the last chance

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Un día conoces a alguien y te gustaría, de repente, desconocer a las demás personas. Centrarte solo en ella. Hacerle el centro gravitatorio de tu mente. Conoces a alguien que tiene una de esas sonrisas que se quedan a dormir todas las noches y que entonces ya no pasas tanto frío, porque el insomnio tiene nombre, apellidos y se pinta de carmín los labios. Pasea a tu lado, flota contigo, te suspende a dos metros sobre el suelo, te dice "Hola" y silencia el tráfico. Alguna vez conoces a alguien que te da ganas de ordenar tu vida y hacer reformas. Así que preparas tu mirada más bonita y te compras una ropa nueva. Eres más feliz a todas horas, como si también drogase esperar una llamada, y esperas que se acuerde de llegar en algún momento de tu vida, porque hay personas por las que perderías todos los trenes con tal de quedarte un poco más. Y no creo que necesitemos pensar en otra cosa para seguir, aunque se nos ocurran miles de razones para quedarnos.

Luke estaba convencido de que quería pasar con Kailee el resto de su vida. Pero su relación llegó a un trágico final.

La fama, por mucho que les hubiera dado, les había complicado el mejor de los regalos. Su amor.

Aquel amor que encontraron en su adolescencia, ese amor que les impulso a seguir adelante, a dar todo por esperar un "Sabía que lo lograrías" de su parte. Uno de esos amores donde no tenían que dar ni la mínima explicación para saber que algo pasaba; pues sabían quién eran ellos mismos y sabían a la perfección las características, placeres e inquietudes del otro.

Amor puro.

Pero ya era tarde. Luke no podía reparar los errores del pasado, pero podía mejorar los momentos que se venían.

Aquella tarde en Melbourne, Luke pensó que las cosas entre ellos podían ser como antes, puesto que Kailee se comportó de una manera tan dulce, de una manera en la que hizo recordar a Luke el primer día que salieron juntos.

Caminaron por todo lo extenso de la playa, platicando como si apenas se conocieran, él la hacía constantemente reír y ella le hacía la vida más ligera a él.

— Luke
— ¿Sí? — respondió el rubio mirando a Kailee —
— ¿Qué pasó con Arzaylea? — preguntó nuevamente ella, poniendo una cara de desagrado —
— Le dije que ya me había jodido mucha la vida... — río despacio — y que podía irse al carajo porque yo amaba a alguien más.
— Oh, ya, entiendo — trató de sonar natural la castaña — Pobre. Se ha de haber enojado demasiado.
— Quizás — Luke alzó sus hombros restándole importancia — pero no me importa.

Kailee solo asintió y siguió caminando.

El regreso a Sydney fue rápido, la castaña se quedó completamente dormida sobre el hombro de Luke, y este no pudo evitar tomar una foto, quizás podría ser la última vez que tenga un momento así con ella.

Solo quizás.

Justamente a las 10:00 PM, Luke fue a dejar a Kailee. Eso le hizo recordar a cuando salían a citas, siempre la dejaba en casa a la misma hora. Diez de la noche.

— Gracias, Luke — le sonrió la menor desde el marco de la puerta —
— No es nada, me gustó estar contigo — confeso el rubio sonriendo — Te extrañaba.
— Deberías dejar de hacerlo... — le dijo ella —
— No puedo — respondió Luke acercándose más a ella—, eres el amor de mi vida. Te amo, ¿Qué acaso no te das cuenta? ¿No te das cuenta de lo mucho que me duele que no estemos juntos?
— Luke...
— ¿Qué acaso a ti no te duele? ¿No te dolió? — le preguntó Luke a Kailee —

Y no hubo respuesta. Solo silencio.

— Hace mucho que te fuiste y es un alivio alejarte de una persona que te hace sentir sola, aún estado acompañada, mis lágrimas, mi sufrimiento y las noches llenas de melancolía, tuve que pasarlas, sin ti a mi lado y preguntándome cada noche porque no podía ser suficiente para ti, mientras tú le entregabas tu amor a otra persona, pueden decir lo que quieran de mí, los demás jamás sabrán la triste realidad que vivimos cada día, Luke. — finalmente le confesó Kailee.
— Per...
— Buenas noches, Luke.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐏𝐈𝐄𝐂𝐄𝐒 - luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora