Mi reflejo en el cristal.

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Las cinco de la mañana y no puedo dormir. No paro de pensar en lo que me dijo Rafael. En el fondo yo sabia que tenía razón, que todo era orgullo y traición, había tenido una hija con él, eso significaba algo ¿no?. Joder me estaba volviendo loca, mi vida era un caos, bueno mi vida mis mentiras eran un caos, nadie sabía mi verdad completa a todo el mundo le mentía, de una manera u otra siempre tenía algún secreto. Solo podía callar. Me tenía que centrar en  los brasileños y en llegar hasta el Brujo y para ello tendría que deshacerme de Zúñiga y para eso necesitaba la ayuda de Acosta. Zúñiga tenía que pasar una temporada en la sombra. De repente mi teléfono comenzó a sonar.

- Si ¿dígame?

- Paola, soy Catalina, Mario esta en comisaría lo han detenido. Y yo no...

- ¿Qué? Catalina, por favor, tranquila, necesito que me digas lo que ha pasado.

- Paola, estábamos durmiendo y... Paola tienes que sacarlo de la cárcel.

- Vale, Catalina en media hora estoy en tu casa, tu calmate y tomate un té. De seguida estoy allá. 

 Me cambié y salí a por el coche. Pero antes desperté al Chino para que fuese a buscar al abogado.

- Chino, han detenido a Zúñiga. Búsqueme al licenciado.

- Si señora.

- Si quiere algo estaré en la casa de Catalina ¿ok?

- Ok.

Me subí en el coche y conduje hasta casa de Catalina. Cuando llegué a la casa Catalina estaba hecha un manojo de nervios, estaba llorando la casa estaba toda revuelta.

- Catalina.

- Paola.- Se abalanzó sobre mi.- Se lo han llevado.

- Cata, tranquila. Sh... ya esta he mandado al Chino a por el abogado y hará todo lo posible para sacarlo.

- Paola, con se lo han podido...

- Catalina, eh, mírame todo va a salir bien. Estoy acá, ¿ok?, te voy a ayudar. Voy a prepararte un té. Tu estate tranquila.

Fui a la cocina y le preparé el té a Catalina, mientras lo preparaba llamé a la Diabla y le conté lo sucedido. Después acompañé a Catalina al cuarto y ella se acostó a dormir.

- Paola, gracias.

- Catalina duerme.- Al escuchar aquel agradecimiento se me cayó el mundo encima. Yo era la culpable de que Zúñiga estuviese en la cárcel, pero no me arrepentía de ello. 

 Esto no lo iba a poder manejar yo sola y lo sabía no podía presentarme en casa del Brujo, porque ni siquiera podría pasar de la puerta, me matarían. Necesitaba la ayuda de Márquez.

- Márquez, siento llamarte a estas horas, pero....  han detenido a Zúñiga y necesito su ayuda. Yo sola no puedo manejar al Brujo.

- ¿Brujo? Paola, ¿por qué tienes que manejar tu al Brujo?

- Trabajo para él...él nos suministra.

- ¿Qué? Paola, me estas diciendo que yo tengo negocios con ese mal nacido.

- ¿Usted conoce al Brujo?

- Paola, no puedo ayudarte. Yo no trato con traidores.

- Márquez, por favor, yo no sabía nada, por favor, yo no trataba con el Brujo, el que trataba con él era Zúñiga, Márquez por favor no me deje sola.... por favor.

- Lo siento Paola, pero yo no trato con esa gente.- Me colgó.

No puede ser, estoy sola. Yo no puedo... ¿por qué no querrá trabajar con el Brujo?¿Por qué dice que es un traidor? en este mundo no se pueden tener amigos y eso lo sabemos todos, pero es que parecía que entre ellos había una guerra abierta. Aquí hay algo que no me cuadra, algo que no se, pero se quien me lo va a contar.

Luna, muñeca de trapo.Where stories live. Discover now