Necesito una luz.

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Se me estaba agotando el tiempo, y la paciencia. Quería acabar con todo esto, no se cuanto tiempo más aguantaría con este doble juego que lo único que me estaba provocando era angustia y malestar. Por un lado tenía a los brasileños que querían garantías de mis acciones y por el otro el comisario pidiéndome respuestas, datos, resultados... Me estaba volviendo loca y lo peor es que yo sólita había alejado de mi a la persona que quería, la persona que sabía toda la verdad sobre este juego. Mi niña cada vez se hacía más grande y cada vez me recordaba más a Rafael. Yo seguía manteniendo aquella absurda relación con Fabio, creo que él también sabia que aquello no iba a ninguna lado, pero creo que ya era dependencia no de él, sino de tener alguien que me soporte que de la cara por mi, aunque yo sólita me basto.

Lucía se había quedado en Colombia, ella decía que solo eran unas vacaciones pero yo sabía que no lo eran quería estar cerca de Sofía y no la culpo, se pasa en aquella casa el día y casi la noche, por una parte me alegro que mi hija este con su bisabuela, pero por otra no veía nada, no veía luz al final de aquel camino oscura. Necesitaba algo, necesitaba un empujón para hacer algo, largarme de aquí o quedarme.

- Paola, ¿donde estas?

- Perdón, ¿que decías?- Volví a la tierra.

- Estas muy rara últimamente.

- No, nada, solo estaba pensando. ¿Qué pasa?

- Te estaba diciendo que el Brujo quiere conocerte. Necesita saber con quien esta trabajando.

- Pero eso...- Este era el empujón que necesitaba.- ¿Y que pasa con Zúñiga?

- Paola lo de Zúñiga, todos sabemos como va ha acabar esto. Zúñiga cometió un error y va a tener que pagarlo.

- Pero eso no puede ser. Zúñiga no puede...

- Paola no te preocupes por esto. El Brujo quiere conocerte porque no se fía de ti, yo me preocuparía por esto.

- ¿Por qué no se fía de mi?

- Porque has salido de la nada, no sabía de tu existencia y ahora resulta que desde hace casi un año tu llevas el negocio con los mexicanos y con nosotros. Paola, aunque suene mal  las mujeres en este negocio solo sirven para dos cosas para jugar en la cama y para gastarse la plata. Y mi muñequita tu has sacado un negocio muy importante adelante.

- Pero que quiere de mi...

- Tranquila, voy a estar contigo.

- ¿Y... cuando quiere conocerme?

- No lo se el Brujo es así... En algún momento llamará y tendremos que ir.

- ¿Como? Yo no voy ha estar a su disposición 24 horas.

- Paola tranquila...- Me cogió la mano.

Ahora tenía que pensar como sacar a Zúñiga del lío en el que yo le había metido. Le debía muchas cosas a Zúñiga así que no podía dejarlo morir. Algo había que hacer pero no se el que no puedo ponerme en peligro, ahora no. Tengo que ir ha hablar con el comisario. Encima Catalina estaba embarazada, Dios ¿qué había hecho? En cuanto pude me deshice de Fabio y salí para la comisaria.

***

- Tenemos que hablar.- Estaba en el despacho del comisario.- Van a matar a Zúñiga.- Dije con el rostro serio.

-  ¿Estas segura?

- No es broma, ¿como no voy ha estar segura?

- Hay que trasladarlo.

- ¿Qué? ¡No!- Grité.- Si lo trasladan sabrán que algo anda mal y buscarán otro culpable y habrán dos muertos. Tenemos que matarlo.

- Luna... no trabajamos así.

Luna, muñeca de trapo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora