T R E S.

265 54 6
                                    


Kibum avanzaba por las blancas calles, la nieve cubría todo alrededor, sonrió apretando la mano que se unía a la suya, Minho caminaba a escasos pasos detrás suyo. Ambos solo disfrutando de la compañía del otro en total silencio y tranquilidad.

— Kibum...

— ¿Si? - su voz fue un sencillo murmullo que se perdió en la calle, apenas llegando a Minho.

— ¿Puedes llevarme a mi casa? Hace frío y estoy exhausto... - Minho de detuvo en medio de una banqueta haciendo que Kibum le imitará, sin más el rubio asintió haciendo un pequeño puchero. Soltó la mano ajena y acomodó las gafas oscuras así como la bufanda y gorro que llevaba cubriéndole bien del helado aire que se podía sentir

— Bien, pero debes decirme hacia donde o el nombre de las calles... Sino nunca podremos llegar - Kibum sonrió esperando las instrucciones de Minho y volvió a tomarle de la mano.

El rubio suspiro caminando por donde el alto chico le decía, no tenía idea de porque, pero se sentía demasiado cómodo a su lado, incluso llevar a Minho de la mano se le hacía tan normal, como si hiciera bastante tiempo que conocía a Minho, lo cual no era así, apenas y llevaban un mes o dos máximo que se hablaban y... A pesar de todo, Kibum llevaba a Minho con bastante familiaridad a su casa.

Al llegar a su destino Minho tocó la puerta con los nudillos, avisando a su familia que acababa de llegar, un tanto avergonzado, Kibum ingreso segundos después del alto, saludo cortés a la familia Choi y le sonrió a Sooyoung, ella le devolvió el gesto.

— ¿Quieren un poco de chocolate caliente? - interrogó la mujer, a lo que ambos chicos asintieron dejando su abrigo en la entrada junto con sus zapatos en la entrada, sintiendo lo cálido del hogar.

— Ven, te llevaré a mi habitación, ahí estaremos más cómodos - ahora fue Minho quien tomó la mano de Kibum, guiándole por la amplia casa, guiándose por las paredes y muebles.

En toda la casa había una limpieza pulcra, ningún objeto se hallaba en el suelo u obstaculizaba el camino, escasas cosas se encontraban por el lugar, al parecer todo se debía a Minho y su facilidad para movilizarse. A paso sigiloso ingreso a la habitación, que de igual manera se encontraba pulcra, sin objetos en el suelo o algo desacomodado.

— Wow~ - fue la única palabra que salió de sus labios, se soltó del agarre de Minho y comenzó a husmear en la limpia habitación, observando cada detalle de ésta — Esto es... Increíble~ - se detuvo frente a un pequeño estante, tomo un libro grueso y lo abrió yendo así a la cama para observarlo detenidamente — ¿Cómo lo haces?

— ¿El qué? - Minho tomo asiento junto a Kibum en la cama con ambas manos comenzó a tentar todo, siguiendo un pequeño camino hasta las manos ajenas dónde sintió un libro — ¿Leer?

— Si~

— Ven - Minho se levantó de la cama y jalo a Kibum a la alfombra que se hallaba en medio de la habitación, tomo asiento y sentó a Kibum en frente suyo, con ambas manos agarró las ajenas y las sitio sobre los pequeños puntitos que se hallaban en las hojas de aquel libro.

Minho comenzó a explicar cada una de las letras, la forma que debía de tener, la cantidad de puntos e incluso le explico un poco sobre la manera en cómo se debía de leer. Kibum sólo se quedó en silencio apreciando lo extremadamente guapo que Minho lucía, la manera en que tomaba sus manos, la manera en que le hablaba al oído, la cercanía que ambos mantenían y por supuesto se perdió en la manera tan íntima en que se encontraban en la soledad de la habitación.

La puerta se abrió lentamente, ninguno de los dos le prestó atención a la señora Choi quien llevaba el chocolate caliente y bocadillos para ambos, sólo sonrió y se retiró dejando a Kibum y Minho solos.

— Es sorprendente todo esto - el rubio susurro girando rostro para encontrarse con el Minho a escasos centímetros, sin pensar un poco en sus actos y las consecuencias de éstos, dejó un pequeño besito en la mejilla de Minho — Gracias. - murmuró sin querer separarse de esa posición tan cómoda en que se encontraba.

— ¿Porqué agradeces?

— No lo sé, solo quiero agradecerte por todo... - se quedó en silencio por escasos segundos, procesando lo que estaba pensando — Por enseñarme todo esto, por mostrarme este nuevo mundo, tú mundo~ Lo único que sé, es que agradezco haber chocado contigo aquel día. - una pequeña risilla salió de sus labios.

— ¿Puedo verte? - la pregunta de Minho tomo por sorpresa a Kibum, quien solo permaneció mudo no sabía que responder ante aquello, ni siquiera sabía que decir o hacer.

— Pero... - ¡dios! No sabía cómo decir lo que rondaba en su mente sin sonar como un desalmado.

— Hay más maneras de ver, no siempre debes de confiar en tus ojos - Minho se levantó y gateo hasta situarse casi frente al rubio, busco las manos ajenas y las tomo acariciando con la yema de sus dedos cada porción de piel suave. Siguió un pequeño camino, repasando sus manos, los huesos que se marcaban en sus nudillos, la palma, el dorso, la muñeca y así sucesivamente hasta llegar a sus hombros, Kibum sintió escalofríos cuando los dedos tibios de Minho se pasearon por los huesos de su clavícula, subiendo por su cuello y por fin llegando a su destino inicial: el rostro de Kibum.

Kibum cerro los ojos disfrutando de la calidez y delicadeza con la que Minho delineaba cada facción de su rostro, la manera en que sus dedos recorrieron cada centímetro de su piel dejando un tacto tibio a su paso. Dedos tibios pasando sobre sus ojos cerrados, acariciando su frente, sus pómulos, sus mejillas, delineando su nariz, casi como si Minho quisiera recordar de memoria el rostro ajeno. Por último sus manos llegaron a los labios ajenos, sus dedos pulgares los acariciaron, recorriendo la perfecta forma de corazón que tenían, Kibum sonrió débilmente y por fin abrió los ojos.

Sus rostros estaban demasiado cerca, podía sentir la respiración de Minho chocando contra su rostro, Minho dejó ambas manos entorno al rostro ajeno, acunándolo para tenerlo aún más cerca.

— Eres hermoso - murmuró rompiendo el silencio cómodo que ambos habían creado, un silencio íntimo y tranquilo.

— Y tu eres demasiado guapo. - por primera vez Kibum acepto un cumplido sintiendo sus mejillas ardían y se teñían de un tono rojizo, estaba avergonzado por lo que acaba de escapar de sus labios.

— Kibum... - Minho susurro sin moverse, no quería hacerlo — ¿Puedo besarte?

— Si. - Kibum no espero más y unió sus labios a los ajenos en un cálido y tímido toque.



〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️〰️

Asdfghjklñ me enamoré de este capítulo. 😍😍😍💕💕

Espero igual les guste :3

💕Gracias por leer💕

PD. Ya se es que tarde para andar publicando (1:45 AM) pero de nuevo tengo insomnio de nuevo. 😔

PD2. Esta es una actualización especial por ser mi cumpleaños 😬 el viernes/sábado regresamos a nuestra programación habitual 😂

Now you see me? [MinKey] CANCELADAWhere stories live. Discover now