-¡Madre!
Alucard llegó en un haz de luz a la habitación del castillo. Aún incrédulo de las revelaciones dadas a su padre, se movía con toda su furia contenida. Porque había algo más que le molestaba.
-¡Madre, responde! – Su rugido hizo eco en el mármol desgastado y las vívidas estatuas.
-¿Trevor? – Ella apareció a grandes zancadas, desde la escalera del fondo. - ¿Qué ocurre?
-¡Victor no era el último Belmont! Aún hay otro, ¡una niña! – Cara a cara finalmente, escrutó la expresión de su progenitora. – Pero no estás sorprendida. – Como ella no respondió y mantuvo el rostro inescrutable, él continuó. - ¿Tampoco te sorprende que Tiphania le haya contado a mi padre? ¿O el simple hecho de que ella aún exista?
Ella alzó la cabeza.
-La hermana de Victor huyó de la maldición de nuestra sangre. Aunque tuvo una vida humana, perdió la vida, tratando de salvar a su hija. La pequeña quedó sola, con otro apellido. Pero, sí. Es la última de nuestro linaje. Y tu padre iba a saberlo tarde o temprano. Igual que tú.
-¿Por eso llamaste a Tiphania?
-Es la única que podría protegerla, mientras ustedes derrotaban a Satán y sus acólitos.
-Pero, ¿qué hay de mí, madre? – Insistió. - ¿Por qué no me dijiste a mí?
-Hubieras distraído tu objetivo, y alguien más podría haberla descubierto. No puedes evitar ser protector.
Alucard supo que tenía razón.
-Además, Tiphania se ha encargado muy bien todo este tiempo.
-Es peligrosa.
-Ustedes también. Y solo gracias a eso nos han salvado a todos, ¿no lo crees?
-¿Qué se supone que hagamos? – Preguntó con ironía. – ¿Traer a un ser inocente al mundo caótico en que vivimos? ¡No somos humanos! ¡Somos bestias sedientas de sangre! ¿Qué tenemos para ofrecerle?
Su madre le brindó una dulce sonrisa.
-El mismo amor con el que protegiste a Simón de tu padre. Ese con el que Gabriel sucumbió en la desesperación ante tu muerte. – Miró al suelo con tristeza. – Él, que fue privado de la dicha de criarte y verte crecer, tal vez consiga una cura para su alma. – Volvió a mirarlo- Confío plenamente en ustedes.
-¿Y qué hay de ti? – Le tomó las manos con afecto. – Eres a quien ella necesita. Te necesitamos. Vuelve con nosotros. No precisas más de Tiphania. Te pone en peligro cada vez que está en el campo. ¿Qué pasa si a mi padre le da por atacarla? ¿Cómo crees que se sienta si sabe que...?
-Chis, querido. – Tomó su rostro en las manos. – Yo sé lo que estoy haciendo. Debes confiar en mí. Así como tengo fe en ustedes.
Su toque lo tranquilizó. Pero una turbulencia continuaba en su pecho. Cerró los ojos.
-Promete que esta situación no será eterna. Aunque seamos inmortales, no creo poder seguir fingiendo de esta manera.
- No lo harás. Prometo revelar todo a su debido tiempo. Mientras, cuiden a esa pequeña. Yo me encargo de lo demás.
-Muy bien. – Comenzó a alejarse.
Le echó un último vistazo, antes de volverse hacia el portal.
-¡Está comenzando a sospechar! – Le advirtió. – Haz pronto tu movimiento. No quiero presenciar su reacción si descubre todo por su cuenta.
Entonces, desapareció.
Marie vio marchar a su hijo sabiendo que estaba en lo cierto. Ahora que Tiphania había revelado que sabía sobre la jornada de Gabriel en el castillo, resultaba lógico que comenzase a dudar sobre cuán real había sido. Era sólo cuestión de tiempo que indagase hasta descubrir la fachada.
Debía actuar rápido.
Abandonó el salón, por un pasillo y la escalera de una de las torres, hacia una habitación que había tomado como suya. A pesar de ser más grande que la casa que había compartido una vez con Gabriel, era la más pequeña que había encontrado. Trevor la había acomodado para ella, y aunque era muy diferente de su hogar, resultaba nostálgico tener objetos que había usado en vida. Aún si no eran sus propias pertenencias, o que el mobiliario extravagante fuese más adecuado para el castillo.
Fue directo hacia la ventana, y por costumbre contempló la luna menguante. El paso del tiempo era tan diferente en aquel macabro lugar. Ella había aprendido a medirlo con respecto al mundo humano.
De las solapas de su vestido sacó una máscara.
-Es hora, Tiphania. – La alzó con ambas manos, por encima de su cabeza. – ¡Llévame con ella!
Mientras la luz se desprendía de aquel objeto divino, la figura alada tomó forma.
3, 2, 1, BOM!!! *FANDOM EXPLOTA* XD
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Kiss kiss!!
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BLOOD BOUNDED - THE LIGHT - Español - Castlevania Lords of Shadow (fanfic) P-I
Fanfiction"Pero si muero ahora, ellos simplemente tomarán mi lugar. El mal siempre prevalece. Es el orden natural." El Señor de las Sombras estaba en lo cierto. Ahora que él y su hijo derrotaron a Satán, las criaturas que habían permanecido ocultas mientras l...