La huida.

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(Bogota, Colombia, 1996.)

- Luna acabate la leche date prisa que llegas tarde al colegio. Luna no te lo vuelvo a decir mas la leche.- De repente sonó el timbre.- Ahora vuelvo acabatelo.

- Señora, usted es Sofía de Cardenas.

- Si que ocurre, ¿quien es usted?

- Señora soy el agente Miguel Acostad.

- No, no...No puede ser.

- Señora su marido murió anoche, fue asesinado anoche.

- No puede ser.- Mi madre salió corriendo entró en casa.- Cariño nos vamos.- Ella sabia que en cualquier momento vendrían a por nosotras y no podría permitir eso.- Amor nos vamos, cogé la muñeca de trapo y vayámonos, venga mi amor.

Salimos de la casa como alma que lleva el diablo, nos dirigimos sin rumbo mi madre cogió una caja que escondió muy bien cuando llegamos a una casa, en la que nos recibieron. Estuvimos en la carretera todo el día y cuando llegamos a la casa yo estaba dormida mi madre me llevó a la cama y ella se sentó a mi lado. Sacó un teléfono móvil y llamó, no se lo que hablaron, yo no entendía nada solo tenía cinco años.  

Durante los siguientes cinco años estuvimos vagando por toda Colombia, en un año estuve en 5 colegios diferentes, a así comenzó mi vida de un lugar a otro cansada de vagar por el mundo, mi madre comenzó a enseñarme como defender, me enseño a como utilizar las armas blancas, cuchillos, dagas, etc. 

***

( Barranquilla, Colombia, 2007.)

- Cariño nos tenemos que ir.

- Mamá, no quiero seguir huyendo.

- Escuchame, mataron a  tu padre y no voy a permitir que te maten a ti, me has entendido. Coge tus cosas.

 No protesté cogí mi muñeca de trapo y salí de allí. La muñeca era el único recuerdo que tenía de mi infancia, de mi padre. La muñeca me había acompañado a todos los sitios donde había estado era mi única amiga.

- Vayámonos, cariño.

No rechisté mas y salí de allí tan rápido como pude. En menos de una hora ya estábamos fuera de la cuidad. 

- Mamá, ¿a donde vamos?

- En Medellín nos están esperando, allí volveremos a lo de siempre.- Mi cara mostraba preocupación.-Tranquila cariño todo va  a salir bien.

Volver a lo de siempre, no quería, cambiar de nombre otra vez , volver a lo mismo, todo para que en 6 meses tengamos que salir corriendo otra vez, esto no podía ser peor. No tenía vida, era una niña que vagaba por las calles de Colombia, si le preguntabas a alguien por mi no te diría nada, porque en todos los sitios que he estado me he llamado de una manera distinta, Jessica, Catalina, Mayte, Claudia... Son tantos nombres que ya ni me acuerdo de todos. He estado en tantos colegios que ya no se ni donde estoy parada, yo he ido a clase pero para el colegio es como si nunca hubiese existido. Mi madre no quiere salir de Colombia pero en mi opinión creo que irse fuera del país sería lo mejor para las dos.

Llegamos a Medellín ya era de noche, nos instalamos en una casa y yo me fui a la cama.

Al día siguiente mi madre me despertó para recibir mis clases como todo los días, ella aparte del entrenamiento físico,  hablaba inglés y francés y yo prácticamente lo hablaba perfectamente. Mi madre pensaba que en algún momento no podríamos escapar y que yo tendría que seguir sola, yo no lo creía así. Pero debido a esto yo sabía conducir desde los 13 años y sabía por donde tenía que moverme. Mi madre siempre me decía:

Luna, muñeca de trapo.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant