ¿Quién conoce los designios del universo? ¿Accidente o destino? ¿Hasta dónde era posible manipular un hecho ya pasado?

Haciendo caso a la voluntad de Kym tome el cuchillo y en cuestión de segundos me lance hacia él y con mi mano derecha lo clave en su pantorrilla. Sentir como el filo atravesaba su carne y sus músculos me regocijaba.

- Aghh. Maldito... – Dijo mientras que por inercia soltó de inmediato a Joseph, este cayó al piso casi inconsciente y su rostro ahora ya de un color rojo tomate golpeo contra la esquina de metal de la cama. Kym corrió a su lado.

Era todo, no tenía ninguna ayuda más, ningún plan adicional, la única posibilidad que tuve yacía en los brazos de Kym con una herida en la frente y casi ahogándose en su propia sangre. Al mismo tiempo el cuchillo continuaba enterrado hasta el fondo de la pantorrilla del gigante. Y como si de una simple astilla se tratara, se agacho y saco el cuchillo de un solo movimiento. – ¡Agghh!

Me miro a la cara, de nuevo su estúpida sonrisa se dibujaba en su rostro. Quizás solo estaba alardeando, quizás realmente tenía la situación bajo control, quizás todos moriríamos hoy. De pronto, poco a poco la seductora idea de Kym de escapar a mi tiempo acariciaba mi mente en especial cuando una vez más saco aquel maldito objeto cilíndrico de su bolsillo, energía súper lumínica recorrió su cuerpo acumulándose en la herida, lo mire como quien mira por primera vez con miedo el mar y en cuestión de segundos su herida ya había sanado.

El Maestro Del Tiempo 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora