Luna, muñeca de trapo.

Colaboración.

Al regresar a casa me metí en la ducha, cuando salí me paré frente al espejo y le limpié el bao. Me miré en él espejo.

- ¿En quién te has convertido?- No me reconocía, era como si estuviese fuera de mi..- Luna tienes que parar.

 Salí del baño y me vestí cuando estuve lista bajé al salón. Me senté en la mesa a comer. Ahora comía sola todos los días.

- ¿Por qué lo hiciste?- Entró el Chino indignado.

- ¿Hiciste lo que te dije?

- Paola, ¿por qué lo mataste?

- No cuestiones mis decisiones.

- Pero...

- Pero nada. Lárgate.

- Si, claro.

- Chino. Ten.- Le di un sobre con mil dólares.- Llevale este dinero a la viuda y al hijo de Benito.- El Chino cogió el sobre y se fue.- ¡María! Por favor retire esto se me fue el hambre.

- Si señora.

- ¡Ah! Y puede tomarse el día libre necesito estar sola.

- Muchas gracias señora.

Dejé las cosas en la mesa y subí al cuarto a cambiarme. Me quité la ropa y me recosté a dormir. Cuando me desperté era ya muy tarde, estaba  sola en la casa y decidí darme un baño en la piscina.

***

( La noche de la fiesta. PDV Rafael.)

Acababa de besar a Luna, esto se me estaba yendo de las manos, no podía controlarme cuando estaba con ella.- Quería decirle la verdad y llevármela lejos, pero no podía eso iba a ser complicado, pondría en peligro tantos años de trabajo y no se... Pero necesito verla, quiero estar con ella. Salí del cuarto detrás de ella y me fui al coche. Lo arranqué y comencé a conducir.

- ¿Donde vas?- Apareció por detrás la agente Suarez.

- Joder casi me matas del susto. ¿Qué haces aquí'

- Contesta tu primero.- A ella no podía mentirle era como si tuviese un máster en expresión corporal.

- Suarez es peligroso.

- ¿Por qué? todo el mundo cree que estoy tu prometida yo no veo ningún inconveniente.

- Suarez, por favor.

- ¿Qué pasa?¿Ibas a verte con Luna? Creo que el comisario te lo dejó claro, no te acerqué a ella, pones en peligro toda la operación.

- Pero el comisario no tiene que enterarse.

- Ahora si, porque lo se yo. Así que vamonos al hotel.

- Pero me va a estar esperando.

- Pues a lo mejor así te deja y te concentras en tu trabajo.- No podía llevarle la contraria era mi superior.- Al hotel.

No me quedó otra tuve que seguir hasta que llegué al hotel, seguro Luna me esperaría toda la noche y yo aquí. Me metí en mi habitación.

- ¿Donde vas?

- No me fío de ti así que voy a pasar la noche contigo.

Al final me quedé dormido, Luna no me perdonaría nunca que la hubiese dejado plantada. Pero Suarez tenía razón, no debía volver a sobre pasar los límites, yo era un agente encubierto y ella una de las narcotraficantes más buscadas en este mundo. Estábamos en mundos opuestos y eso hacía imposible nuestra relación.

 A la mañana siguiente nos despertó el teléfono de la teniente.

- Si ¿Dígame?

- Tenemos a la Muñeca localizada en un galpón del sur de la ciudad.