the chaos

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Nunca creas en unas palabras vacías, en unas palabras que desde hace tiempo perdieron el símbolo de la verdad y el sentimiento. Mi error fue creerle, mi error fue pensar que todo estaría bien pero sin haberme dado cuenta, nosotros ya no teníamos remedio alguno, estábamos con las piezas rotas sobre la mesa, era tanto que reparar como para solo pedir perdón y olvidar.

Kailee, mi hermosa novia, la persona que me ha regalado sonrisas, y las mejores experiencias de la vida, mi felicidad pero también mi dolor, ella era la chica que, siendo el peor huracán, destructivo e inevitable, sabía construir un hogar en las manos de alguien roto.

Huía, la mayor parte de su vida se la pasaba huyendo, aunque sabía que no lo haría por siempre, que tendría que detenerse y pensar en retrospectiva. La vida la llevaría a los lugares donde se sintiera libre. Me quería de una forma que no merecía, me echaba de menos cuando mis errores solo le causaron dolor.

Pero ella es alguien a quién verás caer quinientas veces, pero también la verás levantarse una sola vez con una fuerza y unas ganas que sólo las tormentas poseen. A veces pensaba que era alguien indestructible, que nada le hacía daño, pero en ocasiones, ella me decía que la única persona que podía hacerle daño...era yo.

La tormenta siempre le hará daño a la calma.

En mi vida había tomado decisiones difíciles, y aunque una de ellas sea renunciar a mi felicidad, era lo mejor...al menos por ahora. No podía ofrecerle tranquilidad a la chica que la daba, no podía mantenerla a salvo de lo que se decía allá fuera, ni siquiera podía asegurarle el futuro con el que tanto soñamos.

Arzaylea parecía no descansar, cada día que pasaba publicaba fotos de nosotros dos, a Kailee parecía no importarle pero sabia que en el fondo, en su pequeño corazón, le dolía ver aquellas fotos, y al verla de esa manera, sonriente y sin preocupación, me causaba dolor, porque aquello solo era un recordatorio de que le fallé.

— ¡Dime porque estamos peleando de nuevo! — Gritó ella desesperada por la actitud del rubio al borde de las lágrimas —
— Solo dame tiempo, no puedo más... — Le respondió el chico lo más tranquilo posible, aunque por dentro él no podía sacudirse el sentimiento de estarse hundiendo —

Kailee Bélanger y Luke Hemmings que habían estado viviendo siempre una historia romántica, por fin se enfrentaban a la realidad de sus vidas. Los gritos comenzaron cuando el rubio confesó su traición y su falta de decisión de estar con Kailee, la chica que conoció en secundaria y de la cual podría jurar, que se enamoró rápidamente.

— Solo vete, ¿Quieres? Esto parece una guerra — Contraataco la chica con lágrimas en sus ojos —
— Encontraré una manera de fijar estás piezas rotas... — Dijo él antes de salir por aquella puerta —

Ninguno de los pensó que su carrera profesional complicaría su relación, y mucho menos estaban preparados para que sus vidas dejaran de ser privadas. Kailee y Luke amaban su profesión, pero no sabían que la fama lo complica todo.

Inconscientemente mis pies se empezaron a mover lejos de la casa de Kailee, de alguna manera esto iba a pasar, y yo no podía seguir engañándola de esta manera, de que ella viviera al borde de querer llorar por cualquier cosa. Sí, realmente la amo, y sí, realmente quiero su felicidad, pero para ello debía arreglar mis errores.

Me detuve en una cafetería, y me adentre en ella, pidiendo un café americano, y recordé todas las veces en que Kai me decía que como era posible que bebiera el café así, y yo solo le respondía que era mucho mejor que las bebidas extrañas que ella pedía.

Sentado en una de las mesas de aquella cafetería, tomé mi celular y empecé a escribir un mensaje, no era la forma más sensata de decir lo que sentía, pero no tenía el valor de verla a los ojos y decirle lo que pasaba en mi cabeza.

"Sé que estás leyendo esto, así que lo diré de entrada: no te odio. Nunca pude y nunca podré. Ni siquiera intentándolo podría. Me disculpo por decírtelo aunque fuera una mentira, pero solo buscaba una manera de terminar las cosas. Sí sé que te lo dije más de una vez y que incluso mencioné que si no te hubiera conocido nunca, mi vida probablemente hubiera sido mucho mejor de lo que se ha convertido ahora que viniste y ya no estás. Pero no es cierto. Sí, me doliste. Sí, deseé no haberte conocido, pero eso no quiere decir que te odie. Sólo imaginé, por un instante, mi vida sin ti. Y la he visto como un camino en mitad de la niebla. Eso lo provocaste tú y duele. Pero el hecho de que hayas venido y te hayas ido de esa forma, te hace parte de mi historia; lo consiguiente es simple: el que te deje ir solo es una estela de resentimiento y una profunda impotencia por querer tanto y no poder hacer absolutamente nada al respecto. ¿Lo imaginas? Es como abrazar a alguien tan fuerte, que llega a desvanecerse. Yo te quise para mí, te deseé tanto, me propuse construir una vida digna y compartirla contigo. Al final la decisión nos terminó por destruir a los dos, haciendo de nuestras vidas un sinfín de piezas rotas, tanto el amor como el destino, yo ahí ya no tenía nada que hacer. Me deslizaste; escribiste mi nombre en la lista de personas a las que más temprano que tarde sacaste de tu vida antes de que terminaran de arruinarla. Como si te libraras de un gran peso de encima. Y yo quise ser todo para ti, menos estorbo.

Pero no te odio.
Te quise más, incluso, pero con dolor.

Ahora entiendo a esa gente que decía que el amor es dañino, que no debes querer nunca tanto a alguien por si luego tienes que renunciar a ella y a tus planes, y te juro que yo nunca quise entenderlas. Tienes que creerme.

No te dejo porque no te ame, porque lo hago intensamente. Te dejo porque lo único que te estoy haciendo es sentir dolor, y no puedo con eso.

Te ama, Luke."

Tenía dudas para mandar el mensaje, pero ya no quedaba nada que pudiera ser arruinado, así que simplemente se lo mandé esperando que lo leyera, y pudiera entenderme tan solo un poco.

Y es que las relaciones amorosas están muy sobrevaloradas, al final del día se trata de dos personas que se llevan bien, se ríen juntos y superan cosas malas. Algo así como mejores amigos que se besan.

𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐏𝐈𝐄𝐂𝐄𝐒 - luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora