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~Capitulo 14~

[Mientras tanto]

YoonGi siendo hábil e ingenioso en el volante logra cambiar de carriles una y otra vez, presiona a los otros vehículos para hacerse a un lado y darle a él la posibilidad de tomar la siguiente vía de salida de la autopista. Una vez lo consigue y estando en una avenida menos transitada llega a acelerar su particular a 140 Km/h, dirigiéndose nuevamente hacia Busan, en todo momento también está al pendiente del móvil que la conecta con ella, escuchando sus jadeos exasperantes.

Usando el rastreador de su otro móvil consigue la ubicación exacta de ____________. Le toma 10 minutos arribar. Una vez llega a la parte trasera del edificio, se encuentra con una puerta metálica sin seguro, entra a la pequeña bodega, y guiándose por los charcos de agua la encuentra tendida sobre el suelo boca abajo. Se acerca rápidamente hacia ella, la toma entre sus brazos y percibe que está totalmente empapada, pálida y muy fría. La mueve levemente y la llama por su nombre repetitivas veces tratando de reanimarla pero no consigue que ella recobre la conciencia en primer instancia, seguidamente se asienta en él que una sensación de angustia y agobio. Intenta nuevamente, y esta vez obtiene respuestas favorables, ella le responde en un susurro diminuto <<YoonGi...>> Siente él un alivio reconfortante, la observa abrir ligeramente los ojos.

— ¿Yoongi?

—Sí.

— ¿Cómo llegaste tan rápido?

—No estaba muy lejos.

—Perdón...

— ¿Por qué?

—Odias que te llame por cosas como esta... por mi descuido.

—Eso es lo de menos ahora. ¿Cómo te sientes?

—Duele respirar, pero puedo soportarlo.

— ¿Cómo sucedió? ¿Dime cómo fue que llegaste a este estado?

—Estaba aterrada, él quería hacerme daño.

— ¿Él? ¿Quién?

—Mientras me ataba los cordones, un chico que estaba ebrio me tomo por sorpresa e intento abusar de mí pero...

— ¿Te llego a lastimar?

—No, logre huir antes de que lo hiciera.

— ¿Lograste? — la cuestiona molesto. —Joder, el Dr. Kim Min te dijo claramente que en días como estos tú no puedes salir del departamento, además caminar sola por los callejones en este clima involucra aún más riesgo, por otra parte siquiera llevas tus medicamentos encima. ¿En que estabas pensando?

—Lo sé, soy como un imán para los problemas. —Sonríe sutil.

—Eres un fastidio. — murmura enfadado. Suspira, y al notal que los ojos de ella no permanecen fijos en él sino en la nada del techo oscuro, decide preguntar — ¿Dónde están tus lentes?

—Las extravié mientras huía. Y hace un rato que ya no puedo ver nada. — responde, y seguidamente tose provocándole un punzante dolor en el lado izquierdo del pecho. Hace una mueca de dolor.

—Sera mejor ir al hospital para que te revisen.

— ¿Hospital? Pero ¿Qué pasara si...? Es decir, tu dijiste que...

—No sucederá nada mientras yo me encuentre junto a ti, ¿Bien? — Ella asiente y con su ayuda logra reponerse, pero como aun no recobra la vista y sus piernas tiemblan ante su peso, él sin más opción la saca cargando del lugar. La sube a su auto posicionándola en la parte trasera. Una vez él dentro, empieza a conducir hacia el hospital Inje, el cual es el único al que él puede recurrir con ella, porque llevarla a cualquier otro hospital significaría para él dificultades o probables riesgos con sus planes, debe ser diligente y escrupuloso frente a cada acción que haga. En el camino realiza una breve llamada: