Derek Hale.

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Título: El juego.
Advertencia: Basada en la película La ouija.
Protagonista: Maggie Lindemann.

Habían pasado varios meses en el pequeño pueblo de Beacon Hills y nada ocurría, podrían decir que todo era relativamente normal

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Habían pasado varios meses en el pequeño pueblo de Beacon Hills y nada ocurría, podrían decir que todo era relativamente normal. Pero había alguien que sufría en silencio; Derek Hale.

Habían pasado solo dos semanas desde la muerte de su amada novia, Evelynne McCall, una muy bella chica con ma cual logro entenderse de maravilla. Y aunque era hermana de Scott, este había logrado seguir adelante teniendo siempre en mente el hecho de que su hermana mayor seguía con él. Tal vez no físicamente pero siempre la tendría en su corazón.

Esa tarde toda la manada se encontraban reunidos en el loft de Derek, en una mini reunión donde conversaban sobre el pueblo y demás cosas de ellos como grupo.

—No tenemos nada en los últimos meses. —habló la banshee pelifresa sonriente.

—Tenemos vacaciones. —comentó divertido Isaac recostándose en el sofá.

—Chicos. —llamó Stiles.— Se que no debería hablar de esto pero leí sobre un juego donde puedes comunicarme con espíritus.

—Stiles, ese juego no es real. —habló seriamente Derek cruzado de brazos.

—¿Por que no intentarlo? Encontré esto en una tienda de antigüedades. —siguió el pálido sacando un tablero de su mochila y dejándolo en la mesa de centro junto a un pequeño triángulo con una lupa en el centro.

—He escuchado de este juego, Ouija, ¿no? —habló Malia inclinándose en su lugar para tomar el triángulo.

—Si, exactamente. —sonrió el pálido y alzó sus cejas.— ¿Quieren intentarlo?


Scott, Lydia, Stiles y Derek estaban con sus dedos en el triángulo listos para jugar mientras los demás miraban expectantes el tablero.

—Una vuelta por cada jugador. —indicó Stiles y los cuatro jugadores hicieron lo ordenado.— Pase lo que pase no debemos sacar los dedos del oráculo. —explicó brevemente.

—¿Quien pregunta? —hablo Scott mirando a sus compañeros y al nadie responder este suspiro.— ¿Hay algún... espíritu presente?

Nada...

—¿Hay alguien aquí? —apoyó Lydia.

Todos siguieron el oráculo el cual comenzó a moverse muy lentamente hasta pararse en el Si.

Bien, ¿eres un chico? —preguntó ahora Stiles haciendo una mueca.

El triángulo se movió con más rapidez hasta el No.

Okey, ¿eres un buen espíritu? —preguntó Scott alzando sus hombros.

El artefacto se movió unos centímetros para después volver a su lugar sobre el No. Todos se miraron serios al ver aquella respuesta y pocos segundos después el ambiente comenzó a tornarse pesado.

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