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Si, claro. Superar a Namjoon.

Eso es lo que pensaba Jimin mientras era duramente azotado contra la cama y cada vez sus gemidos era más fuertes y agudos. Bien, su resistencia hacia su ex profesor era prácticamente nula y cuando se encontraron en el centro comercial no tardaron en sentir la tensión sexual flotando a su alrededor. Namjoon ni un hola fue capaz de decir antes de comenzar a arrastrarlo sin tener objeción del menor, para llevarlo a su apartamento a la otra punta de la ciudad. Todo porque se había mudado tras el incidente en su escuela y debía alejarse de ese sector.

Y ahí estaba los dos. Sudados y gimiendo en descontrol sin importarles nada más que ellos.

— Mi lindo, Jiminnie...te extrañe tanto. – Dice Namjoon tomándolo de los cabellos, alzando su rostro para ver esos ojos castaños llenos de lágrimas. – ¿Lo estás disfrutando, pequeño?

— S-si...m-mucho...Ahg! – Gime más fuerte el menor ante las brutales embestidas contra su próstata y siente que ya no podrá continuar si sigue así.

Ahora se daba cuenta que en verdad no sentía nada más por el moreno más que una peligrosa atracción sexual, al sentir algo vacía la forma en que lo estaban haciendo. Nota que lo que hacen es muy diferente a como lo hace sentir su Anónimo y comienza a temer que las pláticas que ha mantenido con este a lo largo de un mes, hayan provocado algo. Tras la primera semana ya no solo fueron eróticos textos, ni fotos desnudos. Habían preguntas de su día, de cómo estaba e incluso esas conversación totalmente extrañas de las cuales a veces hablaban le habían hecho sentir que había ganado un amigo que se adaptaba a su mentalidad. Y eso, había hecho que algo cambiara profundamente en Jimin.

— V-voy a terminar...– Anuncia el castaño, abrazándose a las sábanas. Su erección duele horrible al necesitar atención, pero la fricción de esta contra la cama ayuda bastante y puede casi sentir el clímax llegar.

Namjoon deja besos por su espalda aumentando incluso más el ritmo, haciéndolo marearse lo suficiente como para que cierre los ojos y se entregue a él. Pestañea casi adormilado, mirando fijamente la puerta a un lado enfocándose en dejar su mente en blanco para poder liberar todo.
El hormigueo por su vientre se extiende con rapidez, acompañado de la característica ola de calor que se aproxima con fuerza. Abre su boca preparado para gritar todo lo que quiera, hasta que la puerta es abierta de par en par.

— ¡KIM NAMJOON, TE DIJE QUE N-!

Y en el mismo instante Jimin gime con fuerza al haber alcanzando el orgasmo, viendo al intruso que se ha colado en la habitación. Sus ojos se conectan un segundo y aunque esta demasiado ido como para procesar lo que ocurre, puede ver las mejillas de Yoongi enrojecer con furia.

— ¿Qué pasa? – Pregunta tranquilamente el moreno, saliendo del interior de Jimin con un sonido húmedo que no pasa desapercibido por los otros dos.

El pelinegro en la puerta solo quiere morirse. Sabía del amorío de su amigo con aquel alumno, pero jamás imagino que los vería teniendo sexo. Mucho menos esperaba excitarse tanto al ver a Jimin completamente desnudo, maravillándose por la forma en la que había terminado y sus miradas se habían conectado.
Dios, necesitaba ir a la iglesia urgente.

— Eh...¿p-podemos h-hablar a-afuera? – Balbucea Yoongi sin poder creer lo que sus ojos ven. ¿Ese niño de verdad tenía dieciséis años con ese cuerpo?

Jimin totalmente adolorido entierra su rostro en la cama y se hace pequeño esperando que su profesor de matemáticas deje de observarlo fijamente. ¿Ahora como le vería en clases sin morirse de vergüenza?

— Claro. – Contesta el moreno saliendo de la habitación, siendo seguido poco después por el pelinegro que no puede quitar sus ojos del cuerpo en la cama.

Yoongi está cuestionándose seriamente el porqué ha aceptado vivir con su amigo, cuando antes vivía en un pequeño apartamento cerca de la escuela y así no tendría que haber visto todo aquello. Luego recuerda que estaba sin trabajo y de no haber sido por su amigo, probablemente estaría en la calle pidiendo limosnas y solo dando pena. Bien, le debía una a Namjoon. Más la única regla que había puesto para mantener en paz su convivencia, el moreno ya la había roto. Y no sabía si continuar enojado por aquello o ser agradecido por la hermosa vista que había tenido del culo de Park Jimin.

El culo de Park Jimin.

Una imagen fugaz se coló entre sus recuerdos, comenzando a sentirse la peor escoria de la Tierra. Era una mala persona y simplemente debía irse al infierno por sus pecados. Porque nadie en el puto mundo tenía tanta mala suerte como él.

Lo supo en el instante en que la imagen del chico del chat y la de Park Jimin se volvieron demasiado similares, por no decir idénticas. Fue entonces cuando Yoongi pensó seriamente tirarse del sexto piso de su apartamento y querer olvidar ese maldito lunar, del cual si no se hubiera percatado no habría comenzado ha generado un sin número de teorías en su mente.

¿Park Jimin y el chico del chat no podían ser la misma persona, no?








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Siempre digo: "Voy a hacer capítulos cortos, de no más de 500 palabras"
Abro los ojos y ya voy en 800😂

Pos que ya valió madres todo

Erotic texts | YM Where stories live. Discover now