— ¿Ellos? ¿Quiénes?

—Phoebe. —Hace una pausa para tomar aire. —Jack Hyde salió de prisión.

—No, no, no. No puede ser, Theodore. ¿Él fue?

—Nadie lo sabe, yo no recuerdo nada, no pude ayudar a la policía. No hay nada que lo incrimine, el tipo no aparece por ningún lado, es como si al salir se lo hubiese tragado la tierra, al igual que a sus hijos. La seguridad está por todos lados en la casa, Taylor y compañía trabajan en encontrar al culpable, decirle a ustedes lo que había sucedido era exponerlas. Mamá iba a querer regresar de inmediato, y tú también. La abuela Grace quería llamarles en cuanto desperté, pero no la dejé. No quería que estuvieran expuestas al peligro, y menos que dejaras todo por irte. Estás teniendo tanto éxito, deslumbras por donde llegas... No mereces que algo que al final no llegó a mayores provocase que dejaras tu sueño a un lado.

—Créeme que todo esto no habría servido de nada si el resultado hubiese sido otro, ¿Están locos acaso? ¿Crees sería feliz si hubieses muerto? No, ¡La respuesta es no! —Me abrazo a él, me deja llorar.

Tras varios minutos llorando sin parar consigo tranquilizarme. Aún hipeo, pero no lloro.

—Ahora entiendo porque no respondías a mis mensajes, ¿Paul lo sabe?

—Si, él fue quien me salvó la vida.

— ¿Cómo?

—Habíamos quedado de vernos en casa para terminar de arreglar unos documentos de Müller, la empresa va estupendamente, el accidente fue en el tramo que no es demasiado transitado, ha bajado de su auto al ver el mío. Le debo un costosísimo traje de tela italiana, con él cubrió mi herida para detener el sangrado, de no haber pasado por ahí, llamar a una ambulancia y no quitar su mano en todo el camino, posiblemente no estaría aquí. —Sonríe. —No soy muy de amigos, pero creo que he encontrado a uno muy bueno. Algo en el tipo me hizo confiar desde el primer momento, ahora sé que fue lo correcto.

—Es un ángel rubio, debo agradecerle lo que hizo por tí, porque también salvó a nuestra familia. Esas dos semanas no hablamos, y el único día que lo hicimos, yo estaba de un humor asqueroso y acabé por cortar la llamada, que tonta soy.

—Ya lo sé, estuvo en mi recuperación. Ha cumplido como amigo, socio y novio de mi hermanita, te quiere, ni siquiera se molestó porque lo hicieras. Opina lo mismo que yo, enojada te ves chistosa.

— ¿Se burlan de mí cuando no estoy? —Me hago la ofendida.

—La verdad, si.

—Te quiero mega estúpido, gracias a Paul y al cielo por tenerte aquí—. Deja un beso en mi frente. — ¿Crees que podamos volver al terminar mi gira?

—Vaya manera de querer, ofendiéndome. —Murmura con sorna. —Si, hay un plan elaborado para ello. Papá quería hacer un viaje en familia, pero lo hice entrar en razón de que la bella mujer que tiene por esposa, que lo menos que iba a aceptar luego de pasar tanto tiempo fuera, sería un viaje. Ahora tú sabes cómo están las cosas, pero ella no y es mucho mejor así.

— ¿Y entonces?

—Taylor aún no ha querido decir nada, hasta que su fecha de regreso esté cerca y así evitar filtraciones, pero de que ya tiene algo, lo tiene. —Lo miro, hay algo en sus ojos que me inquieta. ¿Desilusión? ¿Tristeza? Pero tengo la sensación de que no tiene nada que ver con su accidente.

— ¿Algo más que quieras decirme? —Sonríe a medias, lo he descubierto. — ¿Todo bien contigo?

—Perfecto. —Dice sin más.

—No veo necesario que me mientas, te conozco como a la palma de mi mano. Confía en tu hermana y suéltalo, ¿A quién debo desaparecer?

Suelta una ronca risa que me contagia, pero aún así, sus ojos no brillan. Cricri, cricri... El silencio es tal, que puedo escuchar los grillos que están en el jardín de abajo. No dice nada, pero yo soy de tomar el toro por los cuernos, de alguna u otra forma voy a llegar a lo que sea que le ocurre.

LA HIJA DE GREY (ONE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora