Luego de unos minutos una llamada interrumpe;

¬Llamada entrante: Seok Jin¬

YoonGi observa a su costado antes de contestar, ve que ella sorprendentemente se encuentra dormida, quizá por el efecto de la dosis que le suministraron, entonces él decide aceptar la llamada de su amigo.

— ¿Jin?

— ¿Dónde estás? Llevo esperándote durante más de una hora.

—Surgió algo en el camino.

—Soluciónalo cuando antes, tenemos algunos problemas, la embarcación junto con la mercadería llegaron a la costa hace hora y media, y tal parece que ha habido algunas perdidas. Tenemos 3 horas a partir de ahora para solucionarlo.

— ¿3 horas?

—Si, en 3 horas el Señor Park arribara en corea, y si ve las planillas de los últimos contenedores de la embarcación estamos acabados.

— ¿Los demás están al tanto?

—No logro comunicarme con Nam o Tae, siquiera con Jimin, pero los demás lo están. ¿Cuánto te demoraras en llegar?

—Por el trafico diría que probablemente menos de una hora. — responde, pero luego desvía su mirada hacia el copiloto, donde se encuentra ella. Rueda los ojos y los entrecierra disgustado, toma una decisión. — Hyung, tengo un compromiso ahora, probablemente llegue al anochecer.

— ¿De qué estás hablando? ¿Es más importante que lo que está sucediendo aquí?

—No quisiera decirlo así pero es algo personal. Se trata de un desvió de fondo de la herencia de mi familia. Confió en que lo solucionen ustedes. Lo siento Hyung, nos veremos más tarde. — cuelga y arroja el celular sobre el tablero. <<No se me pudo haber ocurrido otra tonta escusa. >> Piensa él. <<Bien, ya es tarde para retractarme. Ahora solo debo centrarme en comprar el maldito inhalador. >>

~~~~❋~~~~

[Mientras tanto con Kim Tae Hyung]

<<Era ella, estoy seguro que se trataba de ella. La sostuve, la pude sentir. ¡Maldición! ¡No fue una estúpida ilusión, no lo fue... no lo fue! ¡Joder, me estoy volviendo loco!>> Se cuestiona internamente y presiona su cabeza entre sus manos, mientras se retuerce en desespero y confusión, luego dejándose llevar por el peso de su cuerpo cansado y cae al suelo mojado ya abatido. Su mente lo transporta al pasado, donde imágenes aberrantes, pavorosas y repulsivas lo sumergen en dolor y lo vuelven inerme ante todo, abriendo de nuevo las heridas de su alma destrozada, recordándole que siempre ha sido muy débil.

<<No puedo aguantarlo más. Esto duele, duele realmente demasiado, todos los días me duele en lo más profundo de mi corazón, este dolor es como el infierno. La herida solo se hace más profunda. Me ahogo en mi culpa por no haber hecho nada entonces, porque no fui capaz de protegerlas, siempre he sido un cobarde y alguien muy débil, tan incompetente. Primero mi madre, luego mi hermana, y por ultimo con __________... lo siento... en verdad lo lamento. Este debe ser mi castigo. >> Respira entrecortadamente. Se encierra en su agonía y su cuerpo tiembla bajo la tormenta y las frías ráfagas que lo desequilibran. Cierra los ojos y levanta la cabeza hacia el sombrío cielo, que estremece con sus impactantes relámpagos. Las gotas caen continuamente sobre su rostro, son tan frías, que de alguna manera para él resulta ser sutilmente aliviane, porque sus inevitables y saladas lágrimas se camuflan perfectamente con el agua que lo fluye.
Los segundos se vuelven minutos, y los minutos se convierten en eternas y frías horas, sufrir en silencio y morir en su pesar debería ser su castigo, pero su necesidad de tener a alguien cerca se hace más fuerte pese a no creer merecerlo. Él toma su celular entre sus manos y lo enciende, pese a estar empapado continua funcionando. Llama a un contacto de su agenda del cual tiene más de 30 llamadas perdidas. Al segundo timbre contesta:

~ ¡Tae! ¿Dónde estás?

~Hyung... Te necesito. ~ Musita en un tono diminuto y áspero.

[***]

Pasan varios minutos cuando de repente la lluvia en su cuerpo se suspende y una sombra aún más oscura se refleja en sus parpados.

—Así que aquí estas, Tae. — Habla alguien a muy corta distancia, con un tono de voz grave y algo deteriorado. Él abre los ojos y ve sobre el un paraguas negro, y quien sostiene este está siendo empapado.

—Nam...— musita apenas, fijando sus miradas uno sobre el otro.

— Levántate. — Pide y extiende su otra mano hacia el menor. —Es hora de ir a casa. —Esas simples palabras llenan a Tae de gran tristeza y sus lágrimas vuelven a resplandecer en sus ojos irritados. — Vas a enfermarte si permaneces en el suelo, ¿Sabes que tienes puesto un pantalón Gucci? — lo cuestiona en un tono burlón. —Me costó una fortuna. — Sonríe sutil.

—Hyung...— murmura con un fuerte nudo en la garganta.

—Lo siento. Tarde demasiado, pero ya estoy aquí. Vámonos a casa.

Tae asiente y sonríe ante la presencia de su amigo, se levanta con algo de su ayuda y dejan ambos el desolado y gélido callejón.

[Ya en la camioneta de NamJoon]

—Hay una campera en la parte trasera de tu asiento, póntela. — habla el mayor. — Subiré la calefacción.

—Llegaste muy rápido...

—No fuiste muy claro con la dirección, lo llamaría milagro.

— ¿Hace cuánto tiempo es que ya estás aquí en Busan?

—Desde anoche.

—Te lo dije ella, ¿No? — cuestiona refiriéndose a su hermana.

—Su Han me llamo. En cuanto me conto acerca de lo sucedido, vine inmediatamente. — explica sin hacer contacto directo con él. —Cuando hable con ella podía oír la desesperación en su voz. Estaba realmente preocupada por ti.

—Si lo estaba, entonces ¿Por qué ella no está aquí conmigo? ¿Por qué ella misma no es capaz de buscarme? Incluso la estuve esperando durante horas en el parque en el cual solíamos jugar, pero ella simplemente no se dignó a aparecer ¿Por qué?...

—Tae sé que lo que voy a decirte no va ser en nada de tu agrado y viniendo de alguien como yo tal vez suene extraño y ajeno, pero deberías ser menos duro con ella.

—Sé que no estoy en posición de decir nada, que haga esto y lo otro, pero cuando ayer la vi, me llene de coraje, de rabia y me sentí tan impotente. Debiste haberla visto tratante de ocultar su golpeado cuerpo, y aun así intentaba similar una sonrisa, sin siquiera poder verme a los ojos. Cada vez que la veo, se encuentra en el mismo estado o peor, y me pregunto ¿Hay alguna parte de su cuerpo que no haya sido herido? ¿Por qué ella elige vivir en ese calvario? No comprendo, y no hay manera de que lo haga. — Se detiene momentáneamente para absorber algo de aire. Continua. —Ella me llamo solo para pedirme dinero, dinero que necesita para sacar de prisión al miserable e infeliz que reclama ser nuestro "Padre", ¿Cómo pudo llamarme para algo como eso? Verla ahí destrozada por ese hombre y que aun así este desesperada por liberarlo, y que haya acudido a mí para ello, ¿Cómo debía sentirme o reaccionar al respecto? ... — ante esta última confesión, el mayor oscurece su mirada y comprende el dolor por el cual su mejor amigo atraviesa.

—Entonces ¿Le diste el dinero?

—Le pedí a alguien que lo hiciera por mí, no era capaz de dárselo personalmente sabiendo para que lo utilizaría. —Confiesa. Nam muestra su disgusto ante las palabras del menor, haciendo presión en el volante manteniendo fija su mirada al frente. —Pero ¿Qué más podía hacer? Se lo que estás pensando, dímelo, no hace falta que guardar silencio, sé que soy un estúpido cobarde.

— No debiste hacerlo, si te sentías de esa manera no debiste haberlo hecho. Pero así es el amor ¿Cierto?, irracional y a veces toxico, si se tratara de mi creo que habría tomado la misma decisión y habría actuado de la misma forma. Habrán momentos en los que no logremos entender la acción o decisión del otro, pero solo quiero que sepas, que estaré ahí para ti cuando lo necesites. Solo hará falta una llamada, solo una y pase lo que pase, estaré ahí para brindarte una mano y levantarte. No lo olvides, no estas caminando solo por este oscuro sendero.

༗ LIE ༗Where stories live. Discover now